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lunes, 5 de agosto de 2013

Constanza Moreira "Soy el portavoz de una insatisfacción"

Constanza Moreira (FA): "Por ahora no estoy dispuesta a ser yo misma" la alternativa a la candidatura de Vázquez

La senadora Constanza Moreira ha aparecido en las últimas semanas como representante de los frenteamplistas que buscan una opción distinta a Tabaré Vázquez en las próximas elecciones. Entrevistada por En Perspectiva, afirmó que el Frente Amplio (FA) necesita "una fórmula que refleje la renovación generacional" y que represente la "diversidad" de la coalición de izquierda, incluyendo a los votantes que no se sienten identificados con el expresidente. Aclaró que considera a Vázquez "un capital político muy importante" pero a su criterio la fuerza política "debería haber seguido por otro camino". "El FA debió asumir el riesgo de su renovación" y debió "haberlo hecho con tiempo", declaró Moreira, quien agregó que el FA "tiene todo para ganar el próximo período de gobierno", por lo cual "no debería estar tan asustado". La senadora aseguró ser "la portavoz de una insatisfacción" pero señaló que de momento no está dispuesta a ser ella misma la candidata que se presente como alternativa a Vázquez.


(emitido a las 8.56 Hs.)

EMILIANO COTELO:
En los últimos quince días, uno tras otro, los sectores más grandes del Frente Amplio (FA) decidieron “impulsar” a Tabaré Vázquez como candidato presidencial en 2014. Pero el expresidente no está concitando la unanimidad, y los que prefieren una alternativa parecen haber encontrado una abanderada: Constanza Moreira.

Su posición la ha colocado en el centro de un debate que el oficialismo viene procesando, y que a ella ya le ha generado todo tipo de críticas en la interna de la coalición de izquierdas. Con Vázquez visualizado como seguro postulante y percibido, además, como favorito para ganar las próximas elecciones nacionales, la actitud de la senadora Moreira aparece como un desafío fuerte, en una organización política en la que a los “desafiantes” generalmente no les ha ido bien.

¿Cuáles son sus objeciones con respecto a Vázquez? ¿Por qué cree que el FA debe avanzar por un camino alternativo a ese que parece tan seguro?

De esos temas vamos a conversar con la senadora Constanza Moreira, doctora en Sociología y doctora en Ciencia Política, perteneciente al Espacio 609 del FA.

Quiero empezar repasando lo básico: ¿qué es lo que usted reclama: que Tabaré Vázquez no sea candidato a la presidencia por el FA en 2014 o que en las internas del FA el año que viene haya otras opciones además de Vázquez?

CONSTANZA MOREIRA:
Voy a empezar por los fundamentos, que no son nuevos, que hace mucho tiempo que los he sostenido: el FA precisa renovarse generacionalmente. Creo que precisamos para un tercer período de gobierno una fórmula que refleje la renovación generacional, que tenga mujeres –si miro el panorama que hay diría que no va a haber ni una sola mujer presidenciable en el próximo período–, me parece que un tercer período de gobierno podía llevar al liderazgo a toda una generación de cuadros medios que son importantes dentro del FA, que están todos los días mencionados por los diarios: Daniel Martínez, Raúl Sendic, Mónica Xavier, en fin, la cincuentena y un poquito más que alguna vez mencionó [el director de la encuestadora Factum, Óscar] Bottinelli. Me parecía que este tercer período era nuestro momento para hacer ese tránsito, para salir de la generación de los fundacionales y un poquito más –porque Tabaré Vázquez no pertenece estrictamente a la generación de los fundacionales–, me parecía que el FA tenía que dar ese salto, porque además el partido del cambio tiene que expresarse con cambio hacia dentro, tiene que expresar su sentido del cambio en su renovación interna.

Entonces esta, que es una cruzada muy difícil en este país, pero se ha vuelto muy difícil dentro del FA, pareciera encontrar algunos obstáculos insalvables, uno de ellos es la creencia, a mi juicio equivocada, de que el FA necesita este o cuál candidato para ganar. Creo que el FA tiene una intención muy alta de voto independientemente de su candidato, si uno mira la evolución de la intención de de voto del FA, se mantiene a lo largo del tiempo antes de que se hubiera resuelto ninguna candidatura, siempre es una intención que lo equipara a la suma de los partidos tradicionales, pero oscila entre el 41 y el 44%.

EC - ¿Está convencida de que esa intención de voto es independiente del candidato?

CM - Sí, es independiente del candidato.

EC - ¿El Frente gana igual poniendo (de candidato) a "una heladera"?

CM - (Risas) ...No, no creo que haya que poner heladeras, no creo que nadie sea una heladera, las personas tienen diversas cualidades, algunas son más queribles que otras o tienen más carisma que otras. El Frente no creo que haya hecho hasta ahora una elección por carisma, sino que más bien ha buscado candidatos que representen su equilibrio interno, más que candidatos carismáticos hacia el afuera, nacidos más bien de elecciones internistas.

Creo que el FA entró en una dinámica distinta a partir de la elección de 2009, cuando hubo una fuerte competencia entre Mujica y Astori. Esos dos elementos del gobierno, pero que primero fueron candidatos, representaban una diversidad del Frente, un Mujica con un discurso más nacional-popular, más volcado al interior, con mucha penetración en los sectores de los suburbios capitalinos, en los sectores más pobres, y un Astori representando más a las clases medias, las clases medias urbanas, con un discurso más socialdemócrata que nacional-popular. Esa conjugación, conflictiva si las hay, representaba bien estas dos vertientes del FA, y me parecía que el FA tenía que seguir en esa clave de encontrar un equilibrio entre sus varias partes, que ya nadie representaba, como alguna vez lo hizo Seregni o como alguna vez lo hizo Tabaré Vázquez, al FA como un todo. Eso también se había expresado en la elección interna del FA en la cual Mónica Xavier salió presidenta, pero en una conjugación con el resto, con tres vicepresidentes, uno del Partido Comunista (PCU, Juan Castillo), uno del Movimiento de Participación Popular (MPP, Ernesto Agazzi), en fin.

Estos son los fundamentos de mi pensamiento. La primera parte, porque tú me preguntaste algo muy concreto.

EC - Sí, si la objeción (suya) es a Tabaré Vázquez o al hecho de que no haya competencia en la interna.

CM - Quiero decir en mi descargo que no tengo nada personal contra Tabaré Vázquez, Tabaré Vázquez me parece un capital político muy importante del FA y que hay que cuidar, pero pienso que el FA debería haber seguido por otro camino. Por un camino de riesgo, porque eso hubiera implicado ya no construir una candidatura sino una fórmula, como se construyó con Mujica-Astori –como Mujica no podía solo, tenían que ser los dos–, y había que haberlo hecho con tiempo, con el tiempo suficiente para que esa fórmula fuera visible, reconocible, amigable, que todo el FA se pusiera de acuerdo sobre ella. Pero lo que parece estar primando no es precisamente eso.

EC - ¿Qué es lo que está primando?, ¿la convicción de que Vázquez es la figura que asegura un nuevo triunfo del FA?

CM - Claro. Todo eso también está siendo muy incentivado por las encuestas de opinión pública, que ¿qué es lo que muestran? Acá voy a hacer un análisis brevemente politológico. El primer desafío que tiene un candidato es que lo conozca todo el mundo. ¿A quién conoce todo el mundo? Al presidente. A veces al vicepresidente, no siempre. Claro, si el vicepresidente es Astori, sí, porque ya viene con un capital previo, pero si le pregunto a la gente quién era el vicepresidente de Lacalle, no sé cuántos me contestarían que lo conocen. La visibilidad de una figura se da por el poder que tiene, por tanto si uno es presidente lo conoce todo el mundo. Ya luego es más difícil tener ese nivel de conocimiento.

Entonces si las encuestas me dicen “Tabaré, Mujica y Astori son las figuras más importantes o más reconocidas del Uruguay”, digo chocolate por la noticia; Berlusconi probablemente sea la figura más conocida de Italia. El grado de conocimiento es lo primero que tiene que tener una figura política para poder candidatearse. Luego están las simpatías y antipatías que cosecha, hay personas que concitan muchas simpatías y muchas antipatías y hay personajes relativamente neutros, concitan simpatía y sentimientos neutros y no tantos odios, hay personajes más polarizados y menos. Entonces, las encuestas dicen “Tabaré es el que está en mejores condiciones”, por supuesto que los expresidentes siempre van a estar en mejores condiciones, también pasaba esto con Lacalle dentro del Partido Nacional (PN) y con Sanguinetti dentro del Partido Colorado (PC). Es decir, los expresidentes en general son los que ranquean primero en los niveles de conocimiento de la gente, lo que luego se traduce en los niveles de simpatía de la gente.

Por eso, por supuesto que Tabaré es “la sellada”, y más ahora que se ha expresado la inmensa mayoría de los grupos grandes del FA. Porque los que no se han manifestado son el PCU, la CAP-L, que dijo que apoyará cualquier candidato, o el Partido por la Victoria del Pueblo (PVP), que dijo que no tiene ningún candidato. Pero los grandotes son el Frente Líber Seregni, el Partido Socialista y el MPP, y cuando el MPP toma la decisión de pronunciarse rápidamente por Tabaré Vázquez va cerrando el espacio de buscar cualquier alternativa, si es que ese espacio existía.

EC - ¿El común denominador para usted cuál es? Utilizó la expresión “la sellada”, que Vázquez es “la sellada”, la “segurola”, como también se ha dicho otras veces, la solución segura, la que menos implica desde el punto de vista del electorado, ¿dice que se está optando y se está resolviendo por ese camino?

CM - Riesgo siempre hay.

EC - Pero el criterio que está primando es ese, pese a que usted por lo visto no lo comparte, para usted hay riesgos con Vázquez.

CM - No, no lo comparto porque creo que el FA debió asumir el riesgo de su renovación. Para mí el FA estaba en buenas condiciones, porque este segundo período de gobierno todavía sigue siendo bueno, yo sé que hay conflictos, pero los principales indicadores, de confianza en la economía, de confianza del consumidor, de satisfacción con la política, qué sé yo, los clásicos que se usan, dan bien, la confianza en el gobierno es alta. Usted toma posiciones de riesgo no cuando va perdiendo sino cuando va ganando, la audacia tiene viento de cola, si no tiene viento de cola se aconseja cautela. Entonces si usted viene después de dos programas de gobierno y dos períodos de gobierno en los que le fue bien y en el segundo le fue bien con una opción de riesgo –porque Mujica fue una opción de riesgo para el FA, en el sentido de que parecía que Danilo Astori era menos riesgoso–, tenía la posibilidad de asumir un poco más de riesgo y entonces sí buscar una fórmula de renovación generacional poniendo hombres y mujeres relativamente jóvenes.

¿Cuál es el riesgo que entraña volver a Tabaré? Hay un riesgo por izquierda, el mismo que se expresó en el voto en blanco en las municipales de mayo. El riesgo disminuye en la medida en que el descontento con el FA no expresa una fuga hacia los otros partidos, porque el escenario uruguayo es de polarización, no tenemos partidos en el medio para que los votos vayan para un lado o para el otro. Es el riesgo de lo que parece la sellada, porque es el más experiente, pero que luego no conforma a un montón de gente.

