domingo, 16 de marzo de 2014

Campaña costará a los candidatos unos 5 millones de dólares


Para las internas hay postulantes que se la juegan toda mientras que otros postergan el esfuerzo para adelante; los controles son escasos


La campaña preelectoral de cara a las internas de junio empezó a rodar y de la mano de ella el gasto de miles de dólares con el objetivo de posicionar precandidatos, anunciar propuestas y conseguir votos. Aunque poco se sabe de dónde se saca el dinero para ello.

La ley 18.485 votada en 2009, que fijó el financiamiento de los partidos políticos, establece que cada partido debe rendir cuentas con lo que recauda y gasta en las elecciones nacionales y departamentales, pero nada se dice de la etapa previa (ver recuadro).
Lo cierto es que bajo esta omisión, los dólares corren. De manera “gasolera” para algunos y en millones para otros. Publicidad en medios de comunicación, viajes por todo el país, instalación de locales, actos e impresión de listas son algunos de los gastos a tener en cuenta durante una campaña que lleva casi seis meses.


Los extremos en la carrera electoral en curso son la precandidata por el Frente Amplio (FA), Constanza Moreira, quien tiene previsto gastar menos de
US$ 50.000, y el precandidato por el Partido Nacional, Luis Alberto Lacalle Pou, que destinará
US$ 1.7 millones de dólares para conseguir llegar a octubre, según informaron los comandos de los respectivos precandidatos .


Después de varias semanas de pedir datos a los tres partidos políticos donde existe una disputa de cara a las internas (Frente Amplio, Partido Nacional y Partido Colorado), hubo precandidatos dispuestos a aportar información y otro no.  
El Observador le solicitó al equipo de cada precandidato un listado con las empresas y particulares que hasta el momento aportaron dinero para las campañas, pero todos se excusaron de brindar ese detalle, argumentando que no cuentan con la información, o que la ley que los rige “no obliga” a ser precisos sobre ese punto en esta etapa de la campaña.


Clinck caja
 El mecanismo de financiamiento que rige a los partidos políticos uruguayos ante una elección es público-privado. Por un lado, por cada voto que el precandidato obtiene en la interna, el Estado paga 13 Unidades Indexadas


($ 37 al valor de marzo). Sabiendo esto, el equipo del precandidato estima cuántos votos se puede conseguir y gasta a cuenta. Pero de dónde sale ese dinero, es la interrogante.
En el caso del precandidato por el Partido Colorado, Pedro Bordaberry –quien gastará en el entorno de 1 millón de dólares hasta junio– el adelanto de dinero se consigue mediante préstamos particulares. “Hay personas que están dispuestas a financiarte. Ése es su aporte. En vez de pedir en un banco, cuando el Banco República liquida los votos, a la persona se le devuelve la plata”, dijo al ser consultado por El Observador el asesor del líder de Vamos Uruguay, José Garchitorena.


Los números del precandidato colorado distan de ser lo que fueron en el año 2009. Por aquel entonces la contadora Elisa Etchemendy, quien asesoraba a Bordaberry en el área finanzas, decía al programa En la mira de VTV que para las internas se gastarían “entre US$ 200.000 y
US$ 250.000”.


La precandidata por el FA, Constanza Moreira, le solicitó un préstamo a la fuerza política, que adelantó 600.000 pesos (en el entorno de US$ 26.000) a cuenta de los votos a conseguir en las urnas. El precandidato Tabaré Vázquez, en cambio, no quiso recibir apoyo económico del FA de cara a las internas.       
Desde el equipo de trabajo del precandidato nacionalista, Luis Alberto Lacalle Pou, se prevé sacar en votos en la interna el equivalente a US$ 300.000, según indicó a El Observador  su jefe de campaña, Nicolás Martínez. No  especificó  de dónde saldrá el adelanto de ese dinero, que será gastado antes de junio.


Pero no solo de los adelantos de votos se hace una campaña. Está la otra bolsa de dinero, la que se llena con aportes que hacen los propios candidatos, legisladores de la fuerza política, simpatizantes particulares y empresas. Y aquí es donde la transparencia de la campaña se pone en tela de juicio.


