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sábado, 27 de julio de 2013

"GRAF ZEPPELIN” UN DIRIGIBLE SOBRE LA FRONTERA.Por Julio Dornel.


  
Julio Dornel.


El 18 de setiembre de 1928 se produjo el vuelo inaugural del mayor dirigible alemán que pretendía homenajear al Conde Ferdinad van Zeppelín, pionero de la aeronavegación alemana por aquellos años. Informaciones periodísticas de la época han señalado que el aparato era propulsado por 5 motores y una capacidad de carga que superaba las 60 toneladas, sobrevolando el atlántico en 150 oportunidades. Una de las crónicas señalaba que pasó por nuestro país el 29 de junio de 1934 en dirección a Buenos Aires, regresando al día siguiente, siendo escoltado por 6 aviones de la Escuela Militar, sobrevolando la ciudad vieja y Avenida Agraciada en dirección al Palacio Legislativo. Su pasaje resultó un espectáculo inusual, movilizando un elevado número de curiosos que procuraban puntos estratégicos para observarlo mejor. Recurriendo a documentos de la época y a la memoria de algunos vecinos, ofrecíamos en 1998 (Diario El Fanal) algunos detalles sobre su pasaje por esta frontera. La famosa aeronave considerada por aquellos años como un verdadero orgullo de la ingeniería alemana, llevaba pintada en un costado, la cruz esvástica como un anticipo del drama mundial que se viviría años más tarde. El 26 de junio de 1934 llegaba a Pernambuco en horas de la tarde, después de haber sobrevolado Fernando de Noroña para dirigirse a Río de Janeiro al día siguiente y desde allí a nuestro país. También los vecinos de Santa Vitoria do Palmar recordaban con nostalgia el pasaje del Zeppelín por estas latitudes, lo que significó un verdadero acontecimiento, pudiéndose observar una mezcla de asombro y temor ante la presencia del extraño aparato. Señala la crónica mencionada que el GRAF ZEPPELÍN no pudo descender en Montevideo por falta de instalaciones adecuadas. Al cruzar la frontera uruguaya, envió un saludo a las autoridades y al pueblo, “deplorando las dificultades técnicas, que no me permiten en esta oportunidad tocar tierra de este noble país. (Firmado Hugo Ecker) También en esta frontera, 18 de Julio y Santa Vitoria do Palmar, el pasaje del ZEPPELIN dejó recuerdos imborrables entre los pobladores que pudieron observar y comentar luego los detalles del histórico viaje. La zona preferida para observar su pasaje fueron las Sierras de San Miguel, el Fuerte del mismo nombre y el Cerro Picudo, dando origen a muchas anécdotas, donde cada uno daba su versión sobre el desplazamiento del histórico aparato. El dirigible tenía 235 metros de largo y su esqueleto estaba revestido por una tela de algodón preparada especialmente para resistir la fuerza del aire. La tripulación estaba compuesta por 46 personas, que disfrutaban del máximo confort, pues su creador el Conde Ferdinad Van Zeppelín lo había dotado de todos los elementos indispensables para una prolongada travesía.


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