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jueves, 25 de julio de 2013

"Hay miedo de decir qué está pasando en los liceos"


Jenifer Cherro es subdirectora del liceo 61° y hace cuatro meses que se encarga de la dirección por la licencia médica de la titular. En el Parlamento cuestionó la realidad educativa y dijo que la "inoperancia" de Secundaria le recuerda a la puerta del infierno en la obra de Dante Alighieri: "Abandonen toda esperanza ustedes que entran". En entrevista con El País, explicó la realidad que enfrenta.

Jenifer Cherro. Foto: Leonardo Carreño 
Andrés Roizen
-¿Por qué planteó tan enfáticamente en el Parlamento las carencias que hay en Secundaria, la situación se hacía insostenible?
-Lo que pasa es que cuando fuimos a hablar con los diputados en diciembre de 2012, en la propia Comisión de Educación nos dijeron que teníamos que hacer oír nuestras voces ante Secundaria y el Codicen; la frase que utilizaron fue `ustedes tienen que hacer barullo`, eso me lo dijo un diputado concretamente. Pero decidimos no hacerlo, sino ir ordenadamente y conversar con cada autoridad, hasta que vimos que no había una voluntad de decisión y resolvimos plantear las cosas ante la Justicia.
-¿Por qué son tan pocos los directores que se animan a cuestionar públicamente a Secundaria?
-Creo que hay miedo. Primero porque en algún momento existió una circular que prohibía a los directores hacer declaraciones (…) Incluso, en esto que dije y salió en El País, hay gente que me dice `caramba, cuidado`, pero yo no estoy hablando de cosas extrañas, sino cosas de todos los días. Pero es cierto, generalmente no hay una tendencia a que directores o subdirectores avisen estas cosas. Igual, todo tiene un límite, y uno se expresa con criterio y fundamento. Algo de miedo hay, cómo no, porque uno es un funcionario y hay gente por encima que podría tomar a mal lo que uno expresa que pasa en los centros. Hay temor a plantear esa realidad. Pero no me quito la responsabilidad por lo que dije y creo que lo que digo lo puede compartir cualquier director o subdirector del país.
-Habló de "circulares permisivas", ¿a qué se refiere en concreto?
-La sociedad critica que los resultados son magros y que hay alrededor de 33% de repetición en los alumnos, y nosotros decimos que hay ese nivel porque detrás hay directores, subdirectores y docentes que trabajan mucho para apuntalar a los chiquilines. Y que las circulares de evaluación que están vigentes para ciclo básico y bachillerato son tan permisivas que, por ejemplo, un alumno que tiene 50 o 60 faltas, o sea que faltó casi dos meses, puede llegar a pasar de clase si tiene seis de nota en cada asignatura, algo que antes no existía. Antes el tope era de 20 faltas. Las circulares que están vigentes, propuestas e impuestas por las autoridades, son permisivas, y si no estuvieran, la repetición sería de por lo menos el 70%.
-¿Muchos exceden las faltas?
-Una enorme cantidad, hay una irresponsabilidad muy grande. Si pusiéramos una circular de evaluación en serio, estricta, que dijera `no señor, si falta un mes queda repetidor`, la mayoría quedaría repetidor por faltas. Los alumnos no justifican las faltas, están muy solos. La familia es fundamental y a veces no está porque trabajan mucho o porque no pueden.
-¿Las reglas hacen que pasen de año sin el aprendizaje necesario?
-Pero no es que en los liceos seamos benevolentes o permisivos, digo que tratamos de acercar a los alumnos al centro para tenerlos más protegidos y aun así los resultados son esos, incluso con las circulares permisivas que tenemos.
-¿Cómo describe a los alumnos?
-Llegan con problemas de diversa índole, (…) la familia a veces está muy ausente, y una familia ausente no da valores. Con eso, los chiquilines quedan muy expuestos a los pares, a la calle y a la televisión, y hay que tratar de acercar a los alumnos, pero a veces los recursos no son suficientes.
-¿Cómo explica los reclamos de los directores ante la Justicia?
-Dialogamos con las autoridades, pero no hubo voluntad de solucionar esto, por eso estamos haciendo un juicio laboral a Secundaria. Somos unos 300 directores y subdirectores de todo el país que reclamamos contra una determinación que ata el sueldo al tamaño del liceo y que utiliza el cuarto grado como base para el pago de los salarios, cosa equivocada de acuerdo al reglamento.
-La exdirectora Graciela Bianchi hizo planteos similares a los suyos, al menos en cuanto al tono. ¿Comparte usted ese estilo?
-El caso de Graciela es distinto, tiene una trayectoria en política y ejerció un cargo, mientras yo digo hechos concretos. Graciela tiene un estilo especial que respeto y nada de lo que ha dicho es falso.

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