(Nota Publicada el 16/05/ 2.004) han pasado más 10 años.
Hace algunos años pensábamos ingenuamente que el problema de la seguridad pública estaba reservado exclusivamente para las grandes ciudades que por su explosión demográfica le quitaban a la población la posibilidad de caminar libremente por la calle sin mayores sobresaltos. Sin embargo estábamos equivocados y la reiteración de numerosos hechos delictivos cometidos en grandes ciudades y pequeñas poblaciones del departamento nos está demostrando el surgimiento de un alarmante cuadro de violencia que ha sorprendido a las propias autoridades. Las informaciones procedentes de la capital departamental y poblaciones del interior van más allá de la nota periodística, señalando un verdadero record de procedimientos policiales que van desde las agresiones físicas, violaciones, asaltos y asesinatos. Todo esto significa una lamentable constatación para un departamento que siempre se enorgullecía de su pacífica tradición y que al decir de muchos “dormía con las puertas abiertas”. Por supuesto que el tema de la violencia no se agota en el pretendido grito de alerta que lanza la prensa ni con las medidas que puedan adoptar las autoridades. Existe un temor generalizado que puede tener varias causas pero que no todas pasan por la falta de trabajo ni las bajas remuneraciones que no cubren los gastos elementales de la familia, a la crisis al hambre ni a la miseria. En esta oportunidad y salvo raras excepciones la violencia no está radicada en los hogares mas carenciados sino en el seno de la clase media o familias acomodadas. El periodista rochense Hugo Lujan analizando esta situación señalaba que “existe una realidad que se viene registrando ante los ojos de toda la población; una situación de violencia que trasciende las horas nocturnas para instalarse en diferentes lugares, zonas céntricas, espacios públicos y en pleno centro de la ciudad a cualquier hora del día. Se trata particularmente de hechos de naturaleza violenta que pasan por grupos de jóvenes reunidos en las veredas, en las esquinas y en los bancos de las plazas profiriendo insultos a cualquier persona que pase frente a ellos. Se ha llegado a practicas muy comunes y que recogemos como testimonios diarios donde jóvenes de 15, 16 y 18 años que son detenidos a su paso por la plaza o en la calle y amenazados con un cuchillo para robarles el poco dinero que llevan o robarles la ropa y el calzado que llevan puesto. La violencia está instalada en la calle y a cualquier hora. Esto determina que se genere una suerte de debates y discusiones sobre hechos puntuales con heridos, aunque también se vienen registrando otros episodios que estarían provocando un cambio violento en la ciudadanía de Rocha, donde jóvenes que van al liceo nocturno y salen a las 23 y 30 exteriorizan sus miedos y hay gente que ha dejado de salir porque sus casas quedan en barrios muy alejados y periféricos. La policía ha incrementado las vigilancias nocturnas hay además una comisaría móvil que se traslada permanentemente, hay guardias frecuentes en estos espacios y a la salida de los centros estudiantiles. Sin embargo el estado de violencia que se ha observado en los últimos tiempos y por diferentes motivos es realmente preocupante y carente de antecedentes en esta ciudad. (Rocha)” Señaló además Lujan que “el Jefe Departamental de IMANE ha salido al cruce de algunas afirmaciones que vinculaban estos hechos a varios jóvenes internados en esta institución, manifestando que no le consta que los internados hayan participado en estas acciones. Lo que si podemos agregar es que muchos de estos casos pertenecen a familias constituidas del medio y los mismos se reiteran diariamente, sin determinar que se trata de jóvenes con problemas familiares muy graves. Para desencadenar estos hechos de violencia hay situaciones de excesivo consumo de alcohol, sustancias y pegamentos en las plazas de la ciudad a las 3 de la tarde o a las 10 de la mañana.
La mayoría de estos jóvenes estimulados por estas sustancias y fuera de si en la mayor parte del día cuentan con la impunidad de que a ellos no le pasa absolutamente nada. Además- dijo Lujan- están despreciando la escala de valores de su vida personal lo que nos hace pensar que tampoco tendrían respeto por la vida de los demás y es allí cuando comienzan a registrarse las explicaciones de que la vida y la muerte para ellos tienen el mismo valor.” Por su parte el Jefe de Policía Insp. Mayor (R) Rubén Darío Peraza manifestó su malestar con un artículo publicado por el diario El País que bajo el título de “Pandillas Juveniles amenazan Rocha” y donde se refería a los procedimientos judiciales. El jerarca señalo que en ningún momento hicimos referencia al tema, tenemos muy claro cual es el papel de la policía y somos auxiliares de la justicia y en Rocha tenemos la mejor relación con todos los jueces y fiscales como lo hemos señalado siempre. Hemos superado los 50 procedimientos con menores, donde le dimos cuenta a la justicia y esta actúa como corresponde entregándolos a los padres. En aquellos casos en que hay delitos o presunción de delitos los jueces han actuado correctamente. A nosotros no nos corresponde calificar la actuación de los jueces y no tengo absolutamente nada que decir de la justicia o de los jueces de Rocha con los cuales tenemos una excelente relación” dijo finalmente el jefe de Policía. La situación sigue incambiada.
(Nota Publicada el 16/05/ 2.004) han pasado más 10 años.
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