Periodista en radio El Espectador 810 AM
Así
están hoy los venezolanos, atrapados entre un Gobierno que fue
elegido en las urnas pero que sistemáticamente ha incurrido en
prácticas que distan bastante de ser democráticas y una oposición
que está dispuesta a todo, incluida la violencia, con tal de sacar a
Nicolás Maduro del poder.
La
crisis económica, los índices de delincuencia, el
desabastecimiento, la asfixia a la que se ha sometido a la prensa y
un Gobierno que ha perdido el rumbo desde que su máximo líder Hugo
Chávez falleciera han sido el caldo de cultivo para que hoy la
oposición logre llevar a las calles a miles de personas que buscan
la salida de Maduro del poder.
Amnistía
Internacional y Reporteros Sin Fronteras han lanzado la voz de alerta
ante la represión y la falta de garantías en Venezuela.
En
2013, Reporteros Sin Fronteras en su informe anual ubicaron a
Venezuela en el puesto 117 de 179 países analizados en cuanto a sus
niveles de información y libertad de prensa. Los diarios- último
reducto de la prensa independiente y crítica- han empezado a dejar
de circular debido a que el Gobierno les retiene las divisas para
poder comprar el papel necesario para imprimirse. Once diarios han
tenido que cerrar sus operaciones y los diarios más importantes han
reducido radicalmente su tamaño y tiraje.
“Me
van a llamar dictador, no me importa, yo voy a hacer normas muy
estrictas para que se acabe el amarillismo y la campaña y la
propaganda que se llena y se alimenta de la sangre y de la muerte que
la promueve", dijo Maduro en uno de sus discursos referidos a la
prensa. Está claro que está dispuesto a acabar con todos quienes se
manifiesten en su contra y lo está demostrando.
Del
otro lado aparece la oposición, hoy con la cara visible de Leopoldo
López, economista egresado de Harvard, ahora encarcelado en una
prisión de Caracas acusado de causar la muerte de 3 personas durante
las manifestaciones de la semana pasada. Su figura ha generado
divisiones dentro de la oposición venezolana.
En
2009, en los documentos clasificados filtrados por WikiLeaks, el
consejero político de la embajada de Estados Unidos en Caracas,
Robin D. Meyer, escribió que López era descrito como arrogante,
vengativo y hambriento de poder, pero que sus compañeros de partido
aseguraban que mantiene una popularidad que ha perdurado en el
tiempo, carisma y talento organizativo.
Su sed
de poder lo ha llevado a tejer alianzas con quienes se han
manifestado como enemigos del chavismo, su relación con el
expresidente colombiano, Álvaro Uribe ha sido duramente cuestionada.
Uribe está actualmente impulsando una campaña para que un millón
de personas expresen su "solidaridad con el pueblo venezolano"
por la "dictadura sanguinaria" que los gobierna.
Maduro
acusa a Uribe de estar detrás de los “grupos desestabilizadores
financiando y dirigiendo estos movimientos".
Acusaciones
van, acusaciones vienen, mientras tanto los países de la región y
el Caribe miran de reojo y con cautela. Algunos de ellos cruzan los
dedos para que la crisis venezolana no cierre la canilla del petróleo
que abrió Chávez.
Publicado
en Voces
Si hay comentarios ojooo con lo que publicamos lo único que propongo es qe analizem el porque del jefe o cpmo se diga en Venezuela ) socialista pide que intervenga nuestro presidente para suavizar ese conflicto piensen uruguayos piden por mujica tupamaro ex guerrillero etc etc a meditar
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