sábado, 8 de febrero de 2014

LA SALUD EN EL MERCOSUR. DESARROLLAR POLITICAS LOCALES. Por Julio Dornel

                                           Escritor y periodista Julio Dornel
 
Pese a los encuentros que se vienen realizando en distintas zonas fronterizas, con la participación de representantes de diversas instituciones médicas de ambos países, hasta el momento no se logró la integración anunciada en los planes iniciales del MERCOSUR. En el transcurso de estas reuniones se han analizado los distintos problemas asistenciales de las zonas fronterizas y las posibilidades de mejorar la estructura pública y privada que existe en la actualidad. Algunos integrantes del cuerpo médico local han manifestado su voluntad de continuar analizando el tema para elaborar finalmente un diagnóstico sobre la situación sanitaria de la frontera y redactar un proyecto binacional.
De concretarse esta iniciativa se daría un paso importante para fortalecer la integración en el campo de la medicina, utilizando como base el hospital local, que debe realizar algunas modificaciones en su estructura. El funcionamiento interno y el volumen de pacientes que se atenderían diariamente se verían obstaculizados por algunas carencias en distintas áreas y una problemática asistencial todavía no solucionada.
CARENCIAS Y NECESIDADES COMUNES
Haciendo referencia a los problemas asistenciales que se vivían hace 10 años,  el Dr. Julián Figueroa señaló en esa oportunidad que se debería “seguir el camino de soluciones comunitarias que permitan la complementación de servicios básicos. No hay que olvidar cuando se habla de solucionar problemas de salud general en la población, más que nada nos estamos refiriendo a usuarios del M.S.P. Estos pacientes son en mi opinión los que, sin ninguna clase de demagogia, debieran recibir asistencia en forma adecuada ya que son contribuyentes a través del I.V.A., IMESI Y DEMÁS CONTRIBUCIONES IMPOSITIVAS AL ESTADO, por lo cual, quiero dejar claro, su demanda de asistencia no es gratuita. Pero volviendo a la pregunta hay acciones llevadas a cabo por Instituciones de servicios de salud en Rivera que hasta ahora han venido dando resultado. Por ejemplo se comparte el tomógrafo a ambos lados de la frontera y es posible implementar convenios en cuanto a recursos de especialidades, uso de quirófano, asistencia por unidades de emergencia, en fin uso de recursos no existentes en uno u otro lado. De todas maneras lo que si es cierto es que las necesidades y las carencias son comunes en ambas poblaciones de Chuy – Chui.
De todas maneras estamos de acuerdo en que falta mucho por hacer pero yo diría que esto se ha acompasado con la situación del país que hoy es nefasta en materia económica y estructural con respecto a la salud, siendo evidente la gran responsabilidad política. Alguien podría por analogía decir entonces que si esto se corresponde (desarrollo económico = desarrollo estructural de la salud) y a su vez esto se corresponde a políticas consecuentes, sería fácil deducir que la salud está mal porque el país lo está y con este silogismo simplista nos quedaríamos. Pero la gran diferencia está en que la salud es un derecho conceptualmente consagrado en la constitución.
Por lo tanto reviste en carácter de inalienable, por lo cual cualquier gobierno o partido tiene la obligación de consagrarlo. En contrapartida el fin de los pueblos no es tener gobierno, sí salud y otros derechos universales; entonces queda claro que es la gente la que debe aprender a ejercer sus derechos como ciudadanos y tendrán que responsabilizarse de permitir que quienes los gobiernes perpetúen modelos de salud que luego traigan consecuencias irreparables para ellos y sus hijos, sus futuras generaciones. Todo esto en la órbita de salud pública.
En la asistencia privada lo único que existía era una pequeña policlínica en Av. Brasil perteneciente a COMERO, donde no existían las más mínimas condiciones de asistencia, y por lo demás se contaba con la buena predisposición de los ilustres colegas que por decir así le ponían el pecho a las balas saliendo a cualquier hora a asistir a los pacientes domiciliarios sin ningún recurso que los apoyara, que un estetoscopio y un aparato de presión y alguna cosa más que podían llevar en su maletín.
Luego en la década del 90 Y 2000 el Hospital fue creciendo al impulso del Dr. JUAN JOSE CANCLINI y luego el Dr. FERNANDO AMESTOY, yo mismo recuerdo haber llevado los planos a la Dirección de Arquitectura del M.S.P. (en moto en Montevideo) para que fueron aprobados previas modificaciones que por supuesto costaron mucho sacrificio y desvelo de los colegas nombrados (venció su tenacidad). Al mismo tiempo por esa misma época fundábamos el SEET la primera unidad de EMERGENCIA, mientras COMERO se trasladaba al local actual y comenzaba su desarrollo propio y sistemático apareciendo hacia estos últimos años el SAAT, MEDIC Chuy etc.
Todo esto trajo como consecuencia que una gran incidencia de patología en la población disminuyera a consecuencia de la vigilancia y control que estas nuevas Instituciones en mayor o menor grado le han brindado a los pacientes. Si bien no existen todavía estadísticas de lo anterior, saltan a los ojos de cualquier observador, por ejemplo hace 10/12 años atrás, antes de las Unidades de Urgencia el índice de muertes súbitas, infartos del miocardio, accidentes vasculares cerebrales por elevación brusca de la presión arterial etc, en el invierno eran altísimos con promedios de 10 o más muertes entre los meses de junio a agosto.
