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domingo, 18 de agosto de 2013

Club “La Higuerita”, del Rocha de la década del 40. Por Oscar Bruno Cedrés





                            Periodista y escritor Oscar Bruno Cedrés

 
Allá por los años 45, como era tradicional por la década del cuarenta, nuestra gente, tenía como lugar de veraneo las costas del Arroyo de Rocha, muy concurrido, en un tiempo en que la vida no era tan apurada, el reloj no era tan tirano, tiempos de mate, asados, del cigarro “armado”, no había televisión, el mundo volvía a su aparente tranquilidad saliendo de la 2ª. Guerra mundial.
Un Rocha más tranquilo, de vecinos en la vereda mateando y conversando con el vecino, con una sola emisora, Difusora Rochense en su local de la calle Julián Graña, con el Diario La Palabra de don Carlos N. Rocha y el surgimiento del Diario El Este, con la fundación del Centro Social Obrero; con la selección de Rocha obteniendo el primer título de campeón del Este y el equipo de los Tres Barrios siendo el campeón local y un grupo de muchachos que se reúnen en la zona del Arroyo de Rocha a la izquierda del Puente de La Estiva, en la zona de la calle Piedras.
Pesca, mate, nadar, disfrute de la playita, choricitos regados con un tinto y el clásico picado, un arco que daba hacia la calle Piedras, el otro al Arroyo.
Allí había una higuera, que muchos años después la Intendencia la cortó, pero que hoy ha vuelto a “vivir”.
Debajo de esa higuera se reunieron ese grupo de “veraneantes” y entre mate y bizcochos, se les ocurre la idea de formar un cuadro de fútbol para participar en los campeonatos de barrios, tan típicos por entonces en nuestra ciudad. El nombre: La Higuera, su camiseta: blanca con una franja azul atravesándola.
Aquel equipo estaba formado por una verdadera “selección” de nuestro fútbol y sino escuche que nombres: el golero: Angelito Demicheli, (el Ñato, el Loco, el más grande de todos en toda la historia); el golero suplente Wagner Revelez de larga trayectoria en varios equipos; los defensas: Carlos Julio Reyes, el seis titular del combinado; por la otra punta el “Loco” Marcelino Acosta, “un fenómeno”; el dos lo era el “romperedes” Ramón “Bitoto” Larrea, que jugara en Wanderers de Montevideo; con él: Nelson “Cabeza” González de los históricos del 54; y completaba la defensa otra gloria de nuestro fútbol: Roberto Acosta, un crack en las canchas y en la vida.
Los cinco del avance de La Higuerita lo eran: el “Pardo” Wilfredo Silvera hombre del decano River y del seleccionado; el “melena” Martínez jugador de Lavalleja y también el seleccionado; el nueve lo era el “Rata” Isidro Pereyra Corsalini otro de los campeones del quinquenio y del 54; Antonio Acosta, el popular “Masantonio”, hermano de Marcelino que además de jugar en Rocha lo hizo en Progreso de Montevideo, y dicen los que lo vieron jugar que también era de los “fenómenos” de aquellos tiempos y José “Torreja” Rodríguez, sastre de oficio de lo de Fabián González, jugador del seleccionado de Lascano, por la punta izquierda.
Este equipo tenía como director técnico al “Chiquito” Rosalío Machado, técnico del Nacional de Lino y también de varios combinados rochenses campeones del Este, los colaboradores lo eran los recordados Isidro “Semilla “ Pérez, Máximo Gorki Romero (alias Cantinflas) y Carlos Javier Silvera “el peluquero”; la mascota era aquel gran palermitano Oscar “Pochito” Guisado.
Según cuentan aquel equipo: hoy podría pasearse por América y sin jactancia, no pasar vergüenza.
Todos jugadores de los seleccionados de Rocha campeones desde el 45 al quinquenio, muchos fueron a Montevideo y tuvieron destacadas actuaciones en equipos profesionales.
Los muchachos después de los partidos tenían como punto de reunión la casa de la abuela del Loco Marcelino Acosta, en la calle Eliseo Marzol, conocida popularmente como El Palomar, hoy casi en ruinas, donde también vivía el Chiquito Rosalío con su perro Napoleón, donde armaban la rueda de vino y chorizos, los que compraban en la Carnicería de Amorín la que estaba en la callejuela Sención y Rincón, a cincuenta centésimos el kilo.
A esos muchachos, cracks de nuestro fútbol; a esos tiempos líricos de un Rocha colonial, va nuestra semblanza del día de hoy.
Febrero/09

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