viernes, 30 de enero de 2015

Policía mató a su mujer por celos


Sindicatos denuncian falta de ayuda psicológica para efectivos con estrés

El efectivo que el miércoles a mediodía mató a su pareja en la plaza de Minas, estaba bajo un tratamiento psicológico particular desde hacía al menos dos meses, sostuvieron allegados.

Señalan que cuando se van a atender es "porque están a punto de explotar". Foto: A.Martínez.

DIEGO CASTROvie ene 30 2015
El Pais
 
El policía había decidido atenderse con un profesional debido a que atravesaba una crisis matrimonial con su esposa y madre de sus cinco hijos, quien le había dicho que se quería separar.
La decisión de ir con un psicólogo, la tomó luego de comentar lo que le estaba sucediendo con un compañero de trabajo, quien le recomendó un especialista para atenderse.
En tanto, en el juzgado de Minas, mientras aguardaba para ser interrogado por el juez de la causa, confesó a un colega que había matado a su mujer por que estaba celoso. "Yo veía que se estaba poniendo más linda. Se maquillaba, tenía ropa nueva. Estoy convencido que tenía otro", le dijo a un policía en la sede judicial.
Sin embargo, nunca pudo comprobar este punto. "Para él, su mujer lo engañaba y no veía más allá de eso", dijo un allegado al efectivo.
El miércoles, el Agente de Primera esperaba a su expareja en la plaza de Minas, en la confitería Irisarri, donde ella trabajaba. Al llegar, discutieron y él le efectuó nueve disparos a su ex mujer, causándole la muerte. Él fue detenido en el lugar.
Ayer, el policía fue procesaron con prisión por homicidio muy especialmente agravado.

Atención.

La violencia doméstica es un tema recurrente en los ámbitos policiales y militares. Si bien no pudo ofrecer cifras concretas, Andrea Tuana, integrante de la Red contra la Violencia Doméstica y Sexual, señaló que "hay un importante porcentaje de denuncias en hogares con policías y militares".
Dos de los principales sindicatos policiales coincidieron en que la atención psicológica que brinda el Ministerio del Interior, a través de Sanidad Policial, "es insuficiente".
"Hay una clínica antiestrés en el Hospital Policial donde se creó un equipo multidisciplinario que no funciona como tal", indicó Patricia Rodríguez, dirigente del Sifpom (Sindicato de Funcionarios Policiales de Montevideo)
"No se hacen controles. No se monitorea al funcionario. Es más, al policía cuando se lo entrena en este tipo de temas, se le da hasta información de como encubrir la violencia doméstica", señaló por su parte el dirigente Miguel Barrios, del Supu (Sindicato Único de Policías del Uruguay).
Este sindicato contrató tiempo atrás un psicólogo para atender a los socios que lo solicitan. "El policía la rema hasta que está por reventar. No se puede esperar a que mate a balazos a su mujer, hay que actuar antes de que esto suceda", manifestó Barrios a El País.
Rodríguez, en tanto, señala que "ante hechos graves, como la muerte de una persona o un tiroteo, el policía tiene que seguir su turno como si nada y después volver a su casa. Evidentemente no llegás en las mejores condiciones".
"Cuando llegan a la policlínica el policía ya está detonado, ya empezó con las juntas médicas, empezó a medicarse porque no aguanta la presión y los compañeros o superiores lo ven muy pasado. Incluso se han dado intentos de suicidio", agregó la dirigente.
Barrios propone que se hagan controles sobre posibles casos de violencia doméstica, "así como se hacen controles por el consumo de drogas".
Pero los dirigentes ven otro problema, que contribuye a que los policías no quieran someterse a la atención psicológica que brinda el propio ministerio. "Hay algo así como una leyenda de que si vas al psicólogo es porque tenes un problema grave y te van a sacar el arma, por tanto vas a perderte de hacer el 222, pero eso no se da siempre", dijo la dirigente sindical de Montevideo.
Por su parte, Barrios señala que la atención en Sanidad Policial es "deficiente", según los afiliados al Supu que en algún momento debieron ir a consulta en el lugar.
"Han sido muy pocos los casos en los que los efectivos se sienten bien atendidos. El tema es que si no es por orden superior, los policías no van al psicólogo", afirmó Barrios.
Agregó que "muchas veces, cuando llegan al psicólogo, corren el riesgo de ser separados del cargo si el problema que presentan es grave".
Rodríguez no ocultó la preocupación que genera que se hayan dado tres homicidios de policías contra sus parejas. "No es fácil manejar la presión de trabajar en la policía", dijo.

Denuncian condiciones denigrantes en cárceles

El Sindicato de Funcionarios Policiales de Montevideo dio a conocer una carta anónima, de un efectivo policial que reviste en una unidad penitenciaria, que denuncia las condiciones infrahumanas en las que tienen que trabajar. "Acá me encuentro un manojo de llaves y un sector asignado, inicio el día armado con una hoja y una lapicera", cuenta el policía. "¡Llavero, sacame de acá!, me gritan, con cortes carcelarios en la mano y a los insultos. Pero eso ya es normal. Jamás vi a ningún superior hacer un relevamiento ni preguntarle a alguno de sus subalternos sobre la problemática que se vive acá. Todo lo que pasa acá adentro se sobrelleva por la necesidad económica o por carecer de otro medio de ingreso. Patético, no?. Pero en realidad arriesgamos la vida y lo tomamos como algo normal". El policía describe en su carta un mundo repleto de ratas, cucarachas, y de enfermedades infecciosas. "Esta vida es deprimente", dice.

Mujeres sin miedo movilizó a Minas

Ayer en la tarde, unas 150 mujeres de todo el país se manifestaron en la Plaza Libertad de Minas en repudio al homicidio de Paola González, a manos de su esposo. Las mujeres, entre las que se contaban referentes de la ciudad, dieron una vuelta a la plaza, en silencio, para luego concentrarse frente a la confitería Irisarri, donde trabajaba la mujer asesinada. Durante la manifestación, las mujeres participantes colocaron dos pancartas en el lugar donde la mujer murió: "Asesinada Paola", decía una, "Tocan a una; nos tocan a todas", rezaba la otra.

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