martes, 13 de octubre de 2015

38ª FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO Por Julio Dornel.







 





                      Escritor y periodista Julio Dornel
 
Con una extensa y variada programación se realizó en la Intendencia Municipal de Montevideo y carpa adjunta, una nueva edición de la Feria Internacional del Libro, contando con la presencia de escritores, poetas y artesanos de todo el país. Se trata de una de las muestras más emblemáticas de la cultura nacional, siendo su principal gestora la poetiza minuana Nancy Bacelo, que a partir de 1961 asumió la responsabilidad de dirigir la Feria de Libros y Grabados de Montevideo, que se constituyo con el paso de los años en la mayor expresión cultural de nuestro país. Ante la imposibilidad de mencionar a los participantes o mencionar sus obras nos vamos a detener brevemente en “TIERRAS, REGLAMENTO Y REVOLUCIIÓN”, donde los historiadores Gerardo Caetano y Ana Riveiro, reflexionan sobre los doscientos años del Reglamento Artiguista de 1815. Se detallan en 623 páginas los aspectos fundamentales del reglamento agrario, donde los autores se interrogan si en realidad se beneficiaban “los más infelices”, teniendo en cuenta que estaban ausentes los esclavos. Muchos se siguen preguntando cuanto tiene de revolucionario  este documento, haciéndonos pensar que esta historia no termina con el festejo de los doscientos años. Tampoco niega la publicación que aquellos hombres buscaban un equilibrio justo en el momento de poner límites al reglamento. En forma por demás documentada los autores hacen referencia a a los cambios que se han registrado a través de la historia en la lucha por la propiedad de la tierra, señalando además que grandes estancias no tenían la documentación saneada, lo que motivó prologados reclamos por la propiedad definitiva. Lo señalan sus autores en la página 8 (Tierras)”El “problema del arreglo de los campos” que tanto preocupó a la Banda Oriental y que tan directamente tiene que ver con el Reglamento de Tierras artiguista de 1815 como uno de sus antecedentes , fue parte de una problemática que excedió el territorio rioplatense y que impregnó el periodo tardocolonial y los primeros tiempos republicanos”. 

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