UNA VIDA ENTRE LIBROS Y ALUMNOS
Escribe Juan José Pereyra Twitter@juano500
El Este
Durante más de tres décadas recorrió los pasillos y salones
del liceo, siempre impecable, traje y corbata y una sonrisa. Miles
estudiaron con este profesor de Idioma Español, que fue también
funcionario y alumno fundador del Instituto de Profesores Artigas.
El Este publica una síntesis de una extensa y muy rica
entrevista en la que, al contar parte de su vida, el profesor Lujambio
habla de un tiempo en el que la responsabilidad era algo fundamental.
“Siempre caí bien, será porque uno cumplía estrictamente con todas las
reglas”,resume alguien que hizo del trabajo y el esfuerzo valores
ineludibles.
Se casó con Elia, su compañera de liceo,maestra también durante
años, tuvieron cuatro hijos(dos varones y dos mujeres) y varios
nietos.
EL MISTERIO QUE NADIE LE SUPO EXPLICAR: POR QUÉ LE PUSIERON INELTE
Aún hoy, a los 86 años, no sabe por qué se llama Inelte.
“Parece que iba a ser un sobrenombre y se ve que lo mencionaron al
anotarme, esto fue en Castillos, de donde soy oriundo .
El juez era Francisco Casela y me puso Inelte y después mi nombre verdadero que yo quiero porque era el de mi madre.
Yo nací el 15 de mayo que es el día de San Isidro Labrador y ella se llamaba Isidra.
No se me ocurrió de joven hacer una rectificación de partida
para eliminar el Inelte . Nadie me conoce por Isidro,todo el mundo me
llamó por Inelte, ese nombre que nunca me gustó. Había una tía mía muy
lectora de novelas y creo que viene por ahí.
En realidad es una hipótesis mía, ha sido un gran misterio para mí
cómo me pusieron ese nombre. Con el tiempo fui conociendo nombres mucho
más raros y medio que terminé conformándome con el mío.
Un día estaba en el patio del liceo con un grupo de alumnos y
los desafié a qué nadie se animaba a ponerle mi nombre a sus hijos. Y
uno le puso Inelte al primero que tuvo,
años después me encontré con Inelte Pereyra en Piriápolis, el muchacho, ya hombre”.
“EMPECÉ EL LICEO A LOS 16 AÑOS,EL ÚNICO LICEO ERA EL DE ROCHA”
Nació en Castillos, sus padres estaban separados, se crió con
su padre y una tía que para él fue su segunda madre. “Ella era muy
católica y mi padre masón, yo los veía discutir, era un gurí , y él le
explicaba que la masonería no es contra la iglesia, que en la iglesia
también hay masones y tenía razón mi padre. Ella le decía Nicolás vamos a
invitar al cura a almorzar y él encantado, se entendían muy bien.
Tengo un muy buen recuerdo de un cura que me quería muchísimo,
el padre Bernasconi . Me había puesto de bibliotecario de un centro de
jóvenes católicos y leí mucho, todas las obras de Zorrilla, por
ejemplo.
Empecé el liceo cuando tenía 16 años porque el único que había en el departamento era el de la ciudad de Rocha”.
Ese primer año fue un de los cuatro sobresalientes.
“ Hice todo el liceo y Preparatorios sin perder un año,fui de la
segunda generación que hizo el segundo ciclo,en ese momento ya era
administrativo del liceo”.
LA IMPORTANCIA DE ESCRIBIR A MÁQUINA ...AL TACTO
“Al cumplir 18 el director ,el Agrimensor don Edmundo
Montauti, que era mi profesor de Matemática, me propuso ser auxiliar,
el cargo había quedado vacante, eran cinco horas. Le dije que cómo iba a
hacer para estudiar y me dijo que yo acomodara el horario y entonces
hacía tres horas en la mañana y dos en la tarde.
Me tenía más confianza a mi que al secretario , cuando tenía que faltar algunas horas me dejaba a mí a cargo” .
En 1949 se creó el Instituto de Profesores Artigas y Secundaria
llamó a un concurso interno de funcionarios para llenar cargos
administrativos .
Se presentó y viajó a Montevideo para concursar. Escribía al
tacto desde que aprendió en Castillos con el profesor César Pintos
Diago.
“En la época constitucional de Terra, antes del golpe de Estado,
llegó a ser subsecretario de Instrucción Pública y Previsión Social y
después tuvo un sourmenage y Aníbal Fernández que era muy amigo suyo
tenía una casa fuera de Castillos y lo llevó para que se recuperara.
Cuando ya estaba bien empezó a trabajar en el escritorio de mi padre
donde estaba el local de la casa de Castillos de Fernández . Empezó a
dar clases de banco(había tenido una academia en Montevideo).
Mi padre me dijo por qué no estudiaba y le dije que no porque
yo veía que la vida de los bancarios era inestable, que vuelta y media
los trasladaban .
La vida errante no me gusta, yo empleado bancario no, le dije. Lo
único que acepté fue aprender a escribir a máquina y eso me abrió el
campo.
