- Escrito por: Ricardo Scagliola
Con una reunión en el hotel Four Points, el ex presidente terminó de delinear el equipo de campaña que lo acompañará hasta las internas de junio. A su círculo más próximo se suman ahora ex ministros, algunos funcionarios del actual gobierno, el publicista Claudio Invernizzi y el presidente de Cutcsa, Juan Salgado. La estrategia de Tabaré Vázquez hacia junio. El plan político del fa, con la mira en octubre.
Llegaron de a uno y, ya adentro, se vieron las caras. No hubo sorpresas, excepto una: la presentación en sociedad de Juan Andrés Roballo como nuevo integrante del equipo que acompañará a Tabaré Vázquez hasta las internas de junio. La reunión, realizada en el hotel Four Points, donde el precandidato frenteamplista instaló hace poco tiempo su sede de campaña, fue presidida (en más de una acepción de la palabra) por el ex mandatario. Aun con ausencias importantes –como la de Ariel Bergamino, que todavía permanece como embajador en Cuba–, fue un hito inusual en la agenda del ex presidente. Hay que remontarse a las reuniones de gabinete del primer gobierno del Frente Amplio para encontrar una escena similar: una reunión entre Vázquez y su equipo. Fuera de las tareas ejecutivas, tal vez haya algún precedente perdido en la niebla del tiempo: sus allegados recuerdan dos encuentros realizados en 2007, en los que el ex presidente reunió a sus colaboradores más próximos y al entonces secretario político del fa, Fabricio Siniscalchi, para analizar (y luego descartar) la posibilidad de la reelección. En encuentros de persona a persona o reuniones de equipo, lo cierto es que el ex presidente ha priorizado siempre un estilo de conducción radial, donde hay un solo punto de referencia: él mismo. Todo el resto son relaciones hacia ese punto de convergencia.
Ese esquema, el de la conversación radial, con Vázquez en el centro, fue el que utilizó el pasado lunes 17, cuando reunió en el hotel a los ex ministros Víctor Rossi, Álvaro García, Marina Arismendi, María Julia Muñoz y Azucena Berrutti, el presidente del Plan Ceibal y director del latu, Miguel Brechner; el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, el subsecretario de esa cartera, Jorge Vázquez, y el inspector general de Trabajo, Juan Andrés Roballo. También estaba presente su círculo más íntimo: Eduardo Bandeira, su secretario personal, su jefe de prensa, José Luis Veiga, el actual fiscal de gobierno, Miguel Toma, y quien fuera su secretaria particular, Nancy Rey. No faltaron el presidente de Cutcsa, Juan Salgado, y el publicista Claudio Invernizzi, recién estrenado como asesor en materia de comunicación. El encuentro comenzó con una breve presentación de Roballo quien, según informaron participantes de la reunión a Brecha, se desempeñará como “número dos” de Toma. Según informaron las fuentes, la incorporación de Roballo (dirigente del Partido Demócrata Cristiano) fue una sugerencia de Álvaro Vázquez, hijo del ex presidente, con quien mantiene una larga amistad por su participación en algunas actividades religiosas. En 2008 Roballo fue uno de los pocos legisladores frenteamplistas en oponerse a votar la despenalización del aborto. Pocos días después, el ex presidente vetó la ley en cuestión.
