Pese a mayoría de Larrañga, resultado de interna blanca es incierto en siete departamentos
Hay 12 departamentos en los que el resultado de la contienda nacionalista de cara a las internas parece claro. De acuerdo a un sondeo realizado por El Observador entre integrantes de los comandos de campaña de Luis Lacalle Pou y de Jorge Larrañaga, en ambos bandos coinciden en que Artigas, San José, Flores, Durazno, Rivera, Florida y Rocha han sido conquistados por Lacalle Pou; en tanto, en Paysandú, Río Negro, Soriano, Cerro Largo y Lavalleja la mayoría de los votos blancos son para Larrañaga.
El pronóstico en ambos sectores contempla a los dirigentes de peso con los que cuentan. Pesan tanto intendentes como exintendentes y candidatos a serlo; también inciden los diputados, los ediles y los nuevos liderazgos que han surgido en los últimos años. Si se mira únicamente a los intendentes, Larrañaga corre con ventaja porque de 12 intendencias blancas, tiene el respaldo de ocho.
Aunque la suerte está echada para buena parte del mapa, hay siete departamentos en los que los nacionalistas compiten a la par, y cinco de ellos son los más poblados: Montevideo, Canelones, Maldonado, Salto y Colonia. Los otros son Tacuarembó y Treinta y Tres.
En algunos de estos departamentos los políticos están desconcertados y realmente no saben quién ganará, como en Salto o Maldonado. En otros, los lacallistas afirman que la diferencia los favorecerá a ellos, y los larrañaguistas dicen lo propio. Un ejemplo de esto último es Tacuarembó. Todos coinciden que el dirigente de peso es el senador Eber da Rosa, que respalda a Larrañaga. Da Rosa fue intendente y se perfila como candidato para este período. Sin embargo, los dirigentes de Todos confían en las adhesiones que cosechan el diputado Antonio Chiesa y el exintendente Sergio Chiesa, que respaldan a Lacalle Pou.
Del sondeo resulta que siete departamentos son más favorables a Lacalle Pou y cinco a Larrañaga. Sin embargo, el peso que tendrá esto en la interna viene dado por la cantidad de votantes que reside en cada uno. A su vez, en el resultado a nivel nacional influirán las estrategias que los candidatos apliquen para acortar la brecha en aquellos departamentos conquistados por su contrincante.
A diferencia de sistemas electorales como el de Estados Unidos, donde es importante quién gana en cada estado porque se queda con todos los electores que le corresponden a ese districto, en Uruguay lo que interesa es el resultado a nivel nacional.
La orfandad de Canelones
Canelones es uno de los que se presenta como incógnita. Era un bastión de Lacalle Pou porque el candidato es “hijo político” de ese departamento (allí abrió su primera lista, la 400). Pero justamente eso se le volvió en contra cuando se lanzó a la Presidencia y debió ensanchar su mirada.
En el comando de Lacalle entienden que “hubo un sentimiento de orfandad o abandono”. “Luis era el director de orquesta de un esquema muy organizado y estructurado, que se desacomodó”, dijo la fuente cercana al líder del sector. Consciente de eso, priorizaron este departamento en su salidas de las últimas semanas.
En el entorno de Lacalle Pou dicen que ese “abandono” no llegó a reflejarse en las encuestas y que si bien en los últimos meses hubo un momento en el que la distancia fue muy corta, hoy el diputado se mantiene unos cinco puntos porcentuales arriba de Larrañaga. Esto lo dicen en base a encuestas propias cuyos datos no revelan.
Además de volver a recorrer las calles de Canelones, el candidato ha intentado reorganizar la estructura política de su sector allí. Sus hombres fuertes ahora son el diputado Amin Niffouri, el edil Sebastián Andujar y el edil Alejandro Repetto.
En tanto, los dirigentes canarios de Futuro Nacional están convencidos de que pueden capitalizar el traspié de su contrincante y manejan otras estadísticas que los dan por ganadores. Larrañaga armó una tríada con la cual aspira a competir, integrada por los diputados Daniel Peña y Alberto Perdomo, y el exdiputado Richard Charamelo.
El efecto Zimmer
Otro departamento clave y con destino incierto es Colonia. Allí, coinciden de ambos bandos, el liderazgo fuerte se lo lleva el senador Carlos Moreira, que integra el grupo de Larrañaga y será candidato a la intendencia. Sin embargo, está por verse qué efecto tendrá el reciente procesamiento con prisión del intendente Walter Zimmer, que también integra las filas de Futuro Nacional.
En ese sector advierten que el “efecto Zimmer” no necesariamente cobrará una dimesión electoral. Y, en todo caso, consideran que las adhesiones de Moreira pueden hacer contrapeso. En esto coinciden los allegados a Lacalle Pou, que tildan a la interna de Colonia como una de las más competitivas. Ellos señalan el liderazgo del diputado Ricardo Planchón, pero al legislador le pesa que en marzo fue multado por evasión de impuestos.
En la capital, donde reside aproximadamente la mitad del electorado, la clave está en la fuerza de los bloques que armó cada candidato. Larrañaga puso sus fichas en la Nueva 250, que lideran los diputados Jorge Gandini, Ana Lía Piñeyrúa y Pablo Abdala, y en los diputados Pablo Iturralde y Verónica Alonso. A su vez, el senador Jorge Gallinal suma votos para el candidato sanducero a través de su lista 33.
La estructura de Lacalle Pou se basa en la lista 71 (emblema del herrerismo, con los senadores Luis Alberto Heber y Gustavo Penadés a la cabeza), la 404 (la lista del propio precandidato) y la 40, que lidera el diputado Javier García.
Tanto los allegados a Larrañaga como los cercanos a Lacalle Pou confían que ganarán en Montevideo, pero admiten que la diferencia será, en todo caso, de unos 5 puntos porcentuales. También admitieron a El Observador que en las próximas semanas se concentrarán en el voto de los montevideanos.
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