Putin auguró una guerra civil en Egipto
Página/12
El presidente ruso sostuvo que Egipto se encamina
hacia una guerra civil similar a la que golpea a Siria, luego del golpe
militar que el pasado 3 de julio derrocó al presidente islamista Mohamed
Mursi. Hoy las Fuerzas Armadas cerraron las calles que conducen al este
de El Cairo, donde protestan los seguidores del mandatario depuesto. El
nuevo presidente todavía no nombró a un primer ministro.
"Siria
ya está inmersa en una guerra civil, y por triste que parezca, Egipto
se encamina en esa dirección. Me gustaría que el pueblo egipcio pudiera
evitar ese destino", dijo Putin, citado por la agencia rusa Ria Novosti.
Son las primeras declaraciones públicas de Putin, quien llegó hoy en
visita de trabajo a la república centroasiática de Kazajistán, sobre la
grave crisis política que golpea al país árabe.
A contramano del líder ruso, el exprimer ministro británico Tony
Blair, y enviado del Cuarteto para Medio Oriente, defendió el golpe de
Estado y consideró que la medida está encaminada a evitar el "caos" en
el país. En un artículo que publica hoy el dominical "The Observer",
Blair escribe que a pesar de ser un defensor de la democracia, considera
que el expresidente egipcio fracasó a la hora de afrontar durante su
primer año en el cargo el reto de cumplir con un gobierno "eficaz".Por su parte, el gobierno iraní descartó que el derrocamiento de Mursi constituya "una derrota para el islamismo", según afirmó hoy en Teherán el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Abbas Araghji. "Los acontecimientos en Egipto no se pueden calificar como una derrota del despertar islámico ni del islamismo", dijo Araghji. Irán había definido la primavera árabe como un "despertar del Islam" y la islamización de todo el mundo árabe según el modelo iraní.
Mientras tanto, el presidente interino egipcio, Adly Mansour, sigue sin nombrar a un primer ministro para encabezar el gobierno, mientras el pulso en las calles entre detractores y adherentes al depuesto mandatario Mohamed Mursi mantiene la tensión en el país árabe. "El presidente interino se reunió hoy con El-Baradei pero hasta el momento no hay ningún nombramiento oficial", aseguró anoche ante la prensa Ahmad al-Mouslimani, asesor de Mansour, quien no obstante insistió en que la elección del premio Nobel de la paz "es la elección mas lógica".
Cuatro días después del golpe militar que derrocó al presidente islamista Mohamed Mursi la confusión continúa dominando la escena política egipcia. Según las informaciones aparecidas en numerosos medios y declaraciones de diferentes políticos, el liberal El-Baradei, exdirector de la Agencia Internacional de Energía Atómica, debía asumir su cargo anoche a las 20 hora local en el Palacio Presidencial. No obstante, la asunción nunca tuvo lugar y dos horas después el asesor del presidencial Al-Mouslimani brindó una conferencia de prensa para explicar la situación. Su postulación habría sido vetada por los Hermanos Musulmanes y fue declinada para evitar nuevas olas de violencia.
En la Plaza Tahrir, en tanto, se prepara una nueva manifestación de apoyo al golpe. Ataviados con cascos y largos palos, varios manifestantes realizan controles y revisan bolsos a los asistentes que comienzan a repletar la plaza, fuertemente vigilada por fuerzas militares y policiales.
A 15 kilómetros de allí, en Nader City, en tanto, los partidarios de Mursi permanecen concentrados también para expresar su rechazo al derrocamiento y arresto del primer presidente de la joven democracia egipcia. Las Fuerzas Armadas cerraron hoy las calles que conducen al este de la capital, con el objetivo de impedir que se produzcan enfrentamientos entre fieles y opositores a Mursi.
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