miércoles, 21 de agosto de 2013

Camila Vallejo, la belleza que desafía los fundamentalismos


Por Daniel Vittar

Clarín

La dirigente estudiantil chilena, embarazada de siete meses, defiende el respaldo del PC a Bachelet y se presenta como candidata a diputada.

Camila Vallejo en la Feria “La Unión” conversando con los vecinos.

La chilena Camila Vallejo pasea feliz su panza de embarazada, y lo hace con la misma convicción que embandera su ideología. Orgullosa, no sólo enfrenta los actos políticos con la disciplina partidaria que le dio su militancia en el PC, sino también con la determinación que le da a toda mujer su maternidad. La emblemática dirigente estudiantil chile se acaba de lanzar a competir por una banca, en un desafío que robustece su figura política.
Hace dos semanas se vistió de gala y, pese a las duras críticas de algunos compañeros fundamentalistas del PC chileno, se atrevió a apoyar el acuerdo con la candidata presidencial de la centroizquierda, Michel Bachelet. “No se trata de integrarse a un sistema que está obsoleto, sino irrumpir para poder transformar el actual sistema”, argumentó frente a los cuestionamientos. Así de rebelde y cuestionadora es en lo político. Tanto como en la vida misma. Con sus 25 años, razona, induce, motiva, con la convicción que le da su formación, pero sin dejarse arrastrar por la intransigencia.
La belleza, sin duda, la destacó entre las dirigentes estudiantiles, aunque ella siempre lucho para evitar que la condicionara. Hija de dos viejos militantes del PC chileno, se formó desde chica en una ideología que la marcó. Cuando ingresó muy joven a estudiar geografía en la Universidad chilena, se volcó de lleno a la militancia, pero sin bajar su rendimiento como alumna, lo que le permitió conseguir su título. Fue la segunda mujer en ocupar el cargo de presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECh). Sus ojos claros y la belleza de su rostro siempre se destacaron en las manifestaciones, las cuales lideró con solvencia militante.
El romance con su pareja y padre de su hijo, Julio Sarmiento, se dio, inevitable, en la universidad y en la lucha estudiantil. El es de origen cubano, pintón y, como no podía ser de otra manera, comunista. Llegó a Chile en 2002, junto a sus padres, cuando tenía 19 años. Estudió medicina y militó políticamente.
“No ha surgido de cálculos ni frivolidades, sólo de nuestro amor y de nuestra juventud que es más que una cuestión de edad, sino que es de energía y convicciones, las que se reafirman mucho más ahora que dentro de mi crece otra potente razón para seguir luchando por un país sin abusos, verdaderamente justo y más feliz, que es donde quiero que crezca mi bebé”. Estas bellas frases, con el condimento político adecuado, las plasmó Camila en su blog, a modo de presentación de su embarazo, que ya lleva siete meses.
Cuando Clarín la entrevistó en marzo del año pasado, admitió lo difícil que era para ella y para toda mujer encarar una carrera política. “Hay muchos resabios machistas”, dijo en referencia a Chile. “Esa cultura que se ha instalado es acatada por izquierda, centro y derecha. Entonces para ninguna mujer es fácil asumir una responsabilidad política. Cuando la mujer logra salir de la casa, de ese rol adjudicado históricamente a las labores domésticas, sigue siendo discriminada. Porque no se la toma como un sujeto con capacidad, con autodeterminación, sino como alguien que no piensa por si mismo. En la política se dice siempre que toda mujer tiene un hombre detrás. A mí también se me trató así”.
Haciendo frente a esos “resabios machistas” de los que habla, y a las controversias partidarias –fue acusada de “traidora” al movimiento-, Camila Vallejo se inscribió este lunes como candidata a diputada por el Partido Comunista. “Las críticas están basadas  en que hay una traición, una inconsecuencia, y no se puede ni traicionar ni ser inconsecuente cuando las ideas que defendimos, se siguen defendiendo hoy”, respondió a los cuestionamientos. Como buena militante, dijo que si es electa diputada su sueldo será entregado a su partido, y que será esa comunidad política quien le asignará los fondos para sus gastos familiares. “Hay muchos privilegios absurdos que deben terminarse”, afirmó. Con su panza de fiesta, la dirigente estudiantil comienza otra lucha.




1 comentario:

  1. Вuenаs
    Debο aԁmitir quе hаsta hace
    poco no mе gus&X74;abа demasіaԁo elsіt&X69;o, pe&X72;o
    actuаlmen&X74;е est&X6F;y entrqndo mаs a
    menudo у me esta gusta&X6e;do &X6D;as.
    Bien hech&X6F;!

    Si q&X75;ieres leer mas notіcias ... Esteban

    ResponderEliminar