Mientras que el promedio de niños de entre 0 y 5 años obesos que están por encima de su peso en América Latina es 7,1%, en Uruguay es 10,5%, según la primera encuesta nacional sobre salud, nutrición y desarrollo infantil realizada por la OPP
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) la obesidad y el sobrepeso en niños es uno de los principales problemas de este siglo. Y Uruguay no es ajeno. Mientras que el promedio de niños de entre 0 y 5 años obesos que están por encima de su peso en América Latina es 7,1%, en Uruguay es 10,5%, según la primera encuesta nacional sobre salud, nutrición y desarrollo infantil realizada por la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), a través del programa Uruguay Crece Contigo (que ahora pertenece al Ministerio de Desarrollo Social), la facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de la República y el Instituto Nacional de Estadística.
Comparado con la región,el país tiene la peor incidencia de sobrepeso y obesidad junto con Chile (9,4%). En Montevideo la prevalencia es mayor que en el interior. Mientras que en la capital llega a 11%, en el resto del país alcanza 9%. Los niños que están por encima del peso recomendado, tienen más probabilidades de desarrollar patologías cuando son adultos como cardiopatías, ser resistentes a la insulina, que se puede traducir en diabetes, artrosis o tener más predisposición a padecer cáncer de colon, mama o endometrio.
Una de las principales recomendaciones de la OMS para que las cifras de obesidad y sobrepeso desciendan es aumentar la frecuencia de consumo de frutas y verduras. La encuesta nacional tuvo como resultado que entre los niños más pequeños (0 a 4 años) menos de la mitad (37,2%) consume vegetales todos los días, pero ocho de cada 10 (80,5%) come panes y galletas diariamente y 44,8% consume carnes siete veces a la semana.
Un informe publicado por la OMS establece que “la comida del niño puede prepararse especialmente para él o bien a partir de los alimentos que se preparen para la familia”, aunque “deben evitarse alimentos complementarios ricos en grasas, azúcar y sal”, cuando se trate de alimentar a los más pequeños.
Esa recomendación no parece ser tenida en cuenta en las familias uruguayas con niños menores de 5 años. Según la encuesta, 90,2% de los niños menores de 2 años “consume las comidas con agregado de manteca o aceite” y el número aumenta a 99,1% entre los 2 y los 4 años.
El informe que surge de la encuesta destaca que el carné del niño del Ministerio de Salud Pública explica que no se debe agregar sal a las comidas de los menores de 2 años y que pasada esa edad el consumo “debe ser reducido”. La realidad demuestra lo contrario: 49% de los menores de 1 año comen con sal agregada, 6 de cada 10 menores de 2 y casi 9 de cada 10 mayores de 2 años (87,7%). Consumir sal en exceso puede generar hipertensión, incluso en los niños.
A pesar de que parecería que a los uruguayos les gusta la comida salada, el consumo de azúcar no se queda atrás. Entre los niños menores de 2 años, 36% consume habitualmente golosinas y alfajores y 72% de los de hasta 4 años.
CLAVES
Acompañar. La Oganización Mundial de la Salud recomienda que los niños pequeños coman asistidos por un adulto.Aprendizaje. Mantener el contacto visual durante la alimentación y hablarle a los niños sobre los alimentos colabora en su aprendizaje sobre alimentación.
Compartir. Otro factor importante es compartir la mesa con el niño.
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