Hoy realmente es casi un hallazgo en los mismos meses asistir a un paciente por muerte súbita y a los que les sucede, en la gran mayoría de los casos corresponde a pacientes que no estaban controlados por no haberse amparado en estos sistemas.
Existen otros factores de riesgo o enfermedades controlables, pero también es importante no llegar a estas instancias y llevar a cabo programas de prevención (profilaxis) A.P.S. (Asistencia Primaria en Salud). Este es un tema que nos preocupa, y cuando digo nos preocupa es porque existe un grupo de colegas muy interesados en el desarrollo de políticas locales de salud que apunten más que nada a la prevención y a detectar precozmente factores de riesgo y enfermedades que puedan ser corregibles y tratables tempranamente. De esta manera es posible con conocimiento de causa aumentar la expectativa de vida, mediante la corrección de factores modificables, sino que se puede aumentar la expectativa de vida.”
Por supuesto que somos conscientes que debemos esforzarnos para seguirlo haciendo de acuerdo al desarrollo de la zona, así como también manejar mejor los recursos que tenemos. Estoy convencido que lo que no se ha podido realizar es realmente por falta de apoyo político, no tenemos que olvidar que la salud pública no es rentable y es cara en todo el mundo. Por esta razón no vamos a encontrar gobiernos dispuestos en invertir dinero en cuestiones que no tienen retorno. La salud pública comienza a ser rentable en un país productivo, donde por ejemplo una epidemia de influenza (gripe) puede provocar un ausentismo laboral que comprometa realmente la producción interna industrial de un país, su producto bruto interno. Es allí donde los gobernantes pondrán atención no por que les preocupe realmente la sanidad pública por sí misma, sino por las pérdidas causadas. Así por ejemplo comenzó la lucha en contra del tabaquismo en Europa occidental (concretamente en Alemania) ya hace más de 2 a 3 décadas. Los gobiernos sacaron cuenta que no era rentable que la población activa fumara porque esto provocaba pérdidas cuantiosas por el ausentismo a consecuencia de enfermedades respiratorias provocadas por el tabaco bronquitis aguda, crisis asmáticas, enfisemas, infecciones respiratorias altas y bajas y por último las enfermedades cancerígenas que diezmaban las compañías aseguradoras. Entonces era mucho más rentable que el obrero estuviera en buenas condiciones de salud y produciendo, que provocando gastos cuantiosos por enfermedad. Por lo tanto los que estamos constantemente en la lucha por las mejores condiciones en estos temas, no nos son ajenas estas cuestiones y diariamente luchamos para acercarnos lo más que podamos a un equilibrio que acompase el desarrollo de la región aunque siempre vamos atrasados por lo explicado anteriormente.”
Conocemos la creación del Posto de Saúde del vecino municipio pero no sabemos en qué condiciones funciona y qué asistencia cubre, si bien en forma extraoficial estamos enterados que se le presta asistencia gratuita a ciudadanos uruguayos.
No existe integración en el campo de la Medicina. Si así fuera no hay duda que lo que dijimos anteriormente en cuanto al mejor aprovechamiento de los recursos humanos y materiales estaría medianamente solucionado. Pero las condiciones políticas como mencionamos más arriba no están dadas. Por otro lado no se puede admitir contemporizar la salud con intereses totalmente antagónicos a nivel nacional. ¿Qué pasaría si la Salud Pública fuera tan buena que cubriera toda la población con todos los recursos? ¿Dónde quedaría el mutualismo actual? No estamos diciendo que uno u otro es malo sino simplemente que no existen mecanismos que con las reglas de juego actuales estimulen el desarrollo en conjunto de ambos sistemas. Actualmente son intereses encontrados.
Creemos que no hay estudios oficiales que permitan evaluar a cuantos carné de salud asiste actualmente en el Hospital, y por otro lado tampoco existe una demarcación de la zona de influencia. De hecho se reciben pacientes de, Coronilla, San Luis, Barra Uruguaya, 18 de Julio que sumado a la población de Chuy andan alrededor de 10.000 usuarios y estamos seguros de que con las estructuras actuales y los insumos recibidos en cuanto a material y medicamentos no se está en condiciones de cubrir todo, pero caemos en lo anteriormente mencionado en cuanto a que al no haber voluntad política las autoridades no están dispuestas a llevar censos que evidencien estos temas porque valga la redundancia quedarían en evidencia y serían punibles por omisión (si yo sé cuantos usuarios tengo y no les presto la asistencia adecuada en tiempo y forma estoy en omisión).
También es sabido que es problema de todo el país la falta de personal de enfermería que pueda cubrir todos los turnos y a esto tampoco escapa el Hospital de Chuy.
De todas maneras para cerrar estos comentarios que por supuesto son personales, pero basados en 13 años de trabajo continuo sin pausa a todos los niveles, trabajando en el M.S.P., la asistencia privada, las unidades de emergencia móvil y policlínicas barriales realizando tareas comunitarias.
Todo esto nos ha permitido conocer en nuestra visión toda la problemática de la salud local pero también nacional. Por lo tanto no creemos que las soluciones vengan solamente por voluntarismo, sino que serán producto de un cambio radical en la concepción de salud actual tendiendo a un sistema Nacional de Salud más solidario y equitativo que atienda a toda la sociedad en su conjunto, sin discriminación de estructuras sociales, económicas ni culturales.”

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