 Cualquier moneda sirve
“Será una campaña a imagen y semejanza del movimiento: sin padrinos, sin arreglos a puertas cerradas, sin ‘poderosos’ de cierto estilo de poder”, indicó en un comunicado la precandidata por el FA, Constanza Moreira, quien declaró a AM Libre que realizaría una campaña “gasolera” y “a lo Obama” (ver recuadro).
Es por ello que, a la hora de recaudar, no está en los planes del equipo de la precandidata ir a golpear puertas a empresas como sí lo hacen otros precandidatos. “No está en nuestros planes, nosotros apostamos a los aportes de la militancia”, dijo a El Observador el encargado de finanzas de campaña de Moreira, Ruben Svirsky. Moreira recibe donaciones a través de una cuenta en Abitab, otra en el BROU, y una línea 0900 gestionada con ANTEL. Hasta el momento, es la única precandidata que ha recibido aportes del exterior a través de una cuenta de PayPal, que no superan los US$ 10.000.


Su contendor, Tabaré Vázquez, en cambio, apelará a aportes más cercanos. Juan Antonio Salgado, presidente de Cutcsa y quien le está “dando una mano” a  Vázquez de cara a las internas –“a lo almacenero”, según declaró – sostuvo que el precandidato financiará su campaña hasta junio con aportes personales y de “su círculo íntimo”. “El gasto total de acá a junio va a estar entre US$ 50.000 y US$ 100.000, no más”, aseguró. Salgado no ahondó en detalles de cuánto pondrá Vázquez de su propio bolsillo, ni quienes integran ese “círculo íntimo” del expresidente. 


Quien no tuvo problemas en decir cuánto invirtió en sí mismo fue Lacalle Pou. Su jefe de campaña informó a El Observador que el precandidato aportó de su bolsillo US$ 10.000 hasta el momento para su campaña. El líder del sector Todos Hacia Adelante, también recibirá US$ 500.000 de contribuyentes vinculados al sector agro, logística, hotelería, construcción, transporte, entre otros; y su grupo piensa juntar US$ 300.000 entre cenas y rifas.


Al consultarle sobre los aportes de privados, el asesor de Bordaberry dijo a El Observador: “Por experiencia, vamos a las empresas a las que van todos. Y todas las empresas tienen asignado un rubro para campaña y se asignan en función de dos criterios se me ocurre: su propia preferencia y las expectativas de triunfo que le asignen a uno y a otro”, señaló Garchitorena. El asesor agregó: “Nosotros no comprometemos ninguna medida de gobierno ni ninguna actividad concreta a cambio de la colaboración”.


Al igual que Bordaberry, el precandidato nacionalista Jorge Larrañaga –cuya campaña central tendrá un costo que rondará US$ 1.5 millones, dijo su asesor Luis Calabria– también apelará a las cenas, y a las ventas de rifas y bonos colaboración para recaudar dinero.


Fuera de control
Los partidos políticos deben rendir cuentas ante la Corte Electoral de sus ingresos y egresos en la elección nacional y departamental. La plata recaudada previamente a las elecciones internas no se rinde ni detalla ante nadie. “Ese es un problema que tiene la ley”, dijo al ser consultado por El Observador uno de los tres contadores que tiene la Corte Electoral, Marcelo Rubio.


El técnico explicó que, por ley, antes de las elecciones nacionales cada partido político debe informar a la Corte Electoral cuánto piensa gastar y de dónde se sacó el dinero. Y pasada la elección, le corresponde rendir los gastos. La dificultad radica en que la Corte Electoral debe dar por cierto lo que se informa desde cada partido, ya que el organismo no cuenta con infraestructura suficiente para hacer controles exhaustivos. “No actuamos como la DGI. Nosotros no hacemos una auditoria porque no tenemos ni infraestructura ni presupuesto para eso”, indicó Rubio, quien aclaró que la Corte Electoral “nunca recibió una denuncia” que dudara el manejo del dinero.


Crowdfunding a lo criollo

La precandidata por el Frente Amplio, Constanza Moreira, señaló que haría una campaña de cara a las internas “a lo Obama”, juntando plata entre su militancia y simpatizantes para financiarse. El modelo a inspirarse es el utilizado por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien apeló al crowdfunding (financiamiento colectivo). En la campaña por su reelección, Obama unió esta estrategia con otra de marketing, como promocionar una cena junto al ex jugador de la NBA, Michael Jordan. Todo aquel que aportara US$ 15 o más a la campaña, entraría en un sorteo para participar de una cena con el presidente y el ex basquetbolista en una velada que se promocionó como “Obama Classic”.

2 comentarios:

  1. A Bordaberry se lo encuentra en cualquier página que se abra en Internet. Me parece que se cortó adelante y va a gastar mucho más que todos los otros. De algún lado saldrá la plata (la inversión digamos).

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  2. Mire usted. Ahora me dio por pensar que, casi, casi, sacar un grupo político a pelear las internas es como sacar una agrupación carnavalesca. Se buscan esponsors, se manguea gente, hay rifas y sorteos... en fin.

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