Escritor y periodista Julio Dornel
En notas anteriores hemos publicado material extraído del periódico escolar que bajo la dirección del maestro “Pancho” Leiza, circulaba hace 58 años, destacando los principales acontecimientos que se registraban en el ámbito escolar. Culminamos hoy con el excelente material de investigación histórica que publicaran los alumnos de las clases superiores en julio del año 1957. “Poco a poco la población iba creciendo. El señor José Rodriguez, uno de los más antiguos pobladores ofrece por primera vez, solares a la venta abriendo el camino para que la población progrese. Entre los primeros compradores hallaremos a Sergio Acosta (carnicero) a un señor de apellido Leopardi, con comercio donde hoy está la panadería de Don Mauro Silva. El cuadro puesto a la venta, abarcaba unas nueve cuadras, extendiéndose desde el actual comercio del señor Calabuig hasta cerca del cementerio, en el camino a La Higuera. En aquel tiempo, lógicamente debemos pensar, que los caminos y medios de comunicación, eran muy inferiores a los actuales. Los vehículos de viaje de la época eran las diligencias tiradas por caballos, que hacían la carrera entre Rocha y Santa vitoria do Palmar. Estas diligencias llevaban un cuarteador que era el guía o baqueano, hombre que arriesgaba la vida a cada “paso” que debían atravesar. Lo alentaba el mayoral que, sentado en el asiento delantero del vehículo, sostenía un largo arreador en la diestra, con el que estimulaba los caballos hasta llegar a la posta (lugar donde cambiaban la tropilla) y proseguían la marcha hasta llegar al fin de la jornada. Dos días llevaba el viaje entre Rocha y Santa Vitoria con buen tiempo, demorando más en el invierno cuando los arroyos estaban crecidos. Cuando la diligencia llegaba, era esperada por los moradores de la población quienes recibían cartas, diarios y noticias de otros lugares. Chuy recibía noticias también de manos de los mayorales de las diligencias, entre los que podemos mencionar a Domingo Corbo y Fausto Prada. Los vehículos de carga eran carretas tiradas por bueyes de dos ruedas y de pesada construcción, hechas de tal forma que podían proteger la carga de la lluvia y los vientos. Para ello en las aberturas trasera y delantera colocaban cueros de vaca. Cuando la carreta iba sin carga servía de morada a su dueño, pero cuando transportaba carga dormían debajo de las carretas para protegerse del frío o de la lluvia. El viaje hasta Montevideo demoraba varios días y hasta semanas. Algunos carreros de aquella época eran Ramón Lasso, Florencio Mena y Ubaldino Lasso”. En la nota gráfica el maestro Elías Lizardo y su esposa Rita Cándida Casal.
(Próxima semana finalizamos con esta investigación histórica realizada en 1957 por alumnos de 5º y 6º de la escuela Nº 28 de esta ciudad”).
Según contaba mi abuela Obdulia Pérez Volonté, mi abuelo Gabino Hernández, padres de Dominga Hernández, en aquellos años de principios del Siglo XX, Gabino era un carrero por toda Rocha transportando enseres y víveres. Y según mi padre se adentraba en Brasil cuando así lo necesitaba.
ResponderEliminarSaludos gracias por sus notas siempre muy interesantes