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domingo, 21 de julio de 2013

La comunidad negra de EEUU sale a la calle para pedir justicia para Trayvon

Miles de manifestantes piden a la Administración Obama que procese al vigilante, absuelto de la muerte del joven, por violar los derechos civiles

 
El País de España
 

                               Una manifestante en el mitin en Nueva York. / Mary Altaffer (AP)

Las palabras del presidente un día antes -que bien podrían haber servido de prólogo para un libro bajo el título ‘Ser hombre y negro en el Siglo XXI’- sirvieron de acicate para las miles de personas que desde Nueva York a Los Ángeles y desde Wichita (Kansas) a Birmingham (Alabama) reclamaron ayer justicia para el joven Trayvon Martin, muerto de un tiro en el corazón a quemarropa en 2012 cuando un vigilante vecinal ejerció su derecho a la autodefensa, según ha certificado un jurado.

Llamados a tomar las calles de la principales ciudades de EEUU por el reverendo-activista-presentador de televisión Al Sharpton, los manifestantes pidieron que se presenten cargos federales contra George Zimmerman por haber violado los derechos civiles de Trayvon Martin, al perseguirle y acosarle basándose en su raza. Un caso que se inició en Florida en febrero de 2012 ha acabado por aglutinar temas tan diversos y polémicos como las relaciones raciales –Martin era negro y Zimmerman se define hispano-, las leyes de defensa propia –muy amplias en Florida- y las armas –que cada año cuestan la vida a miles de personas en el país-.
Los padres de Martin, 17 años, lideraron las manifestaciones de Nueva York y Miami. “Quiero que el mundo sepa que Trayvon era mi hijo. Era un chico amado que no hizo nada malo y no vamos a permitir que lo acosen del modo que lo han hecho”, advirtió sereno Tracy Martin en un emotivo discurso ante una audiencia de poco más de 300 personas congregadas frente al Juzgado Federal de Miami, informa Maye Primera. “Le juré a Trayvon cuando yacía en su ataúd que usaría toda mi energía para buscar justicia para él. Voy a luchar por Trayvon hasta el día en que muera”, finalizó.
Como muchos de los manifestantes que ayer salieron a expresar su dolor –y que no lo hicieron de forma multitudinaria como se esperaba-, el padre del joven llevaba una camiseta con la foto de su hijo cubierto con la capucha de una sudadera, prenda que ya se ha convertido en un símbolo nacional para todos aquellos que apoyan la causa de Martin.
"No podemos seguir en un estado de duelo. Seguiremos recordando la muerte de Trayvon y luchando por la verdad. Puede que hayamos perdido la batalla, pero la guerra por la igualdad acaba de empezar", Al Sharpton, organizador de las protestas. El reverendo y comentarista de la cadena MSNBC manifestó su deseo de que los mítines resultaran todos pacíficos y no se produjera ningún altercado como los sucedidos a principios de la semana en Los Ángeles y san Francisco, que acabaron con varias detenciones. El presidente Obama también alertó contra la violencia en sus palabras del viernes y declaró que sería “un deshonor” para la familia de Martin si se producían disturbios.
Conocedor de la historia de opresión racista de primera mano como pocos –o ningún- políticos en este país, el presidente reconoció ante las cámaras que existía “una historia de disparidad racial en la aplicación de las leyes criminales” en EEUU. “Muchos chicos afroamericanos son caricaturizados con una brocha gorda”, dijo. “Si un adolescente blanco hubiera estado en el mismo escenario… el resultado y el día después hubiera sido muy distinto”.
George Zimmerman, 29 años, permaneció en libertad hasta seis semanas después de la muerte de Trayvon Martin, con quien forcejeó tras alertar a la policía de que había un sujeto extraño merodeando por la urbanización de Sanford (Florida) –donde vivía su padre- y tras obviar la recomendación de la policía de que permaneciera en su coche y lo dejara estar.
Las autoridades aceptaron su versión de la defensa propia entonces como lo aceptó el jurado hace una semana y solo la multitud de protestas en todo el país clamando por justicia y la denuncia pública de que los prejuicios raciales estaban tiñendo el caso hicieron que se acabara deteniendo a Zimmerman y la fiscalía presentase cargos contra él.
Todas las manifestaciones se produjeron frente a sedes de tribunales o comisarías de policía para reclamar nuevos cargos contra Zimmerman que aporten justicia a Martin y su familia. Sin embargo, todo apunta a que el fiscal general, Eric Holder, no aceptará la revisión del caso por el Departamento de Justicia al tratarse de un asunto local y no federal, a pesar que en un primer momento lo considerase.
La declaración cercana y personal de Obama se suma a la que a principios de semana hacía también Holder en una conferencia de la NAACP (la Asociación para el Avance de las Personas de Color, siglas en inglés), cuando relató que cuando era pequeño su padre le explicó que como joven negro tendría que saber que la sociedad siempre le iba a juzgar diferente. Lo que el fiscal general dijo a continuación es que no esperaba que esa misma conversación la fuera a tener que mantener con su hijo en la actualidad.
Tanto la declaración de Obama de que él podría haber sido Martin hace 35 años como la de Holder llevan implícito el mensaje de que un joven negro del que se sospecha que puede ser un criminal solo por su color de piel puede algún día llegar a ocupar tan altas instancias del poder.
En Nueva York, sin duda la más multitudinaria de las congregaciones, la madre de Martin, Sabryna Fulton, encabezaba una protesta que contó con la presencia del rapero Jay Z y Beyoncé Knowles. Junto a ellos, el reverendo Sharpton, líder e icono de los derechos civiles. La señora Fulton declaró que “Trayvon era solo un chico que llevaba caramelos en la mano”, en referencia a la bolsa de chucherías que portaba y que pudo hacer creer a Zimmerman que empuñaba un arma. “Lo que le pasó a él le puede ocurrir a cualquiera de vuestros hijos”, finalizó la madre de Martin.

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