EJES DE CAMPAÑA. Durante el meeting Vázquez expuso las principales líneas de su campaña. Dejó claro que este será el equipo que lo acompañará hasta las internas de junio, recalcó que no se apartará “ni un centímetro” del programa del fa y explicó que, durante estos meses, hará foco en derribar lo que considera “mitos” que la oposición intenta imponer en la opinión pública. El primero, la educación, un tema al cual se refirió en el lanzamiento mismo de su campaña en el balneario San Luis y que retomó luego en el acto aniversario del sector Alianza Progresista –realizado en La Huella de Seregni– y en su más reciente discurso en Playa Pascual. Luego, anunció, será el turno de la seguridad. Sólo después el precandidato hablará del issue que mejor domina: la salud. Según explicó Arismendi, presente en la reunión, la campaña hasta junio hará especial hincapié en la visita a pequeñas localidades. La ex ministra dijo a Brecha que Vázquez realizará dos giras por el país, a imagen y semejanza de lo que, en campañas anteriores, llevó el nombre de “campaña pueblo a pueblo”. Este viernes, por ejemplo, Vázquez visitará Solís de Mataojo. Como rutina, siempre se realizará “una avanzada” por los comités de base. El objetivo: coordinar aspectos logísticos, allanar voluntades, amalgamar esfuerzos. La regla: contar, en cada una de sus presentaciones, con algún tipo de conjunto que amenice el convite: pueden ser los Diablos Verdes o Bola 8. Como en San Luis, cuando anunció el 6 por ciento para la educación, o en Playa Pascual, donde respaldó el pago del impuesto de Primaria para los “poderosos estancieros”, en cada uno de sus desembarcos Vázquez hará un anuncio, informaron fuentes de su entorno a Brecha.
A muchos de los presentes, la reunión les trajo a la memoria las viejas épocas de los consejos de ministros con los “cabeza de lista”. Pero “esta etapa es distinta”, explicó Arismendi: se trata, dijo, de una fase donde –como en 1999 o 2009– la “competencia interna” dentro del oficialismo impide repetir ese tipo de instancias. Rodeado de sus colaboradores más cercanos, integrantes del “riñón” del vazquismo y algunas (pocas) figuras novedosas, Vázquez aspira a mantener las grandes líneas de su producto. Con poca ida y vuelta, en un ámbito casi monopolizado por la oratoria presidencial –en esto coincidieron contertulios de distintos “palos”–, el ex presidente anunció una secuencia de encuentros periódicos similares. Tras el speech inicial, fue concediendo el uso de la palabra y replicando casi uno a uno los planteos de los intervinientes. Demarcó un horizonte temporal y político, en varias oportunidades: “Hasta junio”, repitió varias veces.
Enfrentado a dos desafíos que convergen por un breve lapso –las elecciones y el resto del mandato hasta marzo de 2015 con la puesta en funciones de este nuevo equipo Vázquez intenta –explicaron las fuentes– no entorpecer la tarea del presidente José Mujica. Se trata de magnitudes diferentes, pero con puntos en común. El relato de algunos participantes apunta en esa dirección: Vázquez podrá tener mejor propuesta y mucha mejor información que sus adversarios políticos, pero el gobierno aún no tiene resueltos viejos problemas u otros de segunda generación. La inseguridad, por ejemplo, es uno de los temas candentes que –asumen– deberán enfrentarse durante las recorridas por la capital y el Interior. De ahí las presencias en el comando de campaña del ministro Bonomi y su subsecretario, los dos únicos funcionarios de alto nivel presentes en la reunión. Y es que por más que este “equipo de trabajo” tenga –en principio– fecha de vencimiento en junio, Vázquez orienta su campaña hacia octubre. Una vez pasadas las internas, el desafío –explicaron los asistentes– será relanzarse con nuevas herramientas. En ese sentido, para el ex presidente la interna con Constanza Moreira no es sólo una marca temporal: será el momento de redondear la lectura política del primer pronunciamiento popular en el largo calendario electoral y atisbar escenarios posibles. Recién entonces Vázquez evaluará si es el momento de apelar al proverbio futbolístico – “equipo que gana no se cambia”– o hacer relevos para ampliar el cuadro y mejorar el partido.
