El ciudadano Tufic Haffar, de
origen sirio, radicado en esta ciudad hace 50 años, y que adquiriera
reciente notoriedad al manifestar que los niños sirios podrían ser
adoptados por familias uruguayas radicadas en el norte rochense, es
además un estudioso de la cultura árabe en el Estado de Río Grande
del Sur (Brasil). En reciente publicación cuya diagramación, armado
y producción estuvo a cargo del periodista y maestro Carlos
Castillos, dedica varios capítulos a la colectividad árabe, con sus
usos y costumbres, ya arraigados con el paso de los siglos,
ejerciendo notoria influencia en este enclave fronterizo,
fundamentalmente en el idioma. En la página 3 (HISTORIA) señala que
en la historia de Europa existe un largo lapso durante el cual la luz
de su inteligencia brilló fuera de sus confines, ilimitados además
por la presencia de pueblos cuyo idioma, religión y costumbres, no
eran europeos. Ese lapso se conoce como La edad Media, La del
oscurantismo, que concluyó con el Siglo de las Luces, ya en pleno
Renacimiento de la cultura y de la Sociedad. Pero lo que no se dice
es que esa Edad Media fue pródiga en genios universales, cuyo
talento aportó a la humanidad el conocimiento que más tarde sirvió
a ese renacer del saber europeo. La historia con fuentes europeas, ha
discriminado sistemáticamente a la de los pueblos no europeos, a
veces por desconocerla, otras, las más para olvidarlas”. En el
capítulo dedicado a la lengua, señala que el gaucho rioplatense y
del sur de Brasil, en todo momento se le verá cantar coplas que
frecuentemente ruedan sobre amores al compás de una guitarra, hija
de la “jhitar” arábiga, como lo escribiera el antropólogo
uruguayo Daniel Vidart en el libro “Uruguayos, quienes somos, cómo
somos, donde estamos”, publicado en el 2012. En la página 6
transcribe algunos párrafos del discurso pronunciado por el
destituido presidente de Paraguay, Fernando Lugo durante el plenario
de la Cumbre América del Sur- Países Árabes realizado en Asunción
en el 2010”. Cuando Cabeza de Vaca llegó a Asunción para
sustituir a Irala en el gobierno de la Colonia, la primera queja que
recibió fue de una delegación de indios, que le dijeron que los
españoles les robaban sus mujeres y se las llevaban a los
campamentos militares. La empresa sin embargo no era muy difícil, al
segundo día las indias preferían a los europeos que les ofrecían
de todo y después del contacto con ellos, recusaban la vida en común
con sus antiguos compañeros indios. Más tarde los indios hicieron
de eso una fuente de explotación y ellos mismos vendían a sus
mujeres e hijas a los españoles. Por eso Asunción, la capital de
Paraguay llegó a ser llamada “Paraíso de Mahoma”, pues las
casas de los señores españoles abrigaban a manera de un harem de
oriente, veinte, treinta, y hasta sesenta mujeres indias. El propio
Domingos de Irala, practicó
la poligamia, llegando a desposar
diversas hijas de caciques indios”. La mencionada publicación
continúa con titulares que pasan por Montevideo: ¿Palestina o
Siria?, Voces y Apellidos del Árabe”, La Divina Comedia, El mayor
Plagio de la Historia, Arte y Ciencia, Historia, Voces, Tango, El
Arte, Ciencia y Gafas.
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