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miércoles, 7 de agosto de 2013

Polémica en la izquierda Universidad de Educación: ¿error histórico?


MONTEVIDEO (Uypress) — Se instaló la polémica entre seguidores del ex presidente Vázquez, nucleados en la Nueva Agenda Progresista y quienes ven al grupo como una instancia de generar suministros programáticos para el ex mandatario por fuera de la orgánica de la coalición de izquierda.

Los primeros temores se generaron cuando, hace poco más de dos meses, se anunciaba el lanzamiento del grupo Nueva Agenda Política (NAP), cuya cara más visible viene siendo el integrante de la Generación 83 y ex ministro de Economía del primer gobierno del Frente Amplio, el Cr. Álvaro García (Partido Socialista).
La NAP se autodefine como una "asociación ciudadana de aporte al pensamiento al país que se viene", agregando que "no es una asociación partidaria y sus objetivos no refieren a candidaturas presidenciales". Independiente de esa definición, en ciertas áreas es visto como un grupo de políticos y técnicos que tienen la intención de generar bases programáticas y apoyo a la candidatura de Tabaré Vázquez.
El pasado viernes, el semanario Brecha publicó un análisis de uno de los referentes de la NAP, el sociólogo Eduardo De León, también socialista, al igual que el ex ministro García. El trabajo de De León se titula "Al borde de un error histórico. El anteproyecto de ley de creación de la Universidad de Educación".
De León sostiene que la formación docente es la madre de los problemas que luego se observarán en todo el sistema de educación básica, y que no es secreto para nadie que la misma adolece de serios problemas estructurales.
Afirma el sociólogo que existe una tendencia a la "liceización" y que, de aprobarse, la ley agravará los problemas "privando al próximo gobierno de los instrumentos para cambiar no solo la propia formación docente sino el conjunto del sistema".
"La futura Universidad de Educación está destinada a formar empleados públicos y no profesionales liberales, y no se puede privar al gobierno de la definición de la formación de sus propios funcionarios en el sector estratégico para el desarrollo nacional del país; más que la energía, los ferrocarriles o la telefonía", afirma De León, quien también se manifestó contrario a la instrumentación planteada para el cogobierno y la autonomía en la misma.
"El anteproyecto de ley transfiere todo el poder al actual sistema pero lo convierte aun en más pesado y burocrático que hoy, más costoso y extraviado en una nueva jungla de gestión contra toda la experiencia institucional mundial de organización universitaria" afirma De León.
Sostiene también el referente de la NAP que el proyecto tiene serias carencias de diseño, estando ausentes diferentes "patas" de las modernas estructuras que hoy integran, a nivel del mundo desarrollado, las universidades, como ser, por ejemplo, las áreas de posgrado.
"Las nuevas universidades públicas de América Latina por supuesto incluyen canales de participación en el gobierno de docentes y estudiantes junto a otras entidades públicas, pero se organizan sobre la base de tres o cuatro pro rectorados: uno de investigación asentado en las estructuras de maestrías y doctorados; otro pro rectorado académico basado en el desarrollo docente de los posgrados, un pro rectorado pedagógico basado en grados y licenciaturas, y finalmente un pro rectorado de gestión", afirma en su artículo. "En el caso del proyecto de ley de Universidad de Educación faltan los niveles de posgrado, y la gestión nuevamente, como ya sucede en la ANEP, queda atomizada y confundida con lo académico", agrega, para remarcar que "faltan tres de las cuatro patas que deben componer una estructura universitaria moderna".
Más adelante, en una afirmación que ya ha generado polémica en distintos ámbitos, De León afirma que "no se puede repetir el modelo de cogobierno (convertido en una consigna hueca, repetida pero vacía de cualquier contenido real) de la ley del 58, porque hoy esto supone consagrar y cristalizar lo que se quiere transformar. Lo endógeno reproduce y consolida exactamente lo que hay que enriquecer y mejorar, e impide aprovechar las fortalezas reales de la actual formación docente", sostiene.
"La ley pretende construir una universidad sin construir una universidad", sintetiza en forma categórica.
El proyecto acordado en la bancada del Frente Amplio establece un sistema de cogobierno que estará dirigido por un Consejo Directivo Nacional integrado por el rector, dos delegados de los estudiantes, dos de los docentes y dos de los egresados y hasta seis directores regionales, todos los cargos son elegidos por cada uno de los órdenes.

Respuestas desde la orgánica
Uno de los primeros en salir al cruce de las afirmaciones de De León fue el diputado del MPP Sebastián Sabini, quien en su cuenta de Facebook se preguntó si "¿Parte de la nueva agenda progresista es desprestigiar la autonomía y el cogobierno?", para él mismo responderse que "eso no es nuevo, pero tampoco es progresista".
Por su parte, el también socialista y diputado Roque Arregui, discrepó abiertamente con su compañero de Partido y sostuvo que respeta la posición de De León, pero no comparte la afirmación respecto a que el cogobierno de la Universidad de la Educación "es una consigna hueca".
"Existen valiosos compañeros dentro del Partido Socialista que como De León hacen grandes aportes, pero todos los legisladores del Frente Amplio vamos a estar votando este proyecto de ley", indicó Arregui, según informa El País, mostrando de esta manera el encolumnamiento y disciplina de la estructura parlamentaria.
Para Arregui, la creación de la universidad que se encargue de brindar formación a docentes no supone colocar "una chapa" a un sistema que se encuentra en crisis, como sostiene la NAP.
"No se trata bajo ningún punto de vista de poner un rótulo a la universidad de la educación. Se trata de ir a superar problemas y carencias que todavía tiene el sistema educativo, coincido en que las hay, pero hemos avanzado mucho y esto lo hacemos para mejorar aún más", dijo Arregui.
Por su parte, el diputado astorista José Carlos Mahía, que aparece como uno de los firmes candidatos a pelear por la sucesión de marcos Carámbula al frente de la comuna canaria, sostuvo que "hay discusiones que son de fondo y en el Frente no se han dado ni en los canales ni en las formas que tienen que darse y ahora no es momento para ponerse a discutir" y manifestó que coindice con algunas de las posturas de la NAP.

La oposición
La creación de la Universidad de la Educación requiere de una mayoría especial de dos tercios de votos en cada cámara.
El Partido Nacional y el Partido Colorado anunciaron que acompañarán el primer artículo que establece la creación del organismo.
En declaraciones a El País, el diputado nacionalista José Carlos Cardoso dijo que su partido votará en general el proyecto porque desde hace diez años se comparte la iniciativa de crear una Facultad de la educación para formar a docentes. Más allá de eso se mantienen algunos reparos respecto al cogobierno.
En el informe redactado por la oposición, se deja en claro que el gobierno de la nueva universidad debe estar integrada por un Consejo Directivo Central compuesto de siete miembros: tres deben ser designados por el presidente con previa venia de la Cámara de Senadores; otros tres son docentes, egresados y estudiantes, y a estos se agrega la figura de un coordinador regional (electo por sus pares), que tiene voz pero no voto.

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