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martes, 9 de julio de 2013

Raúl Castro:" Hemos retrocedido en cultura y civismo ciudadanos"

Raúl Castro: A pesar de las innegables conquistas alcanzadas, hemos retrocedido en cultura y civismo ciudadanos

08.07.2013

LA HABANA (Uypress) — “La pérdida de los valores éticos y el irrespeto a las buenas costumbres puede revertirse mediante la acción concertada de todos los factores sociales” señaló Raúl Castro, primer secretario del Partido Comunista y presidente del Consejo de Estado en su intervención en la Sesión de la VIII Legislatura de la Asamblea Nacional.

El general Castro realizó las conclusiones del período de sesiones y comenzó resaltando el desempeño "positivo" de la economía cubana "en medio de las tensiones externas, los daños ocasionados por el huracán Sandy y nuestras propias insuficiencias". Señaló el presidente que el PBI creció un 2,3%, algo por debajo de lo planificado pero superior al crecimiento del primer semestre de 2012, aunque todavía ese crecimiento "no se nota en la economía de la familia cubana promedio".
Reafirmó el carácter social de la propiedad sobre los medios fundamentales de producción, aunque destacó la existencia y el papel de otras formas de gestión no estatales.

Existencia del mercado
Raúl Castro defendió la planificación "como instrumento indispensable en la dirección de la economía", aunque no negó  la existencia del mercado.
En alusión directa a la crisis europea y contraponiendo su modelo al de ajuste de dichos países, señaló el presidente cubano que reiteraba "la convicción de que en este frente de significación estratégica ha continuado el avance y ya comienzan a observarse los primeros resultados alentadores, aunque también es verdad que falta un largo y complejo camino para actualizar nuestro modelo económico y social, asegurando el apoyo mayoritario de la población a este proceso, lo cual excluye la utilización de terapias de choque y el desamparo de millones de personas que caracterizan a las políticas de ajuste aplicadas en los últimos años en varias naciones de la rica Europa".
Añadió que el fenómeno de la dualidad monetaria - en referencia a la existencia de diferentes cotizaciones de la moneda extranjera y la permanencia del mercado negro de divisas- sigue siendo uno de los obstáculos más importantes para el progreso del país.
"Sobre el particular puedo comunicarles que han proseguido los estudios para la supresión de la dualidad monetaria de forma ordenada e integral, lo cual nos permitirá acometer transformaciones de mayor alcance y profundidad en materia de salarios y pensiones, precios y tarifas, subsidios y tributos. En pocas palabras, lograr que todos los ciudadanos aptos se sientan incentivados a trabajar legalmente a partir de restablecer la vigencia de la ley de distribución socialista, "de cada cual según su capacidad, a cada cual según su trabajo", lo que propiciará terminar con la injusta "pirámide invertida", o lo que es lo mismo, a mayor responsabilidad, menor retribución", explicitó.
Castro también señaló que se apoyará la creación de cooperativas no agropecuarias, como forma de fomentar el trabajo por cuenta propia y liberar al Estado de actividades no fundamentales en las cuales ha mostrado una constante ineficiencia, a la vez que ello permitirá "concentrarse en el programa de desarrollo a largo plazo".

Orden, disciplina y exigencia
El Presidente manifestó la necesidad de establecer "un clima permanente de orden, disciplina y exigencia" como forma de consolidar el avance de la actualización del modelo económico, y citando a su hermano, el ex presidente y líder de la revolución, Fidel Castro, puso énfasis en la necesidad de una lucha sin tregua contra "los malos hábitos y los errores", que cometen "incluso militantes".
En tono autocrítico y adelantando que ya imaginaba los titulares de la prensa internacional que "denigra" a Cuba, señaló que "hemos percibido con dolor, a lo largo de los más de 20 años de período especial, el acrecentado deterioro de valores morales y cívicos, como la honestidad, la decencia, la vergüenza, el decoro, la honradez y la sensibilidad ante los problemas de los demás".
En una panorámica de ese deterioro, afirmó enfáticamente que "una parte de la sociedad ha pasado a ver normal el robo al Estado. Se propagaron con relativa impunidad las construcciones ilegales, además en lugares indebidos, la ocupación no autorizada de viviendas, la comercialización ilícita de bienes y servicios, el incumplimiento de los horarios en los centros laborales, el hurto y sacrificio ilegal de ganado, la captura de especies marinas en peligro de extinción, el uso de artes masivas de pesca, la tala de recursos forestales, incluyendo en el magnífico Jardín Botánico de La Habana; el acaparamiento de productos deficitarios y su reventa a precios superiores, la participación en juegos al margen de la ley, las violaciones de precios, la aceptación de sobornos y prebendas, el asedio al turismo y la infracción de lo establecido en materia de seguridad informática", para agregar que "conductas, antes propias de la marginalidad, como gritar a viva voz en plena calle, el uso indiscriminado de palabras obscenas y la chabacanería al hablar, han venido incorporándose al actuar de no pocos ciudadanos, con independencia de su nivel educacional o edad".
Posterior a lo precedente continuó pintado un paisaje decadente de la sociedad, desde señalar a aquellos que hacen sus "necesidades fisiológicas en calles y parques" hasta los que impunemente se dedican a la "cría de cerdos en medio de las ciudades con el consiguiente riesgo a la salud del pueblo".
Ahondó en la pérdida de ciertas costumbres y la ignorancia de normas de convivencia, no solamente en la calle sino también en los centros de estudio,
"Lo más sensible es el deterioro real y de imagen de la rectitud y los buenos modales del cubano. No puede aceptarse identificar vulgaridad con modernidad, ni chabacanería ni desfachatez con el progreso; vivir en sociedad conlleva, en primer lugar, asumir normas que preserven el respeto al derecho ajeno y la decencia. Por supuesto, nada de esto entra en contradicción con la típica alegría de los cubanos, que debemos preservar y desarrollar" dijo Raúl Castro, agregando que se limitó a hacer solo un recuento de los fenómenos más significativos, caso contrario su exposición se extendería en demasía.

