Desde DF MEXICO
Exclusivo para El Este
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Hace ya casi dos meses me vine a México a probar
suerte, en la ventolera de la huida pues la verdad dejé muchos cabos
sueltos por mi patria, así que me devuelvo, el asunto mis queridos
lectores de El Este es que quiero compartir con ustedes algunas de las
cosas que me han tomado por sorpresa acá, aparte de la diferencia de
costumbres y algunas particularidades de esta tierra.
La primera me la dieron en inmigración, en el
aeropuerto del DF (Capital de México) donde la funcionaria que me
atendió me preguntó a bocajarro si pretendía quedarme en el país, al
parecer con intenciones de devolverme, menos mal que tenía en mi
billetera el carnet que me acredita como profesor titular de un par de
cátedras en una Universidad Venezolana, cargo que por supuesto ya no
tengo pero la credencial aun está activa y pues calmó el ánimo de la
funcionaria, esa actitud es novedosa pues el año pasado vine y no me
hicieron esas preguntas, al contrario una de las cosas que maravillan
de este país es como te reciben, este año fueron mucho más parcos en
inmigración cuando menos.
Una vez que aterricé en mi destino final comenzó
la búsqueda de opciones laborales y me tropecé con la piedra de la
legalidad pues como turista no puedo y la verdad en ninguna parte del
mundo le dan trabajo a un ilegal, pero hasta el año pasado la cosa no
era tan complicada parea el empleo, sin embargo uno en situaciones
complicadas hace apuestas complicadas, mi familia tiene un restaurante y
allí he trabajado en este tiempo para intentar llevarme de vuelta
algunos dólares a mi país, para un hombre que ha vivido entre aulas y
oficinas de prensa pues el trabajo de u8n sitio así, tan caótico es una
ruda prueba.
Allí he conocido a varios Venezolanos, emigrantes
todos, a su vez su vida gira en torno al negocio petrolero, sueldos
astronómicos pero lo que tienen en común no es solamente la nostalgia,
es la tristeza de lo que sucede en mi país, nadie quiere volver, no
importa lo que le suponga eso, ya ni de vacaciones pues el miedo y la
rabia impera.
Acá me he enterado de muchas cosas pues casi
todos esos Venezolanos que están acá son ex PDVSA, que salieron en
estampida y las petroleras extranjeras siempre andan ávidos de la
experiencia y al parecer los venezolanos son muy buenos en eso de la
exploración petrolífera y sus negocios periféricos. Hoy precisamente
una ingeniero, me dio la razón de esa pregunta en inmigración, es que
ya hay mucho Venezolano trabajando por acá y levanta incomodidad la
cosa, sin embargo siguen llegando, buscándose la vida, huyendo de el
pandemónium criollo que dejan atrás, imagino que pronto habrá algún
impasse y cerraran eso de la visa automática y comenzaremos a ser los
parias del continente.
No solo los norteamericanos y Canadienses se
incomodaran y pondrán millones de trabas para la inmigración,
seguramente muchos otros países del continente lo harán, de hecho hasta
Ecuador que se supone es socio de
Venezuela recluta profesores españoles cuando en
mi país los hay excelentes y más cercanos, pero seguramente recibirán
demasiadas peticiones de empleo si hacen publica una propuesta de esa
naturaleza.
No sé cómo es la vida en Uruguay, ni cuál es la
dinámica nacional allá, ojalá pudiera encontrar algún empleo pues les
aseguro que vendo hasta el alma y me mudo con todo mi aparataje familiar
solo por huir de la debacle en que nos encontramos sumidos por el
circo político instaurado desde la presidencia, por acá (México) no
entienden como un país que nada en petróleo, pero que encima lo vende a
excelente precio y con un margen de ganancia groseramente alto navega
entre la corrupción, la anarquía y la pobreza.
Sé que es un asunto difícil de entender y que
quizás piensen que lo escrito por mi persona está contaminado por mis
ideas políticas, pues desde ya les cuento que no, la verdad yo
simplemente me ocupo de comentar este circo y compartirlo con ustedes,
en Venezuela el estado de derecho no existe más que para los poderosos
del gobierno, tal cual el siglo XIX, se hay realizado un retroceso
político y social de más de un siglo, como si fuese poco pues han
hipotecado el país a China, Bielorrusia y Cuba, alta traición
disfrazada de patriotismo y revolución.
Hasta acá mi artículo de este día, esperando que
ilustre un poco a quienes me leen sobre la situación desesperada que se
vive en mi patria, además de las condiciones de quienes emigran
buscando otros aires, ojalá se tropiecen con alguno de mis compatriotas
y les extiendan la mano para ayudarlos y de paso quizás hasta ayuden a
su país, por cierto, la mayoría de los emigrantes son gente preparada,
con títulos universitarios que en vista de la pobre oferta de empleo
buscan un mejor vivir, ojalá puada yo emigrar con éxito a esa tierra
que no conozco más que por internet y de boca de algunos buenos amigos
que he encontrado por las redes, saludos desde mi esquina y hasta una
próxima oportunidad.
José Ramón Briceño, 2013
@jbdiwancomeback
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