Entrevista a Oscar Ventura
Semanario Opinar, Nº 279,
11/12/2014
por Fabricio Suárez
El catedrático grado 5 de la Universidad de la República, Oscar Ventura, afirmó que “el deterioro de la educación y el incremento de la criminalidad juegan a favor del clientelismo básico con que se mueve el Frente Amplio”. Ventura, quien ha trabajado como asesor de Pedro Bordaberry, aseveró que “las medidas asistencialistas vuelven cada vez más dependientes a las capas socioeconómicas bajas”. Sobre la coyuntura del Partido Colorado afirmó que “los líderes no se compran en la feria” y reflexionó que si no se logra entender que “hay un momento para la crítica y otro para la actuación unida, el Partido Colorado no tiene futuro”. Para el Dr. Ventura, “el Partido Colorado no se ha acostumbrado aún a estar en la oposición” de gobierno.
¿Cómo encuentra hoy al Partido Colorado?
Hay tres niveles de análisis. Electoralmente, el Partido Colorado perdió 86.608 votos (22% de los votos de 2009) lo que lo muestra claramente más débil. En particular, el 4.13% de los votos perdidos se deben sumar al 3 o 4% de votos que esperaban ganarse, por lo que evidentemente no conseguimos el objetivo deseado. La interna del PC presenta una grieta fundamental, entre los sectores que postulan ser dueños únicos de la ideología batllista y aquellos que mantienen que el batllismo no es exclusivo de nadie, sino una herencia común. El antagonismo entre esos sectores podría explicar parte del fracaso electoral. Y, finalmente, desde el punto de vista social, el Partido Colorado se debate entre la adhesión a su impronta social principal (la defensa de los débiles) bandera que le ha robado exitosamente el Frente Amplio mediante medidas populistas, y su impronta democrática republicana, que no está presente en gran parte del FA, pero que tampoco tiene arraigo entre (ni importancia para) muchos votantes mientras la situación económica siga siendo buena para las capas altas y medias, y las medidas asistencialistas vuelvan cada vez más dependientes a las capas socioe-conómicas bajas. En este sentido, el deterioro de la educación y el incremento de la criminalidad juegan a favor del clientelismo básico con que se mueve el FA.
¿Qué lectura hace del resultado tras las elecciones del CEN el fin de semana pasado donde hubo nuevamente supremacía del sector que lidera Pedro Bordaberry?
El fracaso electoral y la grieta que mencioné antes llevaron a una explosión mediática de declaraciones en contra de Pedro Bordaberry, externas e internas a Vamos Uruguay, con al menos un par de escisiones notorias y llamativas. Las elecciones al CEN mostraron que la inmensa mayoría del PC mantiene incólume su confianza y apoyo a Pedro Bordaberry. Eso no significa rechazar revisar los errores que se hayan cometido, solo pensar que Pedro Bordaberry no es exclusivo culpable de la situación y que sigue mereciendo la confianza de los convencionales.
Según trascendió en su momento usted calificó la renuncia de Fernando Amado a Vamos Uruguay como una medida “excelente sabia y valiente”. ¿Cómo cree que ha incidido en el Partido Colorado?
Excelente, porque no le hacía bien a VU contar con Amado en sus filas. Sabia, porque se dio cuenta que su situación era insostenible. Valiente, porque se atrevió a luchar por sus propios votos. Aún no ha tenido ninguna influencia y su éxito o no depende de que pueda atraer votantes de fuera del partido.
¿Cree que los resultados obtenidos y justamente estas diferencias en la interna de Vamos Uruguay repercutirán en las elecciones municipales?
Para nada. Las elecciones municipales son completamente diferentes de las nacionales.
¿Cómo observó los resultados de las elecciones nacionales?
No se obtuvieron los resultados deseados. Aspirábamos y confiábamos en recibir más del 20% de los votos. No fue así. En la interna y en relación a 2009, el PC perdió hasta 7.9 puntos porcentuales en algún Departamento. Solo en Salto el PC tuvo porcentualmente más votos que en 2009 (0.4%). VU perdió 46.270 votos (11.8%) y BL 39.442 (10.1%) en el país, que, respecto a sus votaciones en 2009, representan pérdidas de -19.5% y -26.1%. En 9 Departamentos la supremacía de VU respecto a BL decreció y en 10 Departamentos aumentó. A nivel nacional la preferencia por VU respecto a BL creció de 157% en 2009 a 171% en 2014.
