Escritor y periodista Julio Dornel
Estamos regresando de la “Internacional” con la cámara cargada de
registros fotográficos, donde se puede observar un mosaico de
nacionalidades mancomunadas en un festejo deportivo que parecía
imposible. Hace 60 minutos que el fútbol atrevido de los uruguayos
doblegó a la poderosa escuadra italiana, demostrándole al mundo que los
“milagros” existen y que una nueva jornada de júbilo
quedará grabada en la mejor historia del más popular de los deportes.
Allí estaban los uruguayos, brasileños, árabes, judíos, grandes, chicos,
hombres y mujeres en apretado abrazo, dando rienda suelta a la alegría
colectiva de pueblos hermanos. Imposible describir la movilización
popular generada por la celeste, sin caer en la evocación de otras
hazañas del fútbol uruguayo, tan acostumbrado al esfuerzo supremo,
cuando la crítica especializada pretendía justificar derrotas. Otra vez
los bravos charrúas, animados por una mística superior, han logrado un
resultado que parecía imposible, demostrándole al mundo que seguimos
estando entre los mejores. Con la sinceridad habitual debemos señalar
que nuestra confianza era limitada. Sin embargo el resultado favorable
nos permite seguir soñando. La historia puede repetirse. David a vencido
a Goliat y la próxima batalla será en el mismísimo estadio de MARACANA.
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