Otro
mundial ha
pasado, no le ha tocado a nuestra selección levantar la copa pero
nos queda la tranquilidad de haber alentado hasta el último segundo
de aquel triste partido Uruguay-Colombia, haber sufrido como nos pasa
cada vez que la casaca celeste aparece en un estadio; en fin,
cumplimos con lo que parece son requisitos obligatorios para
cualquier uruguayo.
Al
terminar el mundial otro desafío se nos viene a los uruguayos,
naturalmente, de mayor magnitud: elegir a quienes conducirán a
nuestro país de aquí al 2020 y el modelo de país que queremos.
En
esa elección que se nos viene, uno de los modelos que se presenta es
un modelo bien distinto a los tradicionales; innovador, que no se ha
jactado de compararse con el otro llevando a la descalificación sino
que busca el entendimiento, el aporte de todos, pero verdaderamente
de todos: un modelo sumamente positivo. Es en ese modelo que hay un
proyecto país visto hacia adelante, pensado para que lo empiece el
gobierno que entra pero sabiendo que otros son los que van a
continuarlo, y así es como el mismo gobierno entrante continuará lo
que los predecesores han hecho bien y merece ser continuado.
Ese
modelo de país se construye desde la base de cuidar mejor la
inversión, no invertir menos sino invertir mejor teniendo como meta
fundamental la perfección del servicio prestado por el Estado;
utilizar las nuevas tecnologías, lograr dar el nuevo paso hacia la
modernidad tanto en la salud, en la energía como en la educación
pero teniendo claro que para lograr ese avance no basta con tener la
tecnología sino también con saber aplicarla, saber enseñar y
trabajar con ella para cumplir eficazmente. Una problemática, como
los malos hábitos en el tránsito, para la que poco se propone para
solucionarla pero muchas vidas se lleva y se propone aquí también
enseñar desde la infancia a respetar y utilizar correctamente las
vías; descentralizar los centros de salud, controlar y dar apoyo a
aquellos que buscan dejar las adicciones creando programas exitosos
como puede ser, entre otros, mejorar las plazas de deporte, los
centros médicos deportivos, y fomentar la práctica de deporte
teniendo en cuenta el buen camino que es para la solución de ese
mal.
Éstas,
entre tantas y tantas otras propuestas (cerca de 800) que se han
pensado en el trabajo de dos años de quienes integran diferentes
equipos técnicos y de los propios candidatos que escuchan y recogen
problemas y soluciones de muchos vecinos que se preocupan y piensan
soluciones a sus problemas diarios, es que en esta elección muchos
confiamos (y cada vez más) en Luis Lacalle Pou y Jorge Larrañaga,
por su equipo, por sus ideas y por su voluntad y disposición que
les permiten un trabajo positivo, calmo y creíble … en una
elección Por La Positiva es que los esperamos a todos y en lo que
creemos es un buen camino para transitar, todos juntos, los
uruguayos. Hacia allá vamos.
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