jueves, 5 de septiembre de 2013
ANTONIO GUTIÉRREZ, PERIODISTA.
El Este
Fue uno de los muchos trabajadores jóvenes de Rocha que en la década de los 60 emigraron Maldonado y Buenos Aires, tras un futuro de trabajo digno aunque fuera del lugar natal.
Mozo en restaurantes de Punta del Este, mozo de mostrador en restaurantes y pizzerías de Buenos Aires, vivió desde ese lugar de trabajo las andanzas de los malones fascistas de la Triple A.
Cuando el modelo económico cayó en Argentina, retornó a Rocha donde alternó desde el trabajo de la construcción hasta la pizzería, arribando a un taburete y un micrófono, de los pocos que tenía Radio Fortaleza que inauguraba en 1971.
Lo conocì ahí a Antono. En la radio.Cuando la emisora recibía al Frente Amplio para hacer su Programa los lunes y los jueves y la otra radio lo rechazaba presurosamente.
A poco de hacer mis primeros intentos de locución comercial de la mano de Carlos Arrieta, TonMixRussi, Mafella Franco y Raúl Horacio Coimbra, ingresaba yo a mis intentos periodísticos en el ya prestigioso” Informativo de la Hora 11”. En ese momento comenzaba su Programa vespertino, de amplísima audiencia.
Poco después se hacía cargo de tareas de Informativos para seguir aprendiendo junto a “Tito” RUSSI. Por entonces yo trabajaba en Difusora Rochense y él era compañero habitual en ruedas de prensa en las que representaba a su Medio.
Allí pude calibrar la evolución del pensamiento de un trabajador joven de la ciudad de Rocha que, en medio de la autocensura general que aplicábamos todos, él evolucionaba como muchos hacia la crítica socarrona, el recorte de mentiras e improperios de los mandones y alcahuetes de entonces en sus intervenciones en radio, la alusión velada contra la dictadura cada vez que podía.
El general Raymúndez lo calificaba de “muy púa”, Martha García lo empujaba con entusiasmo, el excelente Néstor, por su parte, lo empujaba a que comentara deportes.
Una cierta vez en Buenos Aires, en plena Corrientes y en trabajo periodístico, grabábamos un debate vecinal en vía pública por el tema del fin de la Guerra de Malvinas, tarea que tuvimos ambos que interrumpir para salir a la carrera porque algunos demlos participantes creyeron que estábamos grabando para la SIDE y nos querían golpear.
Antonio Gutiérrez era sencillo en su razonamiento de las cosas profundas, las políticas y las personales. Seguro que a partir de su sensibilidad de vecino de barrio y de la acidez de opinión que muchas veces aplicaba de un modo inexorable… e inapelable.
La misma intensidad para la crítica que para las pasiones por Nacional de Uruguay y el Palermo de Rocha.
Su humildad innata, de muchacho de barrio, le daba esa otra nota destacada a su personalidad: la objetividad medida, sin usarla como pretexto para mentir.
La propuesta de que una calle de un barrio de la Ciudad de Rocha lleve su nombre, es de justicia.
Mario Barceló., Periodista
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