Voy a poner el ejemplo de [Eduardo] Frei en la Concertación chilena. La Concertación tiene una gran discusión luego de Bachelet. La Concertación sale de gobiernos más o menos de centro, sale de Frei, pasa a Lago, pasa a Bachelet. Bachelet empieza bastante mal, pero hace cosas novedosas, arma un gobierno de paridad con hombres y mujeres, y luego les da una salida por izquierda a algunos de los problemas que enfrenta, entre ellos de control de la Concertación, que parecía dispersársele para todos lados. Bachelet termina con 70% de popularidad, una cosa así. Luego se producen tantas discusiones en el Partido Socialista que se termina yendo a por Frei, que ya había sido presidente y era hijo de un presidente. Más experiencia que Frei, imposible. Y sin embargo Frei no logra capitalizar ni los logros de Bachelet ni los logros de la Concertación.

EC - ¿Usted dice que Vázquez dentro del FA puede no captar todo el voto frenteamplista?

CM - Sí, digo exactamente eso. Pero como todavía prima el pensamiento científico en mí, me gustaría ver alguna encuesta –no he visto ninguna– que exprese esto.

EC - Usted en particular ha estado planteando algunas objeciones con respecto a posiciones de Vázquez.

CM - Sí, las posiciones de Vázquez con respecto al tema del aborto dejan muy insatisfecha a una porción del FA que ha luchado por eso. Me dirá: ¿cuánto es en términos del electorado? No sé en términos del electorado, pero en términos de lo que uno llamaría el grupo de adherentes, simpatizantes, militantes, que es el 20% del electorado del Frente, por poner algún número, en ese electorado esas actitudes caen mal, las actitudes de tipo confesional, el papa, qué sé yo, también caen mal. Todo eso es un paquete. Y luego el otro tema son los jóvenes y la oferta política del FA, estos 250.000, 300.000 nuevos votantes, que son más o menos las credenciales que espero que la Corte Electoral termine de expedir cuando llegue el plazo, de los que supongamos que 150.000 o 120.000 sean votantes del FA. Es un número importante, es un 10% del FA. Me parece que Vázquez funciona muy bien para un electorado más tradicional, más frentista, de mayor edad, pero ¿a ese electorado con qué lo vamos a cautivar?, ¿qué le vamos a decir?

EC - ¿Para usted se corre el riesgo, por las posiciones que ha tenido Vázquez en algunos asuntos polémicos como el aborto o las relaciones con Estados Unidos, y por este tema de la edad, de que el FA pierda votos?

CM - Sí, se puede correr el riesgo de que el FA pierda votos. No creo que ninguna elección esté asegurada, pero creo que el FA tiene todo para ganar el próximo período de gobierno, que no debería estar tan asustado como está, debería sentirse un poco más seguro de sí mismo como partido, pero sí, puede correr el riesgo de perder votos.

EC - ¿Su preocupación es por la eventual fuga de votos o por lo que implicaría Vázquez como presidente en un tercer gobierno del FA?

CM - Es una buena pregunta. Mi preocupación por la fuga de votos no trasciende una cierta confianza que tengo en que el FA gane las elecciones. Mi preocupación por la fuga de votos sería una preocupación excesivamente electoralista, más bien mi preocupación respecto de la fuga de votos es que una clase política muy consolidada y sin renovación genere retraimiento político o aislamiento político de la base, los movimientos sociales, los jóvenes, etcétera. Más que por la fuga de votos es por la fuga de la política que pueden representar alternativas muy conservadoras y muy internistas del Frente, es más eso que otra cosa.

EC - ¿Y con respecto a lo que implicaría Vázquez gobernando usted qué teme?

CM - El FA tendría que ponerle condiciones al candidato, y no el candidato al partido, me parece que así es como debería ser.

EC - ¿Y Vázquez tiene la costumbre de ponerle condiciones al partido?

CM - No lo sé.

EC - Hay antecedentes.

