Edil Marcelo Rocha:“Los uruguayos no queremos un país hollado y contaminado por la minería a cielo abierto”

El representante departamental nacionalista realizó una exposición en la media hora previa de la Junta Departamental de Rocha en la que fustigó la posición del gobierno en el tema de la gran minería.
Leyó recientes declaraciones del titular de la Dirección Nacional de Medio Ambiente que dijo estar sometido a fuertes presiones “del gobierno, de empresarios y de la gente” y que  “esa es la tragedia que se vive acá adentro: trabajamos presionados de todos lados”.
“El director de la Dinama se refirió también a la instalación de la minera Aratirí, sobre la cual el presidente José Mujica dijo que en noviembre habrá una definición. El jerarca negó que la habilitación vaya a estar para entonces. “Todavía estamos lejanos de tener una situación final sobre Aratirí”, remarcó.
El edil de la lista 71  dijo en una parte de su planteo:
LA LEY APROBADA POR EL PARTIDO NACIONAL NO ES PARA HABILITAR A UNA EMPRESA
“La ley de minería de gran porte aprobada no es una habilitación para ningún proyecto minero en trámite ante oficinas del gobierno, es una regulación especial para la minería de gran tamaño.
Nuestro Presidente -ante las inquietudes creadas en la sociedad frente a una nueva dimensión de la minería en Uruguay y especialmente por sus consecuencias medioambientales- impulsó la formación de una Comisión multipartidaria que pactara lineamientos estratégicos para esta actividad. La mayor motivación fue la importancia de dotar al país de una política de Estado en la materia.
 Esta Comisión funcionó entre agosto y diciembre de 2011. Fruto de su trabajo se generó un documento de acuerdo, que los Partidos firmaron el 22 de diciembre de 2011. Su contenido establece líneas estratégicas para el desarrollo de la minería en el país. Presidente no creemos en el proyecto de Aratiri”.
“MEGAMINAS: UNA AMPUTACIÓN ECOLÓGICA”
 “La observación de las megaminas a cielo abierto que hay en otros países indica que se pierden los ambientes naturales originales, se destruye el suelo, se alteran los cursos de agua y se modifica la fauna y flora. Todo ello hace que no se pueda calificarlos como una simple afectación de paisaje, como si fuera un problema estético. En realidad, el proceso es muy similar a una amputación ecológica, donde se remueve parte del territorio, con toda su fauna y flora, alterando sustancialmente un entramado de elementos y procesos, que van desde la regeneración de los suelos y el ciclo del agua, hasta las comunidades animales y vegetales.
El artículo 47 de la Constitución de la República Oriental del Uruguay dice “La protección del medio ambiente es de interés general. Las personas deberán abstenerse de cualquier acto que cause depredación, destrucción o contaminación graves al medio ambiente.” Los países del primer mundo, necesitados de materia prima que alimente la industria metalífera, han posado sus ojos en nosotros”, afirmó Marcelo Rocha.

“DESTRUCCIÓN DE CAMPOS QUE QUEDARÁN LLENOS DE AGUJEROS”
“Los países dominantes del orden mundial están erradicando la extracción minera a cielo abierto de sus territorios por ser altamente contaminante e ir contra la salud de sus habitantes. No obstante, su industria y sus fábricas necesitan de la materia prima para poder trabajar.
Cuando en otras partes del mundo están de vuelta en este tema y los países mineros están tratando de dejar de serlo, habiendo comprobado los daños que se generan con la minería a cielo abierto y las pocas ganancias que dan a los países dueños de la materia prima, pero no de la explotación ¿qué necesidad tiene nuestro país de apoyar este tipo de emprendimientos?”, dijo Rocha.
“¿Por qué destruir campos que pueden ser productivos cientos de años a cambio de extraerle el hierro en un máximo de veinte y que luego quedará un agujero? ¿Por qué elegir un beneficio a corto plazo poniendo en riesgo el país productivo, el turismo y nuestras fuentes de agua?
¿Qué beneficio tiene para un país como Uruguay obtener una ganancia pasajera con la industria minera destruyendo la tierra cuando esos campos son aptos para la producción de alimentos, bienes que en el mundo del futuro serán imprescindibles?
“LES REGALAREMOS EL AGUA, UNO DE LOS BIENES MÁS VALIOSOS”
Nosotros le regalaremos el agua a la industria minera a razón de cien litros por segundo cuando se sabe que en los próximos veinte años será uno de los bienes más valiosos”, destacó.
“¿Quién corre con los gastos de reparación de los daños creados por una de las industrias más contaminantes del planeta?
¿Es este el modelo de país que queremos?.
Cuesta entender que un Presidente como Tabaré Vázquez, baluarte en la lucha por la salud de los ciudadanos, guerrero incansable en la lucha contra el cáncer, haya dado el puntapié inicial para que estos emprendimientos que agreden la salud de nuestra tierra y de nosotros sus hijos se consoliden en Uruguay.
Cuesta entender cómo José Mujica, quien recorrió miles de veces nuestro paisito pregonando la importancia de la familia rural, del pequeño productor familiar esté dispuesto a apoyar este tipo de industria que corre a las familias del campo a fuerza de plata o expropiación.
Estamos cayendo en el facilismo de plata rápida a corto plazo sin pensar en el daño a las futuras generaciones”,afirmó el edil blanco.
“Bienvenidos emprendimientos como los de los Neozelandeses, los molinos de viento o los olivos que se juegan a invertir en nuestro país y producir en él, malvenidos los que llegan para llevarse la riqueza dejando solamente perjuicios.
“QUE LEAN LAS VENAS ABIERTAS DE AMÉRICA LATINA”
Qué bueno sería que nuestros gobernantes, cuyo libro de cabecera fue para muchos durante muchos años “Las venas abiertas de América Latina”, le pegaran una leidita para recordar algo de la historia de nuestro continente.
Soñamos con Europa y nos comportamos como un país africano donde llegan multinacionales y por unos pesos les entregamos nuestra riqueza.
¿Por qué no ser un país verdaderamente productivo y extraer nosotros el hierro en mucho menor cantidad y abastecer fábricas locales?”,remarcó.
“¿Buscamos tierras fortaleciendo el Instituto de Colonización para darles trabajo a los aspirantes a colonos y por otra parte generaremos exiliados rurales expulsándolos de su tierra y su modo de vida? El agua, la vida, la cultura y el país productivo no se negocian.
La garra charrúa no fue un cuento chino, ellos defendieron nuestros recursos, este gobierno los quiere exterminar.
¿Dónde está la coherencia?”, enfatizó.
 “Los uruguayos no queremos un país hollado y contaminado por la minería a cielo abierto. Los uruguayos no queremos hipotecar nuestras tierras fértiles, praderas naturales y reservas de agua dulce” concluyó.