EL DISCURSO DEL REY. “Hacer realidad lo posible.” Esa frase, que el precandidato frenteamplista viene repitiendo de acto en acto, encierra algo más que simple retórica electoral. Cuantas veces puede, el ex presidente advierte que no realizará promesas al voleo ni asumirá compromisos que luego no pueda cumplir. Algo de ese discurso permeó al último plenario del fa, que desestimó realizar cambios en la política económica. Según lo resuelto por el último congreso, una comisión se encargaría de estudiar algunas mociones que no fueron consideradas por la plenaria del congreso. Pero finalmente la comisión –en la que participaron el secretario general del pcu, Eduardo Lorier, el director de Rentas y dirigente del fls Pablo Ferreri, y el senador del mpp Héctor Tajam– definió que el debate estaba laudado y que no era conveniente seguir con la discusión programática abierta en plena campaña electoral. Luego, la Comisión Nacional de Programa (cnp), presidida por el ex ministro de Turismo Héctor Lescano, analizó las mociones y propuso al plenario realizado el sábado pasado incorporar a las bases programáticas ya aprobadas solamente las mociones y propuestas que contaran con el consenso de los sectores y las bases. La decisión fue adoptada por unanimidad.
Al final, el resultado de todo este proceso vino a reivindicar el espacio de la cnp, donde varios de sus integrantes advertían cierta pérdida de peso en las cuestiones programáticas frente a think tanks como la Nueva Agenda Progresista o Uruguay 2030, o incluso la Fundación Liber Seregni, de carácter orgánico. Por el camino quedaron otras propuestas, como la de “crear un cuerpo de fiscalización en cantidad y calidad similar a la Dirección General Impositiva”, una moción vinculada a la posibilidad de que un trabajador pasara a revestir en el directorio de la Agencia Nacional de Vivienda, la posibilidad de aumentar la edad de los postulantes para ingresar a la función pública o la extensión del conocido plan Siete Zonas del Mides, que el ministro Daniel Olesker había definido a Brecha, el año pasado, como “una prioridad” de cara a un eventual nuevo gobierno del fa. Con estos descartes, el momento del debate programático llegó a su fin. Ahora habrá que esperar a que ruede la pelota.
La incógnita Salgado
Símbolo de que asoma una nueva etapa del oficialismo en su saga en el poder, la presencia de Salgado en la reunión del hotel Four Points sigue siendo un intríngulis. El presidente de Cutcsa es uno de los interlocutores cotidianos del ex presidente: agenda reuniones, interviene en la logística de los actos, sirve como nexo con el empresariado, pero su rol permanece aún con un signo de interrogación. Desde el entorno de Vázquez gambetean definiciones y, mientras tanto, una pregunta recorre los mentados “círculos”: ¿será Salgado su jefe de campaña? La duda está instalada.
La estrategia del FA hacia junio y octubre
Todos tenemos un plan
El plenario nacional aprobó durante su reunión del pasado 22 de febrero el plan político del fa, una especie de guía con algunos énfasis a desarrollar de aquí a junio, aunque pensando en octubre. Se trata de ocho puntos con los que el fa machacará durante la campaña. El primero de todos: conquistar un tercer gobierno nacional, manteniendo y ampliando los gobiernos departamentales en manos del fa. En este primer punto, la redacción hace especial énfasis en la necesidad de mantener “una especial atención para el caso de Montevideo, donde la derecha ha implementado un plan para desplazar al fa del gobierno de la capital”. También se hace hincapié en “colocar en el centro del debate político la cuestión de las mayorías parlamentarias” y la importancia de “rescatar y reivindicar al fa como instrumento político”. Además, el documento aprobado aboga por “difundir los principales logros de nuestros gobiernos con cinco o seis ideas centrales”, enfatizando en las transformaciones explicables por la acción de los dos últimos períodos. El último de los puntos hace referencia a la baja de la edad de imputabilidad, impulsada por Pedro Bordaberry y sectores del Partido Nacional vinculados con el Herrerismo. De cara al plebiscito de octubre, el fa remarca en su plan político que “en el marco de la coordinación con el conjunto de organizaciones y personalidades que se nuclean en torno a la campaña” es necesario “destacar en nuestras movidas, en nuestro mensaje, la posición de nuestra fuerza política”.
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