domingo, 5 de octubre de 2014

DIA DEL PATRIMONIO. DOCUMENTOS QUE HICIERON HISTORIA. Por Julio Dornel.

                                                  Escritor y periodista Julio Dornel





Por aquellos años las comunicaciones dependían de la efectividad del chasque (correo a caballo) para que los documentos sirvieran de testimonio y solucionaran con celeridad los problemas policiales y aduaneros planteados por un subalterno, ante el auge que experimentaba el contrabando en la frontera del siglo pasado. En este sentido queremos señalar que pocos edificios atesoran tantos documentos centenarios como la receptoría de aduanas con sus 135 años de existencia. La hemos visitado en varias oportunidades, con la intención de rescatar (fotocopiar) viejos documentos que permitan agregar nuevos elementos a la identidad fronteriza. En una oportunidad facilitó nuestra visita el historiador Wilkins Machado, por coincidencia funcionario aduanero a cargo de la Administración y amplio conocedor de todos los rincones del centenario edificio. Estábamos realizando un viaje imaginario cargado de historia, donde podíamos observar los primeros vitrales, bibliotecas, escritorios puertas y cerraduras que se abrieron mil veces para facilitar la entrada a los primeros funcionarios. Era sin ninguna duda un viaje hacia el pasado, donde tuvimos que liberar la imaginación para acompañar la redacción de varios informes oficiales dirigidos a la superioridad de Santa Teresa, detallando las dificultades que tenían los funcionarios para fiscalizar la frontera, los destrozos sufridos en el edificio por parte de los contrabandistas y la existencia de juegos clandestinos. Uno de esos documentos, de puño y letra del Receptor decía lo siguiente: “Circular Nº 1257. Agosto 20 de 1879. Ha llegado a mi conocimiento que en algunas seccionales de policía vuelven a establecerse casas que, aparentemente de comercio lícito, son más bien garitos de juego de azar y de envite. Le ordeno pues, que tome las medidas necesarias a fin de que en esa seccional no se establezca ninguna de esas casas tan perjudiciales, como usted lo comprenderá a la moral y al orden público. Hago a usted seriamente responsable de esta orden, cuya falta de cumplimiento no tendrá escusa. Dios Guarde a Ud. (firma ilegible del Jefe de Policía). Otro parte fechado en Chuy el 8 de enero de 1885 señalaba lo siguiente: “Señor. Adjunto de la D.G.A. de A. Por orden del señor Receptor comunico a Ud. Que él se encuentra enfermo de la vista y de alguna gravedad. No habrá olvidado el señor Adjunto que en su última inspección a esta oficina, ya lo dejo enfermo y desde la fecha hasta entonces su estado ha sido siempre peor, tanto que los médicos de este punto se hallan impotentes para combatir el mal y lo aconsejan bajar a la mayor brevedad a esa capital. Ahora bien, como entre solicitar licencia y serle concedida transcurrirán entre 20 o 25 días y esa demora podría serle de fatales consecuencias, ha resuelto bajar a ésa comunicándoselo por la presente para que el señor Adjunto lo crea de justicia. Aprovecho la oportunidad para saludar al Señor Adjunto a quien Dios Guarde muchos años”. No sabemos si el Señor Adjunto habrá sancionado finalmente al Receptor, pero los 135 años transcurridos no sirvieron de mucho. En la actualidad ni el Señor Adjunto nos consigue un especialista antes de los 20 días. ¡ Cómo hemos crecido!!!!

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