lunes, 27 de enero de 2014

Un niño de 4 años se extravió y caminó 35 km junto a su perro



 
Iba a casa de un amiguito y se perdió. La Policía lo daba por muerto, cuando casi 30 horas después apareció en un pueblo cercano a su humilde casa en Córdoba, Argentina.

El pequeño Ariel Flores, de 4 años, y su perro de 5 meses desaparecieron por más de 24 horas y cuando ya todos esperaban lo peor fueron encontrados a 35 kilómetros de su casa en la provincia de Córdoba, Argentina.
Su historia, según publica el diario argentino Los Andes, conjuga miseria y milagro. El niño salió de su casa -ubicada al lado de un basural en un cortadero de ladrillos en Santa Rosa de Calamuchita- rumbo a la de un amiguito, a unos 600 metros. Sin embargo, nunca llegó allí y fue encontrado 30 horas después en Villa Berna, a 35 kilómetros.
Ariel iba siempre con su hermanita, pero ese día salió solo y se extravió en el camino. Anduvo decenas de kilómetros atravesando cañadones, sin comer ni beber, agrega Los Andes. Un cuidador del basural lo conoce y varias veces lo devolvió a su casa, pero ese día no lo vio.
Su caminata se extendió hasta que fue vencido por el sueño y buscó algún refugio natural donde descansar. Luego siguió su camino buscando volver a casa.
Miguel Castelló, jefe de Departamentales Sur de la Policía Cordobesa, reconoció: “cuando pasaron las 24 horas de desaparecido, yo, para mis adentros, lo buscaba sin vida. Pensé que este chiquito había querido guarecerse acurrucadito para cubrirse del frío y había muerto congelado".
En Córdoba se viven temperaturas de unos 40 grados actualmente, pero la noche que Ariel pasó a la intemperie la más fría del año, con solo 10 grados.
Para el policía fue un milagro la aparición con vida de Ariel, quien al retornar a su casa recibió el rezongo de su padre. "Ah, acá estás... No se vaya más solo", dijo el hombre, según relata Los Andes. Los policías y bomberos, emocionados por el milagro, le dijeron al hombre que lo abrazara y agradeciera que estaba vivo y recién ahí se aflojaron y lloraron de la emoción.
Ariel nació en Bolivia y vive en el cortadero de ladrillos junto a su padre, Basilio (38 años), su madre, Alicia (35), una hermanita de 2 años y un hermanito de uno, además de tíos y primos.
Foto: diario La Voz, Argentina.

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