El líder de Batllistas de Ley marca sus discrepancias con Bordaberry

Amorín pretende dejar claro que los colorados no son todos iguales

El Observador

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El énfasis en las ideas batllistas, las soluciones para la inseguridad pública, la libertad de acción de los legisladores y el tipo de relación con el gobierno del Frente Amplio son algunas de las cosas que separan al líder de Vamos Uruguay, Pedro Bordaberry, y al de Batllistas de Ley, José Amorín, quien este fin de semana se lanzó a la batalla de intentar quedarse con la mayoría del Partido Colorado.

Ya desde el nombre de su grupo, Amorín pretende dejar claro que el ideario de José Batlle y Ordóñez está representado por su corriente política y, aunque no lo diga directamente, cree que Bordaberry tiene otra formación política.

“Me crié en un hogar republicano, con mi padre criticando la dictadura de Gabriel Terra y luchando decididamente por todas las libertades”, ha dicho Amorín.

Además, Amorín –quien el sábado presentó su precandidatura en un acto realizado en el Platense Patín Club–, apoyó a regañadientes en la Convención de su partido el lanzamiento de la recolección de firmas para plebiscitar la baja de la edad de imputabilidad. El senador no cree que esa sea una solución primordial para combatir la delincuencia.
“La baja de imputabilidad solo tiene sentido si hay centros de rehabilitación reales.  Sino puede ser peor. Van a salir en diez años convertidos en verdaderos delincuentes”, dijo el parlamentario a El Observador. En todo caso, cree que si a los jóvenes se le reclaman obligaciones también hay que darles derechos.“La discusión de la edad de imputabilidad debería ser una discusión acerca de cuándo los jóvenes están capacitados para darse cuenta y para asumir responsabilidades y tener derechos. Si maduran antes, no lo hacen solo para darse cuenta de que cometen delitos, maduran antes también para casarse, para votar o para sacar la libreta de conducir”, ha dicho.

Asimismo, en el grupo Batllistas de Ley se considera excesiva la actitud de Bordaberry de obligar a sus legisladores a acatar la disiplina partidaria para que voten contra leyes tan disímiles como la que despenalizó el aborto y la que propone liberalizar el cultivo de marihuana.

Sobre el segundo punto Amorín dice que está en desacuerdo con la propuesta del gobierno pero reconoce que hay un vacío legal que debe ser corregido. “Sí creo que no es un tema como para declararlo asunto político”, sostiene.

Además, para Batllistas de Ley una de las mayores diferencias con Vamos Uruguay quedó expuesta cuando los liderados por Bordaberry decidieron dejar los puestos que tenían en los entes y empresas públicas luego de que se enojaran con el gobierno. Bordaberry dijo que la retirada se trataba de un asunto de “diginidad” y Amorín decidió dejar a sus hombres en la administración aludiendo a la “responsabilidad” de contralor por parte de la oposición. Las diferencias, coinciden las partes, serán más evidentes a  medida que avance la campañar electoral.