LA PLUMA COMO CAMINO Por Dr. R. Leiza de los Santos

Tu belleza pasa, princesa.

La mía será eterna.

                                    Dr Ricardo Leiza De Los Santos

La Literatura es creación, es Arte, es parte del Lenguaje, de la comunicación humana.

Ella dice y debe decir. Debe transmitir.

Pero no de cualquier forma ni de cualquier manera.

Cuando elige ser sutil, cuando apenas la insinúa, cuando plena de sustancia en sí misma, no busca el camino de herir cruelmente la sensibilidad, cuando no despierta la vulgaridad y la grosería, cuando intentando ser veraz no cae en las desnudeces, cuando solamente sugiere el motivo, más impacta y más seduce.

Se mantiene así suave y dulcemente como una rueda infinita dando vuelta y dándonos vuelta una y otra vez hasta que al fin lentamente nos conquista íntimamente de tal manera que pasa a formar parte de nosotros.

La pluma, bien utilizada, es mejor instrumento de conquista que la espada, porque conquista el espíritu.

Al conquistar el espíritu, desaparece la fuente de donde mana el rechazo del oponente.

Desaparece el enemigo.

En vez de usar la fuerza bruta para intentar destruirlo, lo convertimos en amigo, y al absorverlo mental y espiritualmente, lo convertimos en nosotros.

La pluma tiene tal poder que el que llegue a manejarla como un Maestro reinará para siempre como fuente de inspiración, como un pilar de luz en la memoria colectiva, como un símbolo del patrimonio cultural de su gente.