CM - Sí, hay antecedentes. Quizás el primer antecedente fue cuando el Poder Ejecutivo mandó –algo así como dos años después, creo que en el año 2007– un proyecto de ley para resarcir a las víctimas de la lucha contra la sedición, un proyecto presentado por García Pintos por la Asociación 14 de Abril. El FA reacciona y va a ver a Vázquez. Finalmente ese proyecto no sale, pero Vázquez en su momento le dice “esto no es un cogobierno”; lo recuerdo porque cubría las noticias en ese momento. Es toda una expresión, “esto no es un cogobierno”. Creo que Mujica y Astori, hasta por el hecho de que no las tenían todas consigo, se recostaron mucho más al FA, el FA tuvo más protagonismo en este período de gobierno que en el anterior. Entonces, no quisiera un FA con menos protagonismo frente a iniciativas presidenciales muy autónomas.

EC - ¿Prevé además que con Vázquez como presidente…?

CM - Yo no lo preveo, esto es una posición política, quiero un presidente que dialogue más con la fuerza política, que dé marcha atrás y que sobre todo frente a temas muy controversiales para nosotros como comunidad política tenga la capacidad de consultar hacia dentro.

EC - Porque si no, ¿qué? ¿Imagina que por esa forma de ser de Vázquez y por esa forma de gobernar lo que podría ocurrir es un gobierno del FA que no girara a la izquierda todo lo que usted entiende que tiene que girar?

CM - A veces es un giro a la izquierda y a veces es un giro hacia la modernidad. Porque el matrimonio igualitario, la despenalización del aborto, cambiar la política con relación a las drogas, los derechos de la mujer son parte de lo que yo llamo la “agenda secular”, que es la agenda de la modernidad.

EC - ¿Ve a Vázquez distanciado de todas esas reformas?

CM - No, no.

EC - Porque tuvo sus discrepancias notorias con la despenalización del aborto, uno de los puntos que usted acaba de mencionar. Eso no quiere decir que esté al margen de toda esa modernización de la que está hablando.

CM - No, usted me preguntaba si yo temo que la izquierda no dé un giro todo a la izquierda que yo creo que debería dar. Y yo le digo que hay una parte de eso que es giro a la izquierda, por ejemplo, sí creo en una política externa orientada. No creo en políticas externas neutrales, creo que el gobierno del FA tiene que ratificar su voluntad mercosuriana, tiene que seguir negociando con Brasil y Argentina, y negociar y negociar y negociar; tiene que evitar tentaciones de atajo de los amigos grandes y poderosos, como se dice en política exterior, y con esto me refiero a toda esa discusión del TLC con Estados Unidos o la Alianza del Pacífico, etcétera. Creo que en este sentido sí tiene que tener una agenda de izquierda, que tiene que tener una agenda importante en materia de defensa del Estado y de posicionamiento firme del Estado en todas las cosas nuevas que se van a producir, megaminería, etcétera, todo este país nuevo que parece desplegarse ante nosotros, que es un país interesante, que deja de ser ganadero, que empieza a ser agrícola, que va a tener minería, es bien interesante. Allí hay una perspectiva de cambio en el patrón de desarrollo uruguayo en el que me parece que el Estado tiene que tener una posición central. A todo esto llámele política de izquierda, pero a todo el resto llámele política republicana, política moderna, agenda de derechos. Todo esto es algo que la sociedad tiene que conquistar para sí, todo lo que es innovación, todo lo que es tecnología, esas son cosas que están en una agenda a la que yo llamo la agenda secular, la agenda de la modernización. De ninguna manera digo que Vázquez no represente esto, le respondo a su pregunta de qué es lo que desearía para un tercer gobierno de izquierda.

EC - Y con Vázquez presidente no ve muy seguro ese rumbo.

