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martes, 13 de agosto de 2013

Esteban Valenti: Lo de Constanza Moreira es "cambalache" y " destrato"

Candidatos y renovación en la izquierda




Cuando se trata de hablar de nombres es siempre incómodo. Mejor hablar de conceptos, de ideas, de proyectos. Pero llega un momento en que es obligatorio hablar de personas, de compañeros, porque no se puede ir a las elecciones con una nube, una abstracción, hay que elegir. Eso es además lo lindo, elegir.

Se terminó el tiempo de los "elegidos". Yo vengo de esa cultura, así que hablo con propiedad. Compañeros, casi siempre, alguna compañera, que reunían todas las virtudes, eran incuestionables por los seis lados y nos representaban perfecta y acabadamente a todos y a todas las humanas virtudes. Así nos fue.
Porque esa visión indiscutible y perfecta fue parte de una concepción del mundo, de la revolución, de la historia, de la sociedad y naturalmente del Partido. Y debajo de los ladrillos también quedaron esos conceptos.
Vamos a elegir uno de nosotros, igual a nosotros pero diferente, en el que depositamos esperanzas y muchas exigencias, vamos a elegir quien encabece la fórmula presidencial para asegurar un tercer gobierno de la izquierda, del Frente Amplio. Que si lo logramos es el mejor balance de lo que hemos hecho en estos dos periodos anteriores. Es una gran responsabilidad para nosotros y para el que sea elegido. Y lo elegimos para gobernar.
¿Qué elementos voy a tomar en cuenta yo, para decidirme? Cada uno tendrá los suyos, aunque está claro que importa, desde el inicio que seamos muchos los que optamos por determinada persona, porque la política no es un juego sacramental, es la disputa del poder, en este caso del gobierno nacional y hay que optar por alguien que tenga posibilidades. No se trata de sacarse las ganas, sino de crear las mejores condiciones para ganar, en octubre del 2014.
Lo primero que voy a considerar es que tenga una trayectoria que me de las mejores garantías como político y como gobernante. Y Tabaré Vázquez en su gestión en la Intendencia de Montevideo, en todo el proceso hasta el año 2004 y durante su gobierno (2005-2010) cumplió ampliamente mis expectativas, Montevideo y el Uruguay tuvieron avances notorios en los aspectos económico, productivo, laboral, social, cultural, de la salud, en la educación, en la dignidad nacional frente a los prepotentes y en el pleno funcionamiento de las libertades. Porque rompió con la "omertá" de los violadores de los derechos humanos y con la impunidad.
Porque impulsó una política contra el tabaquismo que además de su valor a favor de la salud pública, fue y es una señal de firmeza y de audacia en las políticas públicas.
Voy a votar a Tabaré Vázquez porque fue el mejor presidente que conocí en toda mi vida en el Uruguay, y fue un presidente con claras prioridades y políticas de izquierda que rompió la hegemonía de los gobiernos de la derecha. 170 años...
No estuve de acuerdo con todas las cosas que hizo, y en su momento opiné y escribí sobre ellas. Las 6 horas para los funcionarios municipales sin contrapartida, el veto a la ley de despenalización del aborto y otras cosas menores. Pero comparativamente el saldo es abrumadoramente positivo.
Voy a votar por Tabaré Vázquez porque se fue de la presidencia con el 70% de apoyo ciudadano y ese es un gran capital político personal y de toda la izquierda y porque encabeza todas las encuestas de opinión pública.
Voy a votar por Tabaré Vázquez porque considero que reúne un conjunto de condiciones políticas y personales que aumentan las posibilidades de triunfo de la izquierda en las elecciones. Y no me hago el académico y el desinteresado, hago política, y eso en política vale mucho.
Todo lo anterior no me impide - al contrario - valorar el papel que han jugado otros compañeros en el proceso de la izquierda. Desde la fundación del Frente Amplio hasta hoy. Y para no hacerme el distraído y el cómodo, este apoyo no me impide valorar el aporte invalorable que realizó y que sigue haciendo Danilo Astori no solo en la conducción del más complejo frente de la acción de un gobierno, la política económica y social, sino la contribución a la fortaleza institucional, a la lucha de ideas, a la renovación de la izquierda.