En la competencia entre partidos se ve que la variación entre 2014 y 2009 afectó solo a un 6.5% del electorado (154.039 votos). 67.431 fueron nuevos votantes y 86.608 fueron votos perdidos por el PC. Este volumen total se repartió 41% para el PN, 19% para el FA, 10% para el PI, 21% para los partidos menores y solo un 9% adicional de en blanco o anulados. O sea, esta última opción no tuvo mayor trascendencia. Hubo un trasvase de votos desde el PC al PN, posiblemente de VU, en base a la estrategia de los blancos de presentar la elección de Octubre como un balotaje adelantado. Los blancos de verdad creían que podían disputarle el primer lugar al FA. En realidad, solo consiguieron crecer un 1.8% respecto a 2009, lo que muestra que todo el “efecto Lacalle-Pou” fue simplemente mediático y sin sustancia. Es posible que los votos perdidos por BL hayan ido en parte al FA (que no pudo evitar una bajada de 0.14% en sus votos) y en parte al PI (que creció un 28%).
Si se analiza la suma PC+PN respecto al FA, se ve que las elecciones 2004-2014 se asemejan a la serie 1966-1971-1984 para el PC respecto al PN. El crecimiento de los votos a partidos menores se asemeja a lo que ocurría hasta 1966 (y posterior creación del FA) o 1989 (y posterior crecimiento continuo del FA). Visto que por segunda elección consecutiva los votos en Montevideo y en el área metropolitana hacia el FA disminuyen, no es imposible pensar en su derrota en 2019.
¿Qué cree que le ha pasado al Partido que no logra crecer estadísticamente hablando?
Efectos coyunturales (esta vez caímos en la trampa del balotaje adelantado del PN y sucumbimos al discurso derogatorio hacia VU como “no-batllista”) y de fondo (el PC no se ha acostumbrado aún a estar en la oposición y plantearse la conquista del poder, no su recuperación). Pienso que ambos temas son solucionables.
¿La campaña para bajar la edad de imputabilidad cree que jugó a favor o en contra? Es decir, ¿se logró hacer llegar el mensaje de una forma clara?
Ni a favor ni en contra. El mensaje llegó, sin duda (más de un millón de votos a favor) pero no se acopló el voto a ello.
¿Cómo analiza hoy el tema de la inseguridad y las políticas implementadas por el gobierno de José Mujica?
La inseguridad ha crecido notoriamente. El crecimiento lineal de las rapiñas durante los gobiernos de los partidos tradicionales “x a la 1” se transformó en potencial “x a la 6” con los gobiernos del FA. Durante las gestiones de los Ministros Tourné y Bonomi, los homicidios en Montevideo crecieron un 68% y 73% respectivamente, pese al aumento importantísimo del presupuesto. 2012-2014 marcan tres años consecutivos con número récord de homicidios en el país y en Montevideo en los últimos 20 años. Los mensajes políticos de Mujica hacia la delincuencia han sido siempre confusos y más tendientes a la justificación que a la identificación, prevención y represión del delito.
¿Y la permanencia de Eduardo Bonomi como cree que contribuirá a un mejoramiento de la seguridad? ¿Por dónde pasa la solución?
El Ministro Bonomi ha demostrado incompetencia como funcionario para el cargo que ocupa, siempre que el objetivo realmente sea disminuir la delincuencia. Su preocupación y la de su equipo ha sido disfrazar y disimular en lo posible los datos reales sobre delitos, intentando en todo momento querer dar una imagen exitosa de su gestión en lugar de realmente tener éxito. Tanto él como el Subsecretario se han caracterizado fundamentalmente por “explicar” pero no prevenir o reprimir. Ejemplos sobran, desde el aumento de la opacidad informativa, la genera-ción continua de noticias falsas (algo que asegura el sindicato policial SUPU), la modificación de la forma de presentar datos (que motivó la renuncia de Paternain en 2010) o hasta contratar a una empresa privada para intentar desmentir los datos del Observatorio Fundapro de la Seguridad, que es el único contrapeso serio que tiene el Ministerio en su intento de transformar la realidad. El primer paso para mejorar sería cambiar ese equipo ministerial.