CM - El problema no es si con Vázquez presidente veo o no seguro el rumbo, ya el Frente discutirá lo que tenga que discutir y pondrá los límites que quiera poner y hará con el programa lo que tenga que hacer. El problema es que creo que el FA se rifa un salto que tendría que haber dado, lo traslada hacia el futuro, el futuro quizás no sea tan bueno como ahora, este es un mejor momento para tomar riesgo que probablemente el 2019. Me parece que se estaba en las condiciones para hacerlo, y ahora la visión mayoritaria de los grupos del FA va achicando notoriamente esa posibilidad.

***

EC - Enseguida completamos la entrevista con la senadora Constanza Moreira, por ejemplo para saber si ella misma es una candidata para competir en la interna con Vázquez.

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EC - La senadora Constanza Moreira en las últimas semanas ha estado haciendo una especie de campaña en la que representa a los frenteamplistas que quieren otra cosa, y de hecho aparece como la voz de los que no suscriben a tapa cerrada una nueva postulación de Tabaré Vázquez.

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EC - Usted ha quedado en el centro de la polémica por estar liderando estas discrepancias de varios militantes del FA con la candidatura de Vázquez, pero ¿quién más la acompaña?, ¿qué sector político, qué personalidad la acompaña?

CM - Es una buena pregunta. Lo primero es que no lidero esto sino que lo expreso, en todo caso soy el portavoz.

EC - Está bien, manejemos ese otro término.

CM - Soy el portavoz de una insatisfacción que no creo que sea un problema de escritorio, me parece que también está en la calle.

EC - Ahí está contestando un mensaje de la audiencia que le leímos fuera de micrófonos.

ROMINA ANDRIOLI:
Miguel de Villa Dolores decía: “Constanza, por favor, no compliques un partido fácil. Menos academia y escritorio y más calle”.

CM - Esa es una descalificación muy frecuente que se me hace, creo que la gente olvida que hace cuatro años que estoy haciendo política.

EC - Vayamos a la pregunta: ¿a quiénes está expresando Constanza Moreira? ¿O está sola?

CM - Me parece que esta postura, junto con otras que no necesariamente son muy cercanas a las mías, está expresada en mucha gente de a pie, dentro de los partidos hay gente que está desconforme y que quisiera otra cosa, pero los partidos también tienen sus votaciones y evidentemente en la mayoría de los partidos no está ganando esta posición, por eso se está transformando claramente en una posición minoritaria.

Yo no lo lidero, soy el portavoz, digo lo que pienso, lo que me parece, me parece que es importante decirlo, me parece que es importante ponerle palabras a este pensamiento, a una desconformidad, a unas ideas, a un modo en que creo que se debería ir para adelante. Eso lo creo con escritorio y con academia, sí, pero también como mujer y como parte de una generación que vuelve a ser sacrificada. Y con esto no me estoy refiriendo a mí misma, yo estoy de licencia en la universidad por cinco años, sino a los que hace mucho tiempo que vienen haciendo carrera. Me pregunto por qué toda esta generación –insisto, los Daniel Martínez, los Óscar de los Santos, las Mónica Xavier– que puede competir por la Intendencia o por un ministerio, ¿no están en condiciones de competir por la Presidencia? ¿A alguien se le pasa por la cabeza que no tienen condiciones?

EC - Casualmente acaba de mencionar nombres de una generación, pero no nombres que la estén acompañando en este planteo. Al revés, son todos nombres que están con Vázquez.

CM - Tanto Daniel Martínez como Castillo en la jornada que tuvimos sobre alternativa se expresaron a favor de una alternativa.

EC - ¿A favor de una alternativa o a favor de que haya competencia? No necesariamente es lo mismo.

CM - Está muy bien, exactamente.

EC - El propio MPP dijo que llegado el momento de votar en el Plenario, en el Congreso, va a habilitar todas las candidaturas que se quieran presentar.

CM - Entonces vamos a subir la apuesta: si los sectores consideran que es bueno que haya una alternativa, que es bueno que haya más de una candidatura, que es bueno recrear un escenario de candidaturas múltiples en la interna, aunque más no sea para “rastrillar”, como se dice, los votos del descontento, entonces que los sectores mismos propongan alternativas y candidaturas múltiples.

