Rousseff propone "un gran pacto para mejorar los servicios públicos"
La presidente de Brasil habló en cadena nacional sobre las manifestaciones. Adelantó que recibirá a los líderes de las protestas. Y prometió "una amplia reforma política". "Si dejamos que la violencia nos haga perder el rumbo, corremos el riesgo de perderlo todo"
La presidente Dilma Rousseff se dirigió, este viernes, a la población brasileña a través de una cadena nacional, en un mensaje en el que se refirió a las violentas protestas y prometió un "gran pacto para mejorar los servicios públicos".
Allí, la mandataria aseguró el derecho de los manifestantes a protestar de forma pacífica, a la vez que cuestionó fuertemente lo que denominó como "una minoría violenta y autoritaria".
"Los manifestantes tienen el derecho y la libertad de cuestionar y criticar todo", dijo, aunque advirtió que esas críticas deben desarrollarse de modo pacífico.
En ese contexto, Rousseff afirmó que que la policía debe actuar en el marco de la ley, pero reivindicó la necesidad de que la fuerza intervenga con firmeza ante las expresiones violentas y minoritarias que arriesgan a Brasil a "perderlo todo".
"Yo soy la presidente de todos los brasileños, los que se manifiestan y los que no se manifiestan", aseguró la mandataria, a la vez que se identificó con una generación que "luchó para que la voz de la calle" sea escuchada.
Durante el mismo mensaje, transmitido por radio y televisión, Rousseff convocó a "un gran pacto para mejorar los servicios públicos", ya que, según afirmó, el país necesita mejorar la calidad de las escuelas y de los hospitales y las instituciones.
"Quiero contribuir en la construcción de una reforma política que incorpore una amplia participación popular", dijo, al tiempo que ratificó la necesidad de instituciones más transparentes y democráticas.
Por último, la presidente se refirió a la Copa del Mundo que se realizará en el país en 2014 y que ha sido eje de las protestas que se desarrollaron en diferentes ciudades del país. Habló de la participación de Brasil en reiteradas competencias futbolísticas como esas y afirmó: "(El país) fue muy bien recibido en todas partes, ahora nosotros tenemos que recibir bien a nuestros huéspedes".
"Precisamos formas más eficaces de combate a la corrupción", indicó Rousseff, que ha despedido de su gabinete a siete ministros acusados de desvío de fondos públicos. Ninguno ha sido procesado.
"Sigamos construyendo juntos este gran país", concluyó la mandataria.
Las protestas comenzaron hace unos 10 días en momentos en que Brasil es sede de la Copa Confederaciones y hay decenas de miles de visitantes extranjeros. También ocurre un mes antes de la visita del papa Francisco y antes de la Copa Mundial de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016, lo que plantea preocupaciones sobre cómo las autoridades garantizarán la seguridad.
Los participantes en las protestas llevan carteles que reclaman desde reformas al sistema de educación hasta autobuses públicos gratis. Critican, además, los miles de millones de dólares gastados en estadios para la Copa Mundial y los Juegos Olímpicos.
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