domingo, 28 de junio de 2015

Científicos revelaron el mayor enigma de la evolución animal


Hallucigenia.Un gusano que vivió hace 500 millones de años no era como se creía: los tentáculos eran espinas y la cola su cabeza.


El estudio de un grupo de fósiles hallados en Canadá ha permitido conocer nuevos detalles sobre la Hallucigenia sparsa, una criatura con forma de gusano que vivió hace 508 millones de años, y de cuya familia derivan buena parte de los invertebrados actuales.
“Medía entre 10 y 50 milímetros, tenía la forma de un palo de hockey y era delgado como un alfiler”, cuenta Martin Smith, paleontólogo de la Universidad de Cambridge (Inglaterra) y líder del trabajo publicado en la revista Nature.
El experto describe al animal: “Catorce espinas sobresalían de su espalda y, de cada dos, asomaban de su cuerpo dos delgadas patas, cada una de las cuales terminaba en una par de garras”.
 
El estudio de un grupo de fósiles hallados en Canadá ha permitido conocer nuevos detalles sobre la Hallucigenia sparsa, una criatura con forma de gusano que vivió hace 508 millones de años, y de cuya familia derivan buena parte de los invertebrados actuales.
“Medía entre 10 y 50 milímetros, tenía la forma de un palo de hockey y era delgado como un alfiler”, cuenta Martin Smith, paleontólogo de la Universidad de Cambridge (Inglaterra) y líder del trabajo publicado en la revista Nature.
El experto describe al animal: “Catorce espinas sobresalían de su espalda y, de cada dos, asomaban de su cuerpo dos delgadas patas, cada una de las cuales terminaba en una par de garras”.
Este peculiar aspecto ha generado confusión entre los científicos. Cuando se identificaron los primeros restos en los años 70, la reconstrucción de la Hallucigenia fue completamente a la inversa, es decir, se pensó que las espinas eran tentáculos, al igual que las piernas, y que la cabeza era la cola.
El análisis de casi 100 fósiles encontrados en la ladera de una montaña del Parque Nacional de Yoho, en Canadá, permitió a Smith y su equipo resolver las dudas que todavía quedaban sobre dónde se situaba la cabeza.
Asimismo, los investigadores también aclararon que lo que se pensaba que podía ser la cola, en realidad no formaba parte del cuerpo del animal, sino que era una mancha formada por los fluidos en descomposición generados tras su muerte.
“Cuando pusimos los fósiles en el microscopio esperábamos encontrar un par de ojos, pero nuestra sorpresa vino cuando también hallamos unos dientes que nos sonreían”, relata Smith.
Las imágenes que obtuvieron mostraban una cabeza pequeña pero alargada, con ojos proporcionalmente normales y, debajo de ellos, una boca con una fina hilera de dientes, que actuaba como una válvula que evitaba que la comida se cayera cuando el animal absorbía más alimento. “Esta dentadura supone una morfología muy compleja para una especie tan antigua”, dijo el científico.
 Hallucigenia vivió en la explosión cámbrica, un período de gran desarrollo evolutivo que empezó hace 500 millones de años, del que provienen los grandes grupos animales del registro fósil. Y es de la familia de los panartrópodos, una categoría que incluye a los arácnidos, insectos y crustáceos. “Nuestro hallazgo permiten saber que estas especies alguna vez tuvieron partes bucales complejas que se fueron simplificando: perdieron sus dientes a medida que fue avanzando la evolución”, concreta Smith.

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