domingo, 5 de enero de 2014

Comercio con Argentina "nunca" será como antes.

Hay unos US$ 32 millones de exportaciones "trancadas" a ese país

El ministro de Industria, Energía y Minería, Roberto Kreimerman, confía en que se recupere el ámbito de negociación con Argentina para volver a encaminar el comercio, aunque advirtió que "nunca" será igual al nivel que había previo a las trabas.

"Está claro que hay industrias que sufren y deberíamos poder recuperar el comercio". Foto: Marcelo Bonjour
M. Montautti / M. Noguez
El País
El ministro expresó que el gobierno apuesta a la Cumbre del Mercosur en Caracas, prevista para el próximo 17 de enero. "La táctica la lleva el presidente" José Mujica, aseguró.
Kreimerman se mostró satisfecho respecto al comportamiento de la industria el año pasado, pese al freno que ha experimentado la región, y agregó que para este año se espera que el crecimiento del sector sea en el entorno de 3%.
En relación a la planta regasificadora, dijo que se sigue el diálogo con Argentina para definir qué mecanismos se emplearan para vender gas hacia ese país.
Lo que sigue es un resumen de la entrevista que Kreimerman mantuvo con El País.
-¿Qué perspectivas tiene respecto a la situación de la economía y a la evolución de la industria para 2014?

-La economía va a crecer y lo estimamos a partir de que las inversiones han sido récord en 2013. Los proyectos promovidos de interés nacional han crecido en monto un 42% y de ellos el 73% son industriales. Tenemos para el año algunas incertidumbres. El crecimiento de la economía se espera en el orden del 4%. Hay recuperación de varios mercados como el de Estados Unidos que está teniendo un crecimiento que ahora sí se está afirmando. China se espera que se mantenga y ahora pasó a ser el principal socio comercial al conquistar el primer lugar en las carnes. También creció fuertemente la industria automotriz.
Por lo pronto vamos a tener el impacto de Argentina claramente, que ya lo empezamos a tener a partir de octubre. Tengo expectativas de mantener los acuerdos con Brasil y de mantener un crecimiento (de la producción industrial) del orden de 3%, pero no tenemos el dato trazado todavía. Entre febrero y marzo vamos a tener una estimación para el año.
-¿Se depende demasiado de los socios que han complicado con trabas al comercio?
-Sí, dependemos un poco, aunque ya la dependencia de Argentina es menor por decantación, no por voluntad.
-¿Cómo se sigue la relación con Argentina?
-La idea es negociar y que se recupere el ámbito de negociación. Nosotros en otros temas con Argentina estamos trabajando muy bien. Estamos negociando en la parte energética, no solo suministrando energía que están necesitando, sino viendo cuales son las vías para venderle gas.
-¿La energía se puede poner como un elemento arriba de la mesa para negociar?
-No, son dos cosas distintas. Nosotros la energía creo que es un tema de largo plazo para ambos países y lo hemos manejado siempre con un gran respaldo uno hacia otro. No es un tema de negociación contra nada.
-¿Se apunta a la reunión del Mercosur en Caracas a mediados de enero?
-Sí. La táctica la lleva el presidente.
-¿Confía en recomponer la relación comercial?
-Sí. Nunca al nivel anterior, eso está claro. Eso es no solo por lo que Uruguay pueda negociar, sino por la propia Argentina que está en un momento más complejo. Sí está claro que hay industrias que están sufriendo y debiéramos poder recuperar el comercio. Básicamente papel, vestimenta y alimentos que es más difícil porque ahí hay más competencia interna. No hay demasiados problemas y seguimos exportando bien en autopartes
-¿Cómo se continúa si Argentina se mantiene en la misma postura de no recomponer el vínculo comercial?
-Nosotros hicimos tiempo atrás el fondo de diversificación de mercados para que las empresas pudieran estudiar nuevos mercados. Pero realmente las empresas que hoy quedan exportando a Argentina ya no tienen demasiadas alternativas. La principal alternativa para algunas de ellas ha sido Brasil y Brasil ha mejorado muchísimo. Algunas ventas se han redireccionado con buen resultado.
-¿Se tiene algún relevamiento actualizado sobre la situación?
-Hay US$ 32 millones de Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación que están trancadas.
-¿Cómo toma cuando los empresarios reclaman aplicar alguna medida espejo?
-Está claro que la disposición es a negociar desde una defensa de nuestra posición. Ahora, las medidas espejo son descartadas creo que por casi todo el mundo porque nosotros tenemos mucho más para perder, que ganar con ese tipo de medidas.
-A principios de 2013 el presidente José Mujica planteó hacer un mapeo para ver cuáles eran los sectores más complicados y buscar medidas paliativas. No se conoció bien si ese mapeo se hizo o si no estaban tan perjudicadas las industrias porque no hubo medidas...
-Se siguió negociando cada una de las declaraciones juradas y realmente el comercio con Argentina no cayó mucho. Es a partir de septiembre que se da un cambio bastante importante. Lo que se hizo fue tomar algunas medidas con el dólar. Se buscó de qué manera se podía controlar la entrada de capitales especulativos. Eso cambio (la tendencia en) el dólar y fue quizás la principal medida.
-¿Qué evaluación hace del sector en el año que pasó?
-Creo que el año cierra bien. Se mantuvo un crecimiento un poco más bajo, pero sigue siendo un crecimiento que si lo comparamos en la región es interesante. La región se ha parado un poco y el último dato que se dio en octubre fue importante. Eso lleva a que el año termine dentro de las coordenadas que esperábamos. Entre un 2% y un 3% si sacamos dos o tres rendimientos grandes.
-¿Fue algo desparejo?
-De las ramas industriales, han crecido una cierta cantidad y otras no, pero lo cerramos con una apuesta muy fuerte por la gran inversión que se ha hecho de las industrias. Por otro lado, hay una tercera revolución industrial prácticamente que tiene que ver con el uso de energías. El plan energético ha sido un cambio muy fuerte que esperamos va a ir dando resultados. Es clave para la población y para las industrias. En la medida que son más automatizadas, más energía utilizan.

Exploran tres alternativas para venta de gas hacia el exterior

-¿El proceso de adjudicación de la planta regasificadora fue más complejo de lo que se había previsto al inicio?
-Fue un proceso muy profesional. Utilizamos técnicos contratados de Gas Sayago con mucha experiencia. Tuvimos la oportunidad de contratar gente con experiencia en plantas regasificadoras o en generación, junto con el personal de UTE, Ancap y la Dirección de Energía. En total trabajaron 51 técnicos. No fue un proceso complejo en el entendido de que estamos hablando de una obra de una inversión de US$ 1.200 millones.
Además, nosotros contrastamos los resultados del equipo interno con la asesoría internacional, que de forma independiente dio su opinión sobre los proyectos. Así que la contratación fue muy profesional y cuando tuvimos que informar y explicar en el Parlamento creo que quedó muy claro todo el tema. No hubo dudas.
-¿Cómo viene la negociación con Argentina para venderle gas una vez esté funcionando la planta?
-Estamos explorando tres vías muy interesantes, pero todavía no tenemos una definición. Una posibilidad es que Argentina compre su gas (licuado) y nosotros le vendamos la regasificación. Luego el gasoducto lo trasladará y le cobrará por eso. La segunda manera es que le vendamos el excedente. Muchas veces va a haber situaciones en que UTE o Ancap, pero fundamentalmente UTE pueda estar comprando por previsión y de repente llueve y no usan la cantidad de gas prevista. Esto es comprar el gas, usarlo y cuando hay sobrantes se lo vendemos, como es hoy el intercambio eléctrico. La tercera posibilidad es que compremos gas, regasifiquemos y lo vendemos a Argentina con un plan ya programado con anticipación.
-Se va a elegir una de ellas?
-Puede haber una combinación. Está encaminado a que se llegue a algún tipo de acuerdo. Ellos tienen un déficit de gas importante y nosotros hemos logrado avanzar en una planta de regasificado en un tiempo que ha sido muy bajo.

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