Cuauhtémoc Cárdenas, fundador del PRD, califica de “privatizadora” y “antipatriótica” la iniciativa presidencial sobre hidrocarburos en la presentación de la propuesta de su partido
El País de España
La izquierda mexicana sabe que la batalla por Petróleos Mexicanos (Pemex)
podría perderse en el Congreso, y por eso ha convocado a un plebiscito
para impedir la reforma de los artículos 27 y 28 de la Constitución, propuesta la semana pasada por el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto.
Ha sido Cuauhtémoc Cárdenas, líder moral y fundador del Partido de la
Revolución Democrática (PRD), quien ha pedido este lunes, en la
presentación de la propuesta de reforma energética de su partido, la
celebración de una consulta ciudadana asegurando que para maximizar la
vida de la industria energética en México no son necesarios cambios
constitucionales.
“Me arrobo la facultad de convocarlos para presentar a las autoridades nuestra demanda para que se convoque a una consulta sobre si se mantiene en vigencia o no las reformas al 27 y 28 constitucionales, consulta que tendría que realizarse concurrente con la próxima elección federal que renueva la Cámara de Diputados. Convoquémonos para echar atrás las reformas del 27 y el 28, si se diera la desgracia de que en este periodo legislativo fueran aprobadas. Los podemos hacer y el pueblo nos va a responder”, ha expresado Cárdenas al pie del Monumento a la Revolución, en el centro de la Ciudad de México, donde yace el mausoleo del expresidente Lázaro Cárdenas, autor de la expropiación petrolera de 1938 y padre del líder de la izquierda mexicana.
Cárdenas reconoció que la propuesta de Peña Nieto podría ser aprobada por el Congreso mexicano en los próximos cuatro meses, debido a que con el apoyo del Partido Acción Nacional (PAN, de derecha) es suficiente para lograr el voto de dos terceras partes de los legisladores necesarios para una reforma de la Constitución. Sin embargo, señaló que los ciudadanos pueden hacer uso de la consulta ciudadana para impedir que la reforma energética entre en vigor. El líder moral de la izquierda expresó que coordinará la campaña para recoger 1.600.000 firmas para pedir a las autoridades que organicen la consulta en julio de 2015.
Rodeado de sus seguidores y la cúpula del PRD, Cárdenas calificó como “privatizadora” y “antipatriótica” la propuesta de Peña Nieto. Indicó que la iniciativa, enviada al Senado la semana pasada, está incompleta porque carece de una detallada descripción sobre los cambios que se harán a las leyes secundarias una vez que sea aprobada la reforma constitucional. “¿Por qué la iniciativa del Ejecutivo se ha reducido hasta ahora a las reformas de los artículos 27 y 28 de la Constitución y nada sobre leyes secundarias?”, cuestionó. Las críticas del líder de la izquierda se concentraron principalmente en la amplitud de la propuesta presidencial y la falta de detalles sobre cómo operará la reforma energética.
Cárdenas señaló que el uso del nombre de su padre, el expresidente Lázaro Cárdenas, por parte de Peña Nieto para sustentar la validez de la propuesta ofende a quienes se identifican con los ideales del expresidente. Calificó como “oportunismo demagógico” que la presidencia haya retomado la expropiación petrolera de 1938 para promover su iniciativa. Minutos antes de presentar la postura de la izquierda, Cárdenas y su familia visitaron el mausoleo del expresidente y dejaron algunos ramos de flores.
La propuesta de reforma energética de la izquierda se sostiene en ocho puntos que subrayan la necesidad de un cambio de régimen fiscal para Pemex, el fortalecimiento de las instituciones encargadas de los energéticos, el impulso a la investigación y a la introducción de las energías renovables, así como una reorganización en el manejo de las compañías estatales energéticas. Dentro de la propuesta del PRD destacan coincidencias con el PAN, como su deseo de que el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) abandone el Consejo de Administración de Pemex, así como la creación de un nuevo régimen fiscal para la petrolera que impida que el 67% de sus ingresos tengan como destino el fisco.
“Me arrobo la facultad de convocarlos para presentar a las autoridades nuestra demanda para que se convoque a una consulta sobre si se mantiene en vigencia o no las reformas al 27 y 28 constitucionales, consulta que tendría que realizarse concurrente con la próxima elección federal que renueva la Cámara de Diputados. Convoquémonos para echar atrás las reformas del 27 y el 28, si se diera la desgracia de que en este periodo legislativo fueran aprobadas. Los podemos hacer y el pueblo nos va a responder”, ha expresado Cárdenas al pie del Monumento a la Revolución, en el centro de la Ciudad de México, donde yace el mausoleo del expresidente Lázaro Cárdenas, autor de la expropiación petrolera de 1938 y padre del líder de la izquierda mexicana.
Cárdenas reconoció que la propuesta de Peña Nieto podría ser aprobada por el Congreso mexicano en los próximos cuatro meses, debido a que con el apoyo del Partido Acción Nacional (PAN, de derecha) es suficiente para lograr el voto de dos terceras partes de los legisladores necesarios para una reforma de la Constitución. Sin embargo, señaló que los ciudadanos pueden hacer uso de la consulta ciudadana para impedir que la reforma energética entre en vigor. El líder moral de la izquierda expresó que coordinará la campaña para recoger 1.600.000 firmas para pedir a las autoridades que organicen la consulta en julio de 2015.
Rodeado de sus seguidores y la cúpula del PRD, Cárdenas calificó como “privatizadora” y “antipatriótica” la propuesta de Peña Nieto. Indicó que la iniciativa, enviada al Senado la semana pasada, está incompleta porque carece de una detallada descripción sobre los cambios que se harán a las leyes secundarias una vez que sea aprobada la reforma constitucional. “¿Por qué la iniciativa del Ejecutivo se ha reducido hasta ahora a las reformas de los artículos 27 y 28 de la Constitución y nada sobre leyes secundarias?”, cuestionó. Las críticas del líder de la izquierda se concentraron principalmente en la amplitud de la propuesta presidencial y la falta de detalles sobre cómo operará la reforma energética.
Cárdenas señaló que el uso del nombre de su padre, el expresidente Lázaro Cárdenas, por parte de Peña Nieto para sustentar la validez de la propuesta ofende a quienes se identifican con los ideales del expresidente. Calificó como “oportunismo demagógico” que la presidencia haya retomado la expropiación petrolera de 1938 para promover su iniciativa. Minutos antes de presentar la postura de la izquierda, Cárdenas y su familia visitaron el mausoleo del expresidente y dejaron algunos ramos de flores.
La propuesta de reforma energética de la izquierda se sostiene en ocho puntos que subrayan la necesidad de un cambio de régimen fiscal para Pemex, el fortalecimiento de las instituciones encargadas de los energéticos, el impulso a la investigación y a la introducción de las energías renovables, así como una reorganización en el manejo de las compañías estatales energéticas. Dentro de la propuesta del PRD destacan coincidencias con el PAN, como su deseo de que el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) abandone el Consejo de Administración de Pemex, así como la creación de un nuevo régimen fiscal para la petrolera que impida que el 67% de sus ingresos tengan como destino el fisco.
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