lunes, 29 de julio de 2013

CARDEAL Por Julio Dornel




                                Escritor y periodista Julio Dornel








                                 CARDEAL

 Un gimnasio cubierto, destinado a la práctica de varios deportes, con capacidad para cinco mil personas construido en Santa Vitoria do Palmar en la década del 70, es en la actualidad el único homenaje póstumo que ha recibido el excepcional jugador Sezefredo da Costa, (Cardeal), que en la década del 30 fuera reconocido mundialmente con el sobrenombre de Cardenal, por jugar siempre con una gorra roja. De esta manera el deporte de Santa Vitoria pretendía saldar una deuda de gratitud, con quien habiendo nacido en esa ciudad, defendió durante muchos años los colores Estaduales y de la selección brasileña. Hace algunos años quisimos conocer algunos detalles de su vida y recurrimos al Cónsul brasileño en esta frontera Paulo de Abreu, quien fuera compañero de Cardeal en el Regimiento de la ciudad de Pelotas. “Existen ejemplos- dijo el Cónsul- que se pueden verificar en las artes, en las letras y en otras actividades, que nos están demostrando que existen algunos personajes considerados como “fuera de serie”. “Cardeal” fue uno de ellos. Nativo de la ciudad de Santa Vitoria, llegó con su fama de goleador a la titularidad del Gremio Atlético cuando aún no tenía 20 años de edad. El hábito de jugar con una boina roja, le valió para la posteridad el apodo de “Cardeal”. Desde el primer partido que jugó como titular evidenció sus extraordinarias cualidades. Comandaba la línea de ataque con rara maestría, distribuyendo con agilidad e inteligencia el avance de su equipo. Su fama ganó rápidamente el Estado de Río Grande, mientras su equipo conquistaba el campeonato Estadual al vencer en el encuentro final al famoso Gremio de Porto Alegre en su propio reducto por dos tantos contra uno. En 1936 llega a la selección brasileña y en 1937 al Club Nacional de Fútbol de Montevideo- señala el Cónsul de Abreu. Contratado por el equipo tricolor, conquistó la titularidad entre el “Príncipe” Cioca, Juan Faccio, Porta y Atilio García, bastándole pocos encuentros para convertirse en ídolo indiscutido del Parque Central. Tras su pasaje por Nacional, jugó posteriormente en Fluminense de Río de Janeiro, donde el destino le tenía reservada una desagradable sorpresa. En el momento que se le abrían todas las puertas para proyectarse en la meca del fútbol brasileño y con serias posibilidades de ser convocado para la selección brasileña que participaría en el campeonato mundial de 1938, fue seriamente lesionado durante un partido contra el Flamengo. Un encuentro casual contra el argentino Valido, le provocó una seria lesión en la rodilla y pese a los esfuerzos realizados por Fluminense, nunca pudo recuperarse. Al finalizar la nota el Cónsul Paulo de Abreu evocó su pasaje por Nacional de Montevideo durante un encuentro con Racing Club: Decía el periodista uruguayo que “Cardeal” se llevó medio cuadro adversario para la bandera del corner derecho y en un espacio mínimo de campo, con un leve juego de cintura sacó todos los adversarios de la jugada y ejecutó el pase más elegante y bonito que se haya visto, dejando la pelota en el pie derecho de del “Príncipe” Cioca que la introdujo en el arco”. Sezefredo da Costa, había nacido en Santa Vitoria el 7 de noviembre del año 1913 y falleció en Montevideo el 4 de agosto de 1949.

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