Mujica en M24
“No vamos a construir castillos de ilusiones”
Publicado el 27/6/2013 - 12:14
La República
“Daremos
todo lo que podamos, pero no podemos hacer magia ni vamos a construir
castillos de ilusiones”, reflexionó el presidente José Mujica en
respuesta a la ola de reclamos sindicales. “Se está dudando de la buena
fe del gobierno”, se quejó el mandatario.
Durante su
audición radial en la emisora M24, el jefe de Estado hizo referencia a
la enorme cantidad de pedidos de aumento salarial que vienen realizando
distintos gremios, que en parte los consideró justos, pero señaló que no
está dispuesto a poner en riesgo la estabilidad global del país.
En primer lugar, dijo que como gobernante le gustaría tener los medios económicos para responder a los reclamos realizados en el marco de la Rendición de Cuentas. “Qué mas quisiera un gobierno, que tiene un presidente que hace muchos años, no de hoy, coloca buena parte de su ingreso personal al servicio humilde de lo que piensa y lo puede demostrar”, sostuvo Mujica.
“Qué mas quisiera un presidente, que poder contestar a la protesta airada con los recursos económicos imprescindibles, que supone colmar ese desafío”, indicó. Sin embargo, dijo que si eso no se puede hacer “es por el íntimo convencimiento de la incertidumbre de la hora, porque no queremos correr el riesgo de empezar a sacrificar lo mucho que se ha logrado en la última década”.
“Se está dudando de la buena fe del gobierno. Se está dudando que si no da más, es porque está convencido de que no se debe correr el riesgo de sacrificar lo logrado y le está pidiendo al país ¡aguante un poco!”, enfatizó.
Mujica recordó que durante la crisis económica del año 2002 hubo una tasa de desempleo superior al 20% y un “endeudamiento penoso” de la población, con un dólar a 12 pesos que en una semana subió a 26, bancos quebrados y “corralito” hasta en el Banco República. “¿Por qué en aquel momento tan dramático en la historia del país no existía la virulencia que se pone hoy en los reclamos?”, cuestionó el presidente.
Señaló que mientras en Argentina se proclamaba la consigna “que se vayan todos”, acá en nuestro país “buscamos el fatigoso camino de la negociación, de la construcción de la paciencia y de la salida política”.
“¡Dame la mía!”
En su opinión, la premisa de los reclamos salariales “subestima totalmente” lo que puede pasar en el futuro de la economía. Consideró que se ha mejorado muchísimo en los últimos 8 ó 10 años en materia de ocupación, salario y distribución. A modo de ejemplo, destacó que hay 800 mil pobres menos en el país. “Estamos lejos de tocar el cielo con la mano, pero recordemos de dónde veníamos”.
“La gente que ha vivido este proceso acelerado de recuperación del país, no necesariamente ve hacia atrás, de dónde venimos, sino que tiende a gritar ¡dame la mía”, subrayó el mandatario.
Entiende que los reclamos en parte son justos, pero solo ven “la bonanza que ha pasado, pero no ven que la situación coyuntural hoy está jaqueada por la incertidumbre del mundo”. Dijo que en la situación actual lo mejor es la “prudencia”, para cuidar lo logrado hasta ahora en materia de reparto social y recordó que hace dos años “que paró el viento de cola”.
Consideró una “imprudencia” la eventualidad de alejar la inversión que se ha afincado en el país, con un mundo retraído en materia comercial, lo que significaría un achique de nuestra economía, que generará inflación, se caerá en el ajuste o “cayendo en toda esa política de larga historia en el Uruguay que ya sabemos a dónde nos lleva”.
“Esto es lo que no puede ver muchísima gente que reclama con sus razones, porque precisamente si coyunturalmente sacrifico este hoy, para colmar reclamos en parte justos, mañana vamos a perder buena parte de lo que hemos acumulado. Y esto, sencillamente, es lo que está en juego”, sentenció.
“Por eso hemos recomendado prudencia, gastar lo que podemos”, aunque el razonamiento de la mayoría “es en línea recta y si la economía ha andado bien, estoy esperando la mía”, dijo Mujica. A su entender, esta realidad rompe los ojos, pero gobernar significa considerar los reclamos con el máximo de equidad posible, y también tener en cuenta los límites que fija el porvenir.