EC - Usted en particular, ¿está dispuesta a ser candidata para competir con Vázquez en la interna del año que viene?

CM - No.

EC - ¿“No” quiere decir que no va a ser? Porque ¿qué otro nombre hay en ese movimiento, en esos sectores, en esas bases a las que usted escucha y de algún modo representa para oponerse a Vázquez?

CM - Usted me preguntó si iba a haber más de una candidatura, no quién se iba a oponer a Vázquez, me dijo “una cosa es la alternativa y otra cosa es la pluralidad de candidaturas”. Creo que hoy por hoy la alternativa de oponerse a Vázquez no es la alternativa de oponerse a Vázquez, sino que es la alternativa de tener algo diferente de lo que el 60 u 80% de los partidos del FA representan. Esa me parece que es la ecuación, en la medida en que los partidos van cerrando su opción detrás de una candidatura va quedando poco aire para proponer otra cosa. Pero usted me pregunta si es necesario proponer esa otra cosa, y yo creo que sí, sigo creyendo que sí.

EC - Y en último caso, ¿está dispuesta a ser usted misma?

CM - Por ahora no estoy dispuesta a ser yo misma. Hay una cosa sobre la que quiero ser muy clara, porque parece que me estuviera candidateando o que tuviera un enorme interés en hacer una carrera política. Yo entré a la política con 50 años, mi carrera es una carrera académica, yo soy profesora titular de la Universidad de la República, tengo un cargo full time, tomé cinco años de licencia para dedicarme a cosas que me importan, no para empezar una carrera política a los 50 años. Me dedico a la ciencia política y algo de lo que es hacer carrera política entiendo, porque me he dedicado a estudiar eso, pero no entré a la política para hacer carrera política, entré para hacer algunas cosas, una de las cuales estoy haciendo ahora, con bastante poco éxito por cierto, pero entré para hacer cosas. Entonces no está en juego ni que yo sea candidata, ni que quiera ser candidata. Mi nombre se puso en juego, sí, y a todos los que pusieron mi nombre en juego, no ahora, sino desde hace tiempo, me he encargado de decirles, de escribir en sus muros de Facebook “yo no soy la candidata, soy el portavoz de esta cosa”.

EC - Pero en Facebook mismo hay un grupo llamado “Constanza Moreira 2014”, con su foto, con su nombre, y usted no lo ha desautorizado.

CM - Escribí en ese mismo Facebook hace como dos meses “por favor, no sigan”. Porque ponerme a mí de candidata me parece que debilita mi posición, porque entonces la gente va a pensar que estoy buscando una carrera personal, y yo estoy defendiendo una posición.
  
EC - Hablando de su incursión en política, usted llegó al Parlamento con las listas del Espacio 609, que no es lo mismo que el MPP…

CM - … pero se le parece.

EC - … pero tiene como médula al MPP. Entonces, ahora que el MPP se ha pronunciado por Vázquez, usted que es “socia” electoral del MPP, ¿cómo siente su posición?

CM - La siento muy distante. En este momento tenemos una diferencia importante, Lucía Topolansky ha salido a decir que el MPP no va a poner condiciones. De la misma manera que el PVP, que está dentro de la 609, tiene otra posición. Pero en este momento tenemos una posición bastante diferente, no será la primera ni la última, hemos tenido posiciones diferentes respecto de unas cuantas cosas.

EC - ¿Cambia su futuro posicionamiento dentro del FA? ¿Puede terminar apartándose del Espacio 609?

CM - Por ahora pienso terminar mi legislatura, esas son mis intenciones, llegar hasta el fin de mi legislatura y seguir trabajando en los temas que me importan. Y por supuesto, mantengo la coordinación con la 609, de hecho al mediodía tengo la coordinación de todos los lunes con la 609.

