lunes, 29 de julio de 2013

Comercio sexual infantil:“El problema es cuando la justicia no le cree a las víctimas”



El presidente del Comité Nacional para la Erradicación de la Explotación Sexual Comercial y No Comercial de la Niñez y la Adolescencia (Conapees), Luis Purstcher, dijo que por los juzgados pasan jerarcas y gente de clase alta, pero nunca van presos por explotación. Además agregó que nunca vio un caso similar, con tanta impunidad, como el que se dio en Paysandú.

Publicado el: 29 de julio de 2013 a las 09:59
Por: Redacción 180

 
Horacio de los Santos (Foto: Paysandu.gub.uy)
Horacio de los Santos (Foto: Paysandu.gub.uy)

Con base en un informe de Nausícaa Palomeque (No toquen nada).
El caso de explotación sexual en Paysandú terminó con el procesamiento del secretario general, Horacio de los Santos, por abuso de funciones y de su amigo por explotación sexual.
La fiscal había pedido el procesamiento del ex intendente interino de la Intendencia por ofrecer dinero a una menor para tener relaciones sexuales pero la jueza no tomó la declaración de las adolescentes como prueba. "Es complejo entender por qué cuando la víctima -como pasó en este caso de Paysandú y en otros también- se la llama a declarar y luego su declaración no es tenida en cuenta, pero sí es tenida en cuenta la declaración de los delincuentes que niegan que el hecho existió. Es una nueva forma de violencia, que la palabra de las víctimas no tenga valor", sostuvo Purstcher en No toquen nada.
Para el presidente del Conapees esto tiene que ver con la concepción que existe desde el operador judicial o el policial sobre la palabra del niño o adolescente.
Según datos oficiales del INAU, desde 2009 hasta 2012 hubo 132 denuncias del INAU a la justicia de crimen organizado por presuntos casos de explotación sexual. Hubo 23 procesados. Todos eran de condición económica baja, jubilados o desempleados. "En el perfil de los procesados es bastante notoria la baja condición social, tienen un bajo nivel educativo, un bajo nivel de ingreso y trabajo no calificado. Este perfil no incluye a muchos clientes explotadores que pasan por el juzgado y luego terminan fuera del proceso y de las penas. El cliente muchas veces ocupa lugares de poder, de prestigio en distintas comunidades y sectores medios y altos. Llama mucho la atención que sea más fácil constituir la prueba con los más infelices y las dificultades que este trabajo conlleva cuando se trata de hombres más vinculados al poder", afirmó.
En el caso de Paysandú, una de las menores dijo que el jerarca de la intendencia le ofreció dinero para que tuviera relaciones sexuales con otra mujer, mientras él observaba, y luego con él. Así lo declaró la joven, pero de los Santos lo negó.
Para Purstcher se trata de un mensaje negativo para la sociedad, que inhibe las denuncias. "El juez tiene dentro de sus potestades realizar el fallo que considere de mayor pertinencia. No soy juez ni abogado, pero como sociólogo y operador social puedo decir que el mensaje que se da a la sociedad no es bueno, no ayuda al tema si existen territorios de impunidad. Si existen actores vinculados al delito que quedan fuera del accionar de la justicia. Esto inhibe la posibilidad de denuncia", expresó.
El año pasado hubo seis denuncias por casos de explotación sexual en Paysandú. En Uruguay hubo 51 denuncias. La mayoría de las denuncias provinieron de Paysandú, Maldonado y Rocha.
Purstcher sostiene que los casos son muchos más, que hay un subregistro, porque no se denuncian. Según su visión, el caso de Paysandú requiere mayor investigación. "La existencia de estos procesamientos es una parte del problema, en los relatos de las víctimas se habla de que esta no era la primera fiesta que se realizaba y que las gurisas eran explotadas en forma reiterada en moteles y en hogares particulares de Paysandú ¿Cuáles son esos moteles y casas particulares? Todas esas respuestas las tienen que dar. El caso amerita una ampliación de la investigación y a mi entender en su momento una declinación de competencia hacia los juzgados especializados del Crimen Organizado", señaló.
Putscher dijo que el caso de Paysandú es inédito y que nunca había visto un caso con tanta impunidad. "Este es el primer caso donde se constata una situación de estas características en un lugar público, pero generalmente no solo los lugares públicos son usados para este tipo de actividades ilícitas. Eso tiene que ver también con esa sensación de omnipotencia que tuvo alguno de los actores, ese ejercicio de poder donde cree que ninguna ley le va a llegar o tocar", señaló.
Línea de denuncias
El INAU tiene una línea para denunciar casos de explotación sexual. Se puede hacer llamando al 0800 5050

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