“Daremos todo lo que podamos, pero no vamos a construir castillos de ilusiones o dar aumentos que al otro día hay que tirar al suelo con una espiral inflacionaria”. Afirmó que la estabilidad global del país no debe ponerse en riesgo. “No podemos hacer magia, si podemos compartir lo que tenemos”, concluyó.
En primer lugar, dijo que como gobernante le gustaría tener los medios económicos para responder a los reclamos realizados en el marco de la Rendición de Cuentas. “Qué mas quisiera un gobierno, que tiene un presidente que hace muchos años, no de hoy, coloca buena parte de su ingreso personal al servicio humilde de lo que piensa y lo puede demostrar”, sostuvo Mujica.
“Qué mas quisiera un presidente, que poder contestar a la protesta airada con los recursos económicos imprescindibles, que supone colmar ese desafío”, indicó. Sin embargo, dijo que si eso no se puede hacer “es por el íntimo convencimiento de la incertidumbre de la hora, porque no queremos correr el riesgo de empezar a sacrificar lo mucho que se ha logrado en la última década”.
“Se está dudando de la buena fe del gobierno. Se está dudando que si no da más, es porque está convencido de que no se debe correr el riesgo de sacrificar lo logrado y le está pidiendo al país ¡aguante un poco!”, enfatizó.
Mujica recordó que durante la crisis económica del año 2002 hubo una tasa de desempleo superior al 20% y un “endeudamiento penoso” de la población, con un dólar a 12 pesos que en una semana subió a 26, bancos quebrados y “corralito” hasta en el Banco República. “¿Por qué en aquel momento tan dramático en la historia del país no existía la virulencia que se pone hoy en los reclamos?”, cuestionó el presidente.
Señaló que mientras en Argentina se proclamaba la consigna “que se vayan todos”, acá en nuestro país “buscamos el fatigoso camino de la negociación, de la construcción de la paciencia y de la salida política”.
“¡Dame la mía!”
En su opinión, la premisa de los reclamos salariales “subestima totalmente” lo que puede pasar en el futuro de la economía. Consideró que se ha mejorado muchísimo en los últimos 8 ó 10 años en materia de ocupación, salario y distribución. A modo de ejemplo, destacó que hay 800 mil pobres menos en el país. “Estamos lejos de tocar el cielo con la mano, pero recordemos de dónde veníamos”.
“La gente que ha vivido este proceso acelerado de recuperación del país, no necesariamente ve hacia atrás, de dónde venimos, sino que tiende a gritar ¡dame la mía”, subrayó el mandatario.
Entiende que los reclamos en parte son justos, pero solo ven “la bonanza que ha pasado, pero no ven que la situación coyuntural hoy está jaqueada por la incertidumbre del mundo”. Dijo que en la situación actual lo mejor es la “prudencia”, para cuidar lo logrado hasta ahora en materia de reparto social y recordó que hace dos años “que paró el viento de cola”.
Consideró una “imprudencia” la eventualidad de alejar la inversión que se ha afincado en el país, con un mundo retraído en materia comercial, lo que significaría un achique de nuestra economía, que generará inflación, se caerá en el ajuste o “cayendo en toda esa política de larga historia en el Uruguay que ya sabemos a dónde nos lleva”.
“Esto es lo que no puede ver muchísima gente que reclama con sus razones, porque precisamente si coyunturalmente sacrifico este hoy, para colmar reclamos en parte justos, mañana vamos a perder buena parte de lo que hemos acumulado. Y esto, sencillamente, es lo que está en juego”, sentenció.
“Por eso hemos recomendado prudencia, gastar lo que podemos”, aunque el razonamiento de la mayoría “es en línea recta y si la economía ha andado bien, estoy esperando la mía”, dijo Mujica. A su entender, esta realidad rompe los ojos, pero gobernar significa considerar los reclamos con el máximo de equidad posible, y también tener en cuenta los límites que fija el porvenir.
“Daremos todo lo que podamos, pero no vamos a construir castillos de ilusiones o dar aumentos que al otro día hay que tirar al suelo con una espiral inflacionaria”. Afirmó que la estabilidad global del país no debe ponerse en riesgo. “No podemos hacer magia, si podemos compartir lo que tenemos”, concluyó.
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