Están contadas
Señaló el mandatario cubano que el Partido y el Gobierno realizaron un relevamiento de esas conductas inapropiadas, y detectaron 191 de ellas, aunque "hay muchas más". Las 191 manifestaciones negativas fueron separadas en cuatro categorías: indisciplina social, ilegalidades, contravenciones y  delitos recogidos en el Código Penal.
Una vez definidos estos comentó que "la pérdida de valores éticos y el irrespeto a las buenas costumbres puede revertirse mediante la acción concertada de todos los factores sociales, empezando por la familia y la escuela desde las edades tempranas y la promoción de la Cultura, vista en su concepto más abarcador y perdurable, que conduzca a todos a la rectificación consciente de su comportamiento. Este será, no obstante, un proceso complejo que tomará bastante tiempo".
"El delito, las ilegalidades y las contravenciones se enfrentan de manera más sencilla: haciendo cumplir lo establecido en la ley y para ello cualquier Estado, con independencia de la ideología, cuenta con los instrumentos requeridos, ya sea mediante la persuasión o, en última instancia, si resultase necesario, aplicando medidas coercitivas", añadió.
En una reflexión sobre los hechos relatados, manifestó que "cuando medito sobre estas lamentables manifestaciones, pienso que a pesar de las innegables conquistas educacionales alcanzadas por la Revolución y reconocidas en el mundo entero por los organismos especializados de las Naciones Unidas, hemos retrocedido en cultura y civismo ciudadanos. Tengo la amarga sensación de que somos una sociedad cada vez más instruida, pero no necesariamente más culta".
Finalizó Castro afirmando que a pesar de todo la revolución cuenta con fuerzas suficientes para revertir estos procesos, y que en pocos meses de aplicar algunas medidas el pueblo ha acompañado al Partido y al Gobierno.
"Como es natural esto se publicará en toda nuestra prensa. Yo les sugiero a todos ustedes y a los que me escuchan, que se lo lean con calma, y mediten individualmente, solo les pido que mediten personalmente", concluyó el tema.

Marino Murillo: "El desarrollo es la razón de ser de la revolución"
"En Cuba existe y existirá la propiedad social sobre los medios fundamentales de producción expresó el diputado Marino Murillo Jorge, vicepresidente del Consejo de Ministros, al intervenir en la sesión final del primer periodo de sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Al referirse a la conceptualización de ese modelo, el también Jefe de la Comisión de Implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, puntualizó que no hay transformación de la propiedad, sino una modernización de la gestión de esa propiedad.
El concepto de la actualización, al decir del vicepresidente del Consejo de Ministros, pasa por la frase del presidente Raúl Castro, cuando dijo que estamos construyendo un socialismo próspero y sostenible. Murillo desglosó las tres palabras haciéndolas corresponder con el modelo que desarrollan: "socialismo presupone propiedad social sobre los principales medios de producción; próspero, significa estado de bienestar, y sostenible es sinónimo de desarrollo, porque sin él, no se sostiene nada".
Uno de los puntos abordados por el vicepresidente del Consejo de Ministros fue la política monetaria. Llamó la atención en el estricto control que se debe tener de la emisión, y se refirió a que la Asamblea aprobó un presupuesto con déficit, el cual hay que financiar, pero si se hace emitiendo, crearíamos un efecto inflacionario.
Expresó que este año el financiamiento del déficit se hará con crédito bancario, lo que evita la emisión y también los altos precios.
El Jefe de la Comisión de Implementación y Desarrollo de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, delineó los cuatro principios de las directivas del plan del próximo año.
Las empresas tienen que tener utilidades
Se refirió, además, a las empresas con pérdidas, las cuales tenía que financiarlas el Estado. Ahora se propone que se redimensionen, se fusionen con otras, o sencillamente cierren. Lo que no pueden es quedarse con pérdidas, porque son casi 50 las empresas en ese estadio hoy, argumentó Murillo Jorge.
Una empresa, expresó, tiene que "producir, vender, cobrar y tener utilidades". Se refirió a que ella diseña y aplica los sistemas de pagos por resultados, pero alertó que para eso es imprescindible generar la riqueza, "nadie puede repartir lo que no ha creado".
Otro de los pasos para desatar las fuerzas productivas se relaciona con la flexibilización del objeto social de las empresas, el cual se define a partir de su actividad principal, pero las otras son facultad de la dirección de la entidad decidirlas.
Al referirse a los trabajadores por cuenta propia, dijo, que en setiembre del 2010 eran 157.371 y ya en mayo del 2013 la cifra es de 429.458. Sobre este particular se refirió a violaciones en algunas de las figuras de esta modalidad, como la de modista o sastre, cuya descripción fue fijada para confeccionar, arreglar o transformar ropa, ya sea en trabajos sencillos o complejos, pero no para vender ropa importada.
Dijo también que son muchas las quejas de la población en cuanto a los que compran en una tienda y van a venderlo en la otra esquina. Esto será objeto de regulación, afirmó, aunque precisó que requerimos de mejorar nuestro comercio minorista, hoy con mucha ineficiencia.

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