Póngase derecho me decía, la espalda derecha
y aprendí a escribir al tacto. Cuando vine a Rocha trabajé con don
José Ramón Luna . El protocolo era manuscrito y yo hacía todas las
copias, lo que se llamaba el título que se le daba al comprador cuando
hay una compra venta y yo mismo hacía el registro en el único Juzgado
Letrado que había en Rocha que estaba ahí donde después fue el Club
Social, en la esquina cruzada con Rutas del Sol”
FUNCIONARIO Y ESTUDIANTE FUNDADOR DEL IPA
El IPA empezó empezó a funcionar en 1950 pero no con alumnado
sino en tareas de organización. El concurso se hizo en el Instituto
Vázquez Acevedo y cuando dieron los resultados tenía el número uno.
“Ese primer año de clases se admitían solo diez alumnos por
materia , me presenté a Idioma Español y logré estar entre los
seleccionados . Era un examen de ingreso ,un verdadero concurso.
Elegí Idioma Español porque tenía influencia de dos profesores
y también porque las bases para el concurso-examen de ingreso, eran
muy breves y como la tarea de administrativo me llevaba mucho tiempo me
resultaba más fácil de preparar.
No perdí ningún año y en el 1954 egresé como profesor de Idioma Español.
Cuando cursaba segundo, estaba un día parado en 18 y Andes y siento que me llaman,Lujambio, Lujambuio! era Marina López Blanquet , prima segunda mía,( siempre me trató de usted, era mucho mayor que yo).
Váyase para Rocha que conseguí traslado , me vengo de profesora para Montevideo . Le dije que cómo iba a venir a Rocha a dar clase si recién estaba haciendo segundo, y eran cuatro años.
EN SEGUNDO AÑO EMPECÉ A DAR CLASES EN ROCHA. VIAJABA 8 HORAS POR DÍA, DABA CLASE,IBA A CLASE Y ESTUDIABA.
Me dijo viaje! ,porque ella era muy
terminante en sus dichos. Y lo hice, me iba a la una de la tarde en la
Onda, llegaba a Montevideo a las 5 de la tarde y a las seis comenzaban
los cursos.
Yo paraba en un hotel de mala muerte donde había un portero que
nunca me falló. Le pedía que me llamara a las 3 y media porque a las 4
tomaba el ómnibus . A las 7 y media estaba dando clase en Rocha, venía
mal dormido pero la cosa es que yo me desempeñé. Cuando terminé el IPA
ya me quedé en Rocha, mi mujer ya era maestra . Fuimos compañeros de
liceo desde primer año y en cuarto nos pusimos de novios.
Cuando nos casamos yo estaba haciendo tercer y todavía viajaba.
Fui profesor durante 34 años ,cuando pensé en jubilarme fui a
Montevideo a informarme a la caja de Jubilaciones y me encuentro que la
jefa de archivos era una ex alumna. Me dijo que si me jubilaba en ese
momento lo haría con el sueldo entero. Era una decisión temporaria
que no sé por qué habrán tomado.
En ese momento me dije me mando mudar, me voy con el sueldo entero.
Me jubilé como profesor con 34 años y no se tomaron en cuenta los que
tenía como administrativo pero como me dieron el cien por ciento me
convino. Y de esto hace 34 , me retiré muy joven pero me convenía
irme”.
LA BISABUELA VASCA FRANCESA QUE SOBREVIVIÓ EL NAUFRAGIO
Mi bisabuela fue uno de los náufragos cuando el caso
Leopoldina Rosa en 1841: doña Juana Sabalsagaray ,vasca francesa. Eso
terrible fue en la Barra de Valizas , el barco se partió en dos . A
ella le tiró una cuerda un hermano de Leonardo Olivera llamado Julián
Olivera y ella salió a la costa como Dios la mandó al mundo .
La familia Olivera la cuidó, la arropó y no sé cómo vino a dar a
Rocha. Un señor comerciante llamado José Arrarte la protegió y la
tuvieron con su señora como si fuera su hija. Se puso de novia con un
vasco español llamado Nicolás Lujambio que murió intestado, esto es,
sin hacer testamento. Explotaba chacras y tenía horno de ladrillos y
calera a la altura del Barrio Londres y se extendía hasta la Cuchilla.
Todo eso era del vasco español cuando vino a dar aquí la náufraga, en
poco tiempo se conocieron y se casaron. El murió en las chacras, donde
vivía y ella se instaló en el centro de Rocha donde después estuvo y
está hasta ahora la panadería La Española.
Fue Profesor mio de Idioma Espanol en el Liceo No. 1 de la ciudad de Rocha. Excelente profesor y un caballero. De modales suaves pero de gran personalidad y contraccion a la ensenanza. Fue un gran e inolvidable Profesor. Creo que ha quedado en el buen recuerdo de todos los que tuvimos el honor de ser sus alumnos. Descanse en paz.
ResponderEliminarMe quedé fascinada con esta entrevista a mí padre. Yo sabía todo, pero leerlo todo ahora me emocionó mucho. Y lo envié a varios amigos que quedaron contentísimo! GRACIAS
ResponderEliminarCristina Lujambio.