Hoy con Astori militamos juntos y me siento muy cómodo y con la suficiente tensión para seguir aportando, polemizando, construyendo. Junto a varios valiosos y queridos compañeros y compañeras del FLS. Pero con Astori he polemizado, desde los tiempos de la FEUU y su decanato de Ciencias Económicas, el documento de los 24 y otros momentos. Y por eso mismo valoro este momento, nadie pide unanimidades.
En la izquierda las unanimidades generales o sectoriales son peligrosas, son funestas.
Todos los compañeras y compañeras que consideren que el nivel de sus diferencias y malhumores requieren de que alguien las exprese electoralmente, tienen todo su derecho y sus posibilidades. Las candidaturas múltiples en las internas no tienen la mínima épica, ya se usaron y ni siquiera le hicieron un rasguño a la unidad.
Los rasguños y algo más se produjeron cuando las diferencias en las candidaturas se cimentaron en una base ideológica y política en el año 1989. El origen fue sobre candidaturas pero las raíces fueron otras, muy diferentes. No creo que se trata de ese mismo proceso. A menos que algunos si busquen el candidato "natural" y que nos satisfaga a todos, plena y totalmente. En ese caso no entendieron nada ni de la unidad ni de la izquierda uruguaya.
También existe la posibilidad de que alguien considere que para construir esa alternativa debe embestir contra otros compañeros, por la edad, por sus opiniones, por lo que sea. Una cosa es el debate serio y otra cosa el cambalache y el destrato.
En el FA no hay ni hubo nunca candidatos naturales. Designar a Liber Seregni en 1971 como presidente del FA y candidato a presidente no era precisamente "natural", fue un gesto de grandeza e inteligencia política. Y no nos equivocamos, fue además una gran elección moral y democrática. Pero no fue "natural".
Así que los que le tienen miedo al "naturalismo" le erran al biscochazo. Y los "generacionales" también. Los cuadros, los líderes los dirigentes surgen con o sin consenso, son parte del juego complejo de vacíos y de posibilidades que ofrece la política. No se decretan los cambios generacionales.
La izquierda uruguaya impulsó junto al resto del sistema político discriminaciones positivas hacia las mujeres y los afrodescendientes y ahora eso forma parte de nuestra legislación. Y es justo y necesario. No pretenderán que también hagamos leyes sobre la edad de los candidatos.
Lo único natural en el Frente Amplio es apelar a la democracia y a la opinión de los frenteamplistas o del pueblo frenteamplista. Y punto.
La renovación de las ideas, la necesaria profundización de los cambios, las nuevas etapas del Proyecto Nacional no se medirán por cierto por el promedio de edad, sino por la audacia de las ideas, por la claridad y audacia de los cambios en la generación y distribución de la riqueza, por el constante crecimiento de los derechos ciudadanos y humanos, por el nivel de la educación y en particular de la educación pública, por las formas más civilizadas y cultas de convivencia, por la seguridad que ha pasado a ser un reto de primer nivel, por la calidad de la salud y de la vida de la gente, de toda la gente.
Lo que no hay que hacer es retroceder hacia el pasado, hacia la decadencia, hacia modelos que ya demostraron su incapacidad, aunque presenten candidatos más jóvenes. ¿O vamos a organizar una carrera?
(*) Periodista, escritor, director de UYPRESS y de BITÁCORA. Uruguay
ARTICULO ESCRITO ANTES DEL ANUNCIO DEL DR. TABARÉ VÁZQUEZ DE ACEPTAR SER PRE CANDIDATO PRESIDENCIAL POR EL FRENTE AMPLIO.

2 comentarios:

  1. Izquierda caviar, lobbysta, favorecido por Vázquez a través de la agencia Perfil, asesor del reaccionario Binner. ¿Qué otra cosa podría opinar Valenti?

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  2. Y homofóbico....un sorete "Pseudoprogre"

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