Buscar este blog

miércoles, 24 de julio de 2013

¿Tabaré Vázquez - Mónica Xavier?OPINIÓN - ADOLFO GARCÉ


Para el oncólogo no será tan sencillo elegir a su compañero de fórmula dentro de la coalición

El Observador


Desde que, hace casi dos semanas, Danilo Astori publicó el “perfil” que debería tener el compañero de fórmula de Tabaré Vázquez* suena cada vez con más fuerza el nombre de Mónica Xavier. Puede ser, pero no termina de cerrarme. Me explico.

Empecemos por repasar sus méritos y “ventajas competitivas”. En primer lugar, es notorio que Xavier despierta simpatía entre una parte importante de las bases frenteamplistas. Esto quedó claramente de manifiesto durante la elección que la llevó a presidir el FA (obtuvo aproximadamente el doble de votos que Ernesto Agazzi y Enrique Rubio, y casi el triple que Juan Castillo). En segundo lugar, es mujer. En tiempos como los que corren, con Dilma Rousseff y Cristina Fernández ejerciendo la presidencia en Brasil y en Argentina, y con Bachelet pugnando por volver en Chile, es evidente que al FA le vendría bien una fórmula que, al menos, incorpore a una mujer. En tercer lugar, también está claro que la inclusión de Xavier en el binomio le permitiría a Vázquez tender un puente hacia los (y las) frenteamplistas que están molestos por la posición pública asumida por el expresidente en el tema del aborto. En cuarto lugar, Xavier tiene una amplia y destacada trayectoria parlamentaria. Este atributo es muy importante porque el vicepresidente juega un papel clave en la articulación entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo.

El nombre de Mónica Xavier, como habrá quedado claro, está lejos de ser descartable. Su nominación como compañera de fórmula de Vázquez no es imposible. Sin embargo, me parece poco probable. Mi argumento es sencillo y se compone de cuatro postulados. El primero de ellos es que se parece a Vázquez en un punto clave: ella también es astorista. Xavier es una de las figuras más notorias de la corriente “renovadora” del PS, es decir, del grupo de socialistas más cercanos a la visión de Astori. Un par de gestos recientes demuestran esta convergencia con toda elocuencia: Xavier y los “renovadores” del PS apoyaron la candidatura de Astori en la primaria de 2009; a su vez, los astoristas, dentro y fuera del FLS, apoyaron la de Xavier en la elección interna de 2012.

El segundo postulado es que el astorismo es minoría. No hace falta remontarse a las elecciones de 2009 para demostrarlo. Me limito a recordar que, en la última elección interna, pese a tener el apoyo del Frente Líber Seregni y de todo el PS (renovadores y “ortodoxos”, todos votaron por ella), Mónica Xavier no logró la mayoría absoluta: ganó la elección directa a la presidencia pero sus rivales (Ernesto Agazzi del MPP, Enrique Rubio del Frente Unido y Juan Castillo del PCU) sumados obtuvieron más votos que ella. Esto ratifica un dato fundamental. Desde el punto de vista ideológico, la mayoría de quienes se identifican como frenteamplistas están más cerca del pensamiento neoestructuralistas o del marxismo tradicional que del neoinstitucionalismo astorista. Una fórmula Vázquez-Xavier no representaría adecuadamente las preferencias de la mayoría de los frenteamplistas.

El tercer postulado es que en el congreso del FA los no astoristas, especialmente comunistas y emepepistas, tienen una mayoría abrumadora. Si mi interpretación es correcta, a la larga, estarán dispuestos a apoyar la candidatura de Vázquez. Saben que lo precisan para asegurar el triunfo en la elección del año próximo. Pero no tienen ninguna razón especial para respaldar la inclusión de Xavier en la fórmula. Es evidente que le tienen cariño y respeto. Pero en política con eso no alcanza. Si algo ha quedado claro durante el mandato de José Mujica es que el de vicepresidente no es un cargo decorativo. Los que pretenden que un tercer gobierno del FA siga inclinando la balanza hacia la izquierda también lo saben. No me asombraría que intentaran conquistar esa trinchera para evitar que Vázquez, durante su segunda presidencia, sea tan centrista como durante la primera.

El cuarto postulado es que lo peor que puede hacer Vázquez si quiere que el congreso del FA no le ate demasiado las manos en términos programáticos es impulsar ahora un candidato (o una candidata) a la vicepresidencia astorista. Si lo hace, lo más probable es que el ala izquierda del FA incremente rápida y fuertemente la presión sobre el guión del nuevo gobierno que está elaborando, trabajosamente, la Comisión Nacional de Programa. Dicho de otra manera. La candidatura de Xavier haría sonar las alarmas antiastoristas en las sedes del PCU y el MPP. Automáticamente estos sectores se esforzarían por colocar todas las restricciones posibles en el programa que apruebe el congreso del FA en noviembre. Ya lo hicieron en el 2008 y pueden volver a hacerlo.

Lo más probable, especialmente en un país como el nuestro, con actores políticos tan profesionales, es que los líderes piensen bien los pasos que van a dar. Pero no siempre ocurre lo más probable. Si algo hemos aprendido durante los últimos años es que muy a menudo los comportamientos políticos no se ajustan a la perfección a las estrategias teóricamente óptimas. Cualquiera, hasta el mismísimo Vázquez, tan ducho en el manejo de la calculadora, puede terminar metiéndose en problemas. l

* Ver: Decisiones importantes, disponible en http://www.uypress.net/uc_42386 1.html

Por Adolfo Garcé Doctor en Ciencia Política, docente e investigador en el Instituto de Ciencia Política, Facultad de Ciencias Sociales, Udelar 
adolfogarce@gmail.com

 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario