Escritor y periodista Julio Dornel
Don Pedro y Alida con su hija Lourdes.
En estos recuerdos y añoranzas que vamos encontrando en una larga lista de personajes muy queridos, que se han ganado un lugar de preferencia entre quienes aportaron con su esfuerzo al desarrollo del balneario, nos encontramos con el olimareño Pedro Artigas. Promediaba el siglo pasado cuando lo conocimos en una de las tantas reuniones de pocos vecinos que luchaban por alcanzar conquistas largamente reclamadas y que pasaban por la escuela, la policlínica y fundamentalmente por el agua corriente y la iluminación del balneario. En todas ellas estaba Don Pedro aportando su trabajo y dedicación, ganándose un lugar importante en la memoria colectiva del balneario.
Don Pedro Luciano Artigas nació el 24 de diciembre del año 1909 en una zona rural de Treinta y Tres, siendo el mayor de los 10 hermanos. Desde temprana edad trabajó con sus padres en el campo y en el comercio familiar de Villa María Albina. Con poco tiempo para los estudios, cursó hasta tercero en la escuela rural Nº 24 de María Albina. En 1940 se casa con Alida González en Varela y se radica en Montevideo, trabajando en el frigorífico Modelo y chacinería La Candelaria. Queda viudo en 1961. Tiempo más tarde se jubila, y compra un terreno en Barra de Chuy edificando la casa que todavía conservan sus familiares ( “DON PEDRO”) en el año 63. Se radica en la Barra dedicándose a la venta de casas y terrenos, y al pago de tributos de la gente que vivía en otros lugares del país. Además vendía y cobraba la publicidad de comercios de Chuy-Chuí en difusora CW45 de Treinta y Tres. Don Pedro falleció el 5 de agosto de 1982, en circunstancias que se probaba un pantalón en un comercio céntrico de Chui. Participó activamente en comisiones de las escuelas, de los estudiantes, electrificación, club residentes de 33, agua potable y electrificación del balneario. Fue en esas jornadas largas del balneario, donde las reuniones de los vecinos buscaban las mejores soluciones para los problemas zonales, que conocimos a Don Pedro, dando comienzo a una amistad que supimos cultivar durante muchos años. Jovial, querido, talentoso y respetuoso, demostró siempre su preocupación por los problemas del balneario, aportando siempre las mejores soluciones. Para su hija Lourdes “la playa, el río, el campamento, la pesca y la caza fueron su afición. En deportes se inclinaba por el fútbol, pero no era hincha de ningún cuadro, le gustaba ver partidos de las selecciones mundiales. Amante del folclore, escuchaba por radio el festival de Cosquin todos los años. Simpatizante del Partido Colorado, se definía como ateo respetando todas las creencias, convencido de sus ideas, y defendiendo la vigencia de las instituciones en momentos difíciles para el país. Para finalizar esta pincelada sobre la polifacética personalidad de Don Pedro, nuestro reconocimiento a un olimareño más, que asumió la responsabilidad de buscar siempre las mejores soluciones a los problemas del balneario.
Cabe señalar además su estrecha vinculación con la juventud de aquellos años, entre los que recordamos a Winston (Carozo) Méndez, Williams Decuadra, Ruben Beorlegui y José Terra entre varios. Don Pedro Artigas, un hacedor que se ganó en buena ley un sitio destacado en la historia del balneario. No tenemos ninguna duda de que el pequeño balneario, mantiene una deuda de gratitud con este olimareño, que hizo suyos los problemas y las carencias que soportaba el primer balneario de la costa atlántica del departamento de Rocha.
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