viernes, 8 de agosto de 2014

El juego de la cédula y la edad como eje de la campaña


Canela: "Cuquito, nací en el '33, voy a cumplir 81 años (...) Te espero en esta bandera"



La novela Diario de la guerra del cerdo de Adolfo Bioy Casares cuenta acerca de una guerra de exterminio entre jóvenes y viejos que convierte a Buenos Aires en una ciudad tenebrosa. Aunque muy lejos de esa ficción, los uruguayos están siendo testigos de un debate generacional en donde a las propuestas les cuesta nacer.
En lugar de comparar  sus planes de gobierno, dos de los principales candidatos a la Presidencia de la República se están contando las arrugas. Ni rebajas de impuestos, ni reformas educativas, ni iniciativas contra la pobreza: el centro de la campaña electoral con vistas a las elecciones de octubre está escrito en la cédula de identidad de Tabaré Vázquez y de Luis Lacalle Pou en donde consta que uno tiene 74 años y el otro 41.
En esos 33 años de diferencia han hecho causa los dirigentes blancos y frenteamplistas para resaltar virtudes propias y marcar debilidades.

Incluso, las propuestas que más resonancia han tenido –y las que más críticas han levantado– tienen que ver, en el caso de Vázquez, con un plan de cuidados médicos para ancianos y con la idea de repartir tabletas entre los jubilados. Tabletas a las que los opositores ya bautizaron como “Gevralitas”. Si bien Vázquez fue de los primeros en convocar al debate sobre la experiencia y los años cuando dijo que era preferible jugar con la selección mayor que con la “sub 20”, es Lacalle Pou el que más ha puesto el dedo en el paso del tiempo.
Su “díganle a Tabaré que lo espero en esa bandera” proclamado tras hacer una pirueta, se convirtió en la frase más popular de la campaña electoral ya sea para festejarla o para elaborar una seguidilla de spots en su contra creados por el Partido Socialista.
Por ejemplo, en uno de ellos aparece el carnavalero Kanela y, antes de desplegar, una bandera a favor del Sistema Nacional de Cuidados, dice: “Cuquito, nací en el 33, voy a cumplir 81 años. Qué pena, no sabés lo bien que nos sentimos los viejos después de que nos ofendiste. Arriba el líder que tiene el mejor cerebro. Te espero en esta bandera”.

En las últimas horas, Lacalle Pou volvió a aludir a la vejez de su contrincante al proponerlo como integrante de un “consejo de ancianos” junto al resto de los expresidentes. “Que nadie se moleste”, dijo tras lanzar la propuesta. Pero, inevitablemente, molestó. “Me parece una demostración de viveza criolla barata. Por lo que dice, por el tono, es una chicana política de muy baja calidad”, respondió en El Observador TV el candidato del Frente Amplio a la vicepresidencia, Raúl Sendic.
La elección de Sendic, de 52 años, como compañero de fórmula de Vázquez no parece ajena a la intención de remozar la figura del expresidente. Del mismo modo, Lacalle Pou había pensado como compañero de fórmula en el senador Carlos Moreira, de 68 años, con el objetivo de llenarle el ojo a quienes lo consideran demasiado jóven para ser presidente.
Ayer, Vázquez le siguió el juego a Lacalle Pou al hablar sobre el consejo de ancianos. “Es una propuesta que tiene muchas fallas”, dijo en Villa Alegría. “Si fuera así, el papa Francisco debería formar un consejo de ancianos con Benedicto. Y sin, embargo, está cumpliendo una labor estupenda”, agregó en Villa Felicidad. Por ahora, el nivel de la campaña electoral genera cierta tristeza.

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