¿Qué rol cree que debe tener de aquí en más, con el nuevo mapa político, el Partido Colorado?
No hay realmente un mapa político nuevo, simplemente el mismo de 2009 con alguna variación puntual. El PC debe prepararse para disputarle el liderazgo al FA en 2019. Para ello debe analizar en profundidad por qué no le ha llegado a la gente con su mensaje, cuáles fueron los errores internos y externos y como debe plantear su discurso en forma sencilla, directa y en contacto con la gente. Quizá la mayor carencia del PC en estos momentos es militancia a nivel medio y de detalle. El PC no debe renunciar a su visión de largo plazo del Estado y la República, debe ser más agresivo en la oposición a los pequeños cambios graduales de la sociedad y debe aprender a hacer que se valore lo que se está perdiendo. El trabajo en la educación, las organizaciones sociales y sindicales es imprescindible para ello.
¿Se hace necesaria la aparición de nuevos liderazgos?
Los líderes no se compran en la feria. Bienvenidos todos aquellos que tengan ideas diferentes y quieran concretarlas, pero solo el trabajo de cinco años, la acumulación de confiabilidad y votantes, y el examen final de las urnas podrán decir si fueron exitosos. Lo que sí se debe entender dentro del PC es que solo unidos se consigue conquistar el poder, donde el que obtiene la primacía en el partido marca la dirección y los contendientes ocasionales, que no consiguen ganar las internas, deben apoyar. Las continuas críticas internas, algunas veces muy crudas y básicas, espantan tanto al adherente no fanatizado como al votante potencial. Hay un momento para la crítica y un momento para la actuación unida. Sin entender eso, el PC no tiene futuro.
¿Por dónde considera que debe pasar la agenda del Partido Colorado?
El PC tiene un activo maravilloso que es el programa. Fue redactado por gente muy abnegada, que dedicó muchísimo tiempo a escribir miles de páginas condensadas en esa fuente de inspi-ración que no solo nosotros mismos consideramos importante, sino que ha sido elogiada por periodistas e incluso adversarios políticos. Insistir en llevar a cabo o proponer, dentro de lo que sea posible, las ideas contenidas allí, es capital. No se ha escuchado ninguna crítica que diga que ese programa no es fiel al espíritu de responsabilidad, de ética, de compromiso, que representa la historia del partido. Por lo tanto, no lo dejemos descansar sino que trabajemos en él durante los próximos cinco años.
En segundo lugar, la agenda del partido debe pasar por tener claro y hacer explícitas las diferencias con el FA. Mucha gente cree y lamentablemente algunos de nuestros exdirigentes menores lo han llevado a la práctica, que el batllismo ya no esté en el PC sino en el FA. Eso ha sido una estrategia permanente del FA y lo seguirá siendo, porque sabe que la única competencia real que tiene es el PC y no el PN. Intelectuales como Caetano han hablado y escrito del tercer batllismo sin tener en cuenta la falta de republicanismo en buena parte del FA. No es imposible mellar al FA justamente mostrándose como una alternativa a la socialdemocracia dentro de él (sobre todo si notamos que el principal perdedor de 2014, mucho más que el PC, fue el propio Astori, que dejó por el camino 92.484 votos, 6.000 más que el PC, mientras que los ganadores fueron Sendic y Moreira). Pero es necesario entender que a la mayoría de las personas no se les llega con planteamientos ideológicos o intelectuales, sino con ejemplos concretos de lo que pierden día a día.
En tercer lugar, el PC debe aprender a manejar la coopetencia (cooperación-competencia) con el PN. No se debe acceder a cambio alguno en nuestro sistema electoral para 2019. Si se plantea y se acepta algún cambio solo debería ser para las elecciones de 2024, no antes. Las reglas electorales deben ser las mismas y el PC debe plantearse la sana y fuerte competencia de ideas tanto en la interna (planteando ideas, no rótulos) como en la competencia con el PN. Tenemos elecciones a tres rondas (internas, nacionales y presidenciales): aprendamos a competir con esas reglas.
N.B.: en el artículo publicado dice "manejar la competencia" por un error del corrector posiblemente. Debe ser "manejar la coopetencia" como figura en el texto acá.
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