Blancos se van a las cuchillas en Cerro Largo por disputa interna y diferencias con el intendente
La campaña hacia las elecciones primarias de junio generó entre los blancos de Cerro Largo una interna complicada. Discrepancias de dirigentes del Partido Nacional con el intendente Sergio Botana llevan a ediles díscolos a estar dispuestos a votar un juicio político al jefe comunal, si este no les explica cómo utilizó el dinero en su gestión.
Los cálculos y estrategias electorales de los últimos meses generaron una situación que por habitual no deja de ser llamativa en ese bastión históricamente blanco. La Junta Departamental, que por disposición constitucional debe tener mayoría del partido que gobierna la intendencia, cambió de signo y ahora prevalece la oposición al intendente Botana.
De los 17 ediles blancos, nueve se dieron vuelta por acuerdos en la interna. Esa posición quedó de manifiesto semanas atrás, cuando en una sesión de la Junta fue rechazada la Rendición de Cuentas 2012 de la intendencia. Junto a esos nueve blancos ahora opositores, votaron los 10 ediles del Frente Amplio que estaban en sala (de los 12 que tiene la izquierda), en tanto que otros cinco blancos se mantuvieron en el apoyo al jefe comunal, que integra Alianza Nacional, el grupo de Jorge Larrañaga. Los dos ediles colorados no estaban presentes en sala.
Parte de esa coyuntura local se generó por el pase del diputado Pedro Saravia del bando de Larrañaga al del precandidato Luis Lacalle Pou (Todos). Con él, se fueron varios ediles. Nilda Piñeiro, Luis Andrade y Ana María García (la presidenta de la Junta) forman parte de la lista 30 y acompañaron a Saravia en su cambio. Los fieles al intendente ahora son cinco, e integran la lista 3.
“Esto siempre fue así”, dijo a El Observador el intendente Botana.
De hecho, los exintendentes Rodolfo Nin Novoa y Villanueva Saravia (fallecido) terminaron sus gestiones con un solo edil a su favor cuando la campaña electoral se les vino encima.
Sea como fuere, el jefe comunal tiene a su frente una oposición comandada por sus correligionarios, enojados con decisiones de su gestión. “La soberbia de Botana hace que crea que es Dios, pero acá los dioses no existen”, dijo Saravia a El Observador. Según contó, el intendente “no atiende el teléfono”, tampoco “escucha consejos” y “se ríe” y “le toma el pelo” a los ediles que lo critican.
El Frente Amplio en Cerro Largo planteó la posibilidad de un juicio político a Botana. Lo acusan de manejar el presupuesto de la comuna de forma dudosa. Para Saravia, el cacique blanco local que tiene la llave de la mayoría en la Junta, los ediles nacionalistas que integran su agrupación están dispuestos a votar ese juicio político si Botana no da las explicaciones que le reclaman. “¿Qué ha hecho con la plata en estos años?”, preguntó el diputado que ahora responde a Lacalle Pou.
“Botana debería ser el jefe del partido en Cerro Largo, pero se piensa que es un senador romano. No le contesta el teléfono a los compañeros, no habla ni escucha, y no va a la Junta”, insistió el diputado Saravia, que dijo haberle advertido hace tiempo de esta situación a Larrañaga.
Una vez, relató Saravia, Botana fue a la Junta y llevó una caja. Dijo que allí tenía todos los documentos para responder las inquietudes de los opositores. “Pero resulta que la caja estaba vacía, y Botana se fue para la casa. Se ríe de los ediles”, comentó el legislador.
El jefe comunal se defiende, y asegura que en su gestión invirtió US$ 27 millones propios. Con parte de ese dinero incorporó maquinaria, y la deuda se mantiene en
US$ 5 millones. Para Botana, el nuevo escenario de oposición interna no le genera “ningún tipo de inconveniente” a su gestión.
“A algunos ediles les gusta que les hagan el hipódromo porque tienen caballos. Otros, como Ademar Silvera, siempre reclamaba por el camino que iba hasta Los Molles por Conventos, que casualmente era el de él. Ese tipo de cosas pasan”, comentó Botana días atrás al diario local Atlas.
Para Federico Ricagni, candidato a diputado por Cerro Largo, suplente de Pedro Saravia, pero leal a intendente, “es poco creíble que ediles que fueron electos por la propia lista de Botana, ahora que se pasaron para un sector que pregona ‘por la positiva’ votan por la negativa todo lo que venga de la propia intendencia nacionalista”.
El peso de los blancos en Cerro Largo hace que la disputa interna sea clave para la expresión nacional de ese departamento.
Esa curiosa correlación de fuerzas de los blancos en Cerro Largo y otras ciudades del interior genera también apoyos cruzados. Hay agrupaciones y candidatos que, por ejemplo, acompañan a uno de los dos precandidatos nacionalistas en junio, pero ya tienen comprometido su voto para el otro bando en lo departamental. Para junio se presentaron 130 listas de blancos en Cerro Largo
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