EC - Usted dice: conviene que haya una candidatura alternativa a la de Tabaré Vázquez. Pero lo más probable es que esa candidatura pierda en la interna del FA, y pierda de manera fuerte. ¿De qué habrá servido entonces? ¿Cuál es la utilidad de esa candidatura alternativa?

CM - La gente que me ha propuesto que sea candidata alternativa contra Tabaré Vázquez creo que básicamente me ofrece algo así como una ceremonia sacrificial. Yo ya he pasado por esto, porque fui candidata a la presidencia del FA, y también fue una ceremonia sacrificial –las ceremonias sacrificiales en las que sacrificamos a alguien o a algo para alguien por alguna causa–. Cuando fui al congreso mi nombre fue llevado al Congreso, yo sabía que eso perdía –para algo sirven los papeles y el escritorio–; ese nombre había sido impulsado por el MPP, la Vertiente Artiguista y el PVP.

¿Para qué sirvió ese sacrificio? De aquellos polvos vinieron estos lodos, de aquellos esfuerzos luego vino esta competencia interna por la presidencia del FA, vino todo esto, que trajo un cambio en el FA. Yo ya pasé por eso y no querría volver a pasar nuevamente, por una ceremonia sacrificial, pero si me pregunta, sacando mi cuerpo de esta historia, ¿serviría que alguien perdiera pero obtuviera entre el 18 y el 20% de los votos? Creo que serviría, depende de quién.

EC - ¿Para qué serviría?

CM - Porque abre un espacio alternativo, abre un espacio de los que quieren hacer otra cosa.

EC - ¿Serviría, por ejemplo, a los efectos de definir la fórmula presidencial?

CM - En un momento tuve esta idea, que para tratar de convencer a alguien de que se presentara podría decir: que marquen sus votos en esta instancia y luego el que saque más votos podrá tener, al estilo de lo que se hizo con Mujica y Astori y sin duda al estilo de lo que se hace en los partidos Nacional y Colorado, una alternativa para elegir su vice, que será una alternativa más del pueblo –si pienso que en una elección interna van a votar 300.000 o 500.000 personas– que la decisión de uno solo o la decisión de equilibrio del Congreso. Pero esto ha levantado enormes resistencias, sobre todo porque ir a una elección abierta en la que el segundo colocado quede de vicepresidente retrae de las cúpulas políticas la posibilidad de elegir quién es el vicepresidente, la pone en manos de la gente, y la gente siempre es un poco impredecible.

***

EC - No serviría que hubiera un candidato alternativo para definir la fórmula presidencial, pero sí para marcar posiciones. Esa sería la síntesis.

CM - Esa es la idea, esa sería la síntesis.

EC - ¿Y usted va a seguir trabajando por esto?

CM - Absolutamente. Siempre manteniendo la cordura, porque ya veo el terreno donde piso. Nunca me he visto tan expuesta a la televisión y a un cierto escarnio público como en esta semana, y me parece que eso no habla muy bien de la política uruguaya. Acá sabemos disentir, la política uruguaya ha sido conflicto y disidencia desde la época del bipartidismo hasta ahora, así que siempre digo, no hay que tenerles miedo a las palabras, hay que tenerles más miedo a los hechos que a las palabras. Las palabras solo expresan lo que está. Y si algunos nos sentimos desconformes o descontentos con esto, lo mejor que podemos hacer es expresarlo, porque, por usar palabras de Maquiavelo, en toda sociedad hay rencores y descontentos. Lo que hay que tener son canales institucionales para manifestarlos, porque si no, explotan de cualquier manera. En un mundo donde las subjetividades políticas se han manifestado muy críticas frente a un orden político imperante, en un mundo que procesa sus crisis políticas de muy diversas maneras, me parece que hay que entender de qué se trata el descontento, de qué se tratan las alternativas y de qué habla la gente cuando no le gusta lo que no le gusta.

***

Transcripción: María Lila Ltaif

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