jueves, 10 de abril de 2014

ESPACIO PARA LA NOSTALGIA. Por JULIO DORNEL Ya no da criollos el tiempo.

                                             Escritor y periodista Julio Dornel




Entonces aquellos mozos, se acercaron pa defenderlo,
Y el más ladino le dice entre temblón y risueño,
Todos compramos sus pilchas, pa salvárselas abuelo,
Aquí tiene sus espuelas, aquí tiene su azulejo,
Otro le trae el apero, otro le entibia las manos,
Con aquel poncho de flecos, y otro que no trajo nada
Le estampa en la frente un beso,
Porque sigue dando criollos, muy lindos criollos el tiempo”.

EL REMATE (Yamandú Rodriguez).

Los versos de Yamandú Rodríguez, nos llevan al drama del abuelo gaucho, que pierde en un remate las prendas que todavía lo acompañaban en sus últimos años. Son muchos los objetos imprescindibles que usan diariamente los gauchos de nuestra campaña. Sin embargo, pocos están vinculados a la estima tan particular que profesan los gauchos, como sucede con el laso, utilizado en la gran mayoría de las tareas camperas. Todas las actividades que se cumplen diariamente en el campo, tienen alguna relación directa con este instrumento que conjuntamente con el poncho, la bombacha y el mate permanecen como una reliquia de nuestra campaña. Manejado con destreza por el hombre de campo, acompañaba permanentemente las tareas camperas, ya fuera atado a los tientos del recado o colgado de los carros y carretas del siglo pasado. Desde el momento que se fue poblando nuestra campaña los lazos y las boleadoras estuvieron estrechamente ligados a las tareas camperas, siendo utilizados permanentemente para capturar animales salvajes y luego dominarlos hasta convertirlos al servicio del hombre como sucediera con los caballos y los animales vacunos. Sin fecha determinada sobre su ingreso a nuestro país, es posible que tanto el lazo como las boleadoras se hubieran introducido por los indios guaraníes. La necesidad de dominar animales fue imponiendo estas herramientas hasta que su presencia se hizo obligatoria entre los gauchos orientales. La zona fronteriza del departamento de Rocha ha tenido siempre excelentes lanzadores del lazo recordándose todavía algunos nombres que se integraron definitivamente a la historia campera mediante memorables hazañas en el manejo del lazo. Hay quienes pueden atestiguar la presencia de muchos gauchos, haciendo maravillas con su lazo de 15 brazas de cuero trenzado. El secreto principal de los pialadores consistía en bolear al animal por las patas delanteras, tras un lanzamiento que superaba en algunas oportunidades los 40 metros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario