jueves, 19 de noviembre de 2015

Rocha EL SECRETO DE “LA TERMINAL” Edil Humberto Alfaro Mendoza



Desde hace mucho tiempo se habla en la ciudad de Rocha de la necesidad de existencia de una Terminal de transporte colectivo de pasajeros departamental e interdepartamental. Sobre la necesidad de su instalación no existen discrepancias, y obviamente no podía haberlas.
En diversas oportunidades y aún distanciadas en el tiempo, se han escuchado opiniones con distintos fundamentos, en cuento al lugar de su emplazamiento, y ello también es explicable, razonable y necesario que así sea.
Sin duda alguna que cuando se acomete una obra de estas características, tiene que analizarse la cuestión a varias puntas: el concepto urbanístico, es decir, qué ciudad queremos, hacia donde resulta de interés que se desarrolle la ciudad, hacia donde es más conveniente que ese desarrollo se lleve a cabo, y en esto, como en otras cosas, hay que pensar varias docenas de años hacia adelante; otro aspecto a considerar es, por supuesto, el interés y necesidad de los usuarios, teniendo en cuenta la distribución de la población en la ciudad y sus posibilidades económicas, de acceso, condiciones sociales y todas aquellas que deben analizarse al desarrollar el emprendimiento.
El aspecto del acceso a la misma, también debe tenerse en consideración y sin perjuicio de que el mismo ya puede estar efectivizado, o debe en su caso, acondicionarse vías para que el mismo se lleve a cabo en las mejores condiciones y teniendo en cuenta la conciliación con los demás aspectos señalados.
Escuchamos al señor Intendente expresarse al respecto en medios de prensa, cuando fue electo, al asumir el cargo y luego en alguna oportunidad posterior. Según sus expresiones parecería ser un hecho consumado la concreción de la obra y el lugar. En ningún momento hizo referencia a fecha en que se adoptó la Resolución, ni qué asesoramientos se requirieron (en forma muy especial con lo que tiene que ver con los aspectos urbanísticos, sociales, económicos, y de la diversa índole que como hemos expresado, requiere este tipo de obra). Tampoco se expresó concretamente cuál es el lugar específico en que se desarrollará la obra, quién es el propietario del padrón o padrones en que la misma estará asentada, si no fuere propiedad de la Intendencia en qué calidad se ocupará, si el emprendimiento se llevará a cabo mediante el sistema de licitación y si la contraprestación consistirá en un canon por explotación de empresa privada, o si la construcción de la obra y la administración de ésta se realizará directamente por la Intendencia. Cuál es el costo estimado de la obra y cómo se financiará. Qué consultas se han realizado con la sociedad civil o con organizaciones de la misma, ya que tanto se habla de participación, que en éste como en otros temas la hemos visto en el discurso pero no en los hechos (que son los que valen). Si ha habido consultas, cambio de ideas, acuerdos o de alguna forma participado en la idea todas las fuerzas políticas del Departamento.
Y así podríamos seguir efectuando preguntas sobre el tema, y seguramente otras muchas se le ocurrirían a los ciudadanos de la ciudad de Rocha.
Ante tantas dudas que teníamos, entendimos que como Edil Departamental debíamos preguntar oficialmente al señor Intendente, que evacuara las mismas. La vía obviamente, era la del pedido de informes, al tenor de lo dispuesto en el Art. 284 de la Constitución de la República.
Hace ya más de tres meses que hicimos tal pedido. El mismo no fue evacuado en el tiempo establecido en la normativa correspondiente. En virtud de ello y en cumplimiento de la misma, requerimos la reiteración del pedido (con el apoyo de toda la Junta Departamental), así se cumplió, y de esto hace un mes y medio. Tampoco se ha tenido respuesta.
Ante tal silencio, caben diversas interpretaciones: una puede ser que el señor Intendente y su equipo estén ocupados en temas más importantes (aunque este es muy relevante) que atañen al ejercicio del Gobierno. Otra podría ser que no se entiende conveniente clarificar la situación ante la opinión pública, para no generar polémicas y jugar luego con los hechos ya concretados, donde en definitiva se podrán generar debates, pero serán totalmente inocuos ya que los dados estarán echados. Otra podría ser que no se han cumplido los extremos que se mencionan en lo que antecede y que fueron objeto del pedido de informes. Otra podría ser que nos encontramos ante una manifestación de voluntarismo, lanzada a los efectos de apreciar cuál es la reacción de la opinión pública. Y así podríamos seguir haciendo deducciones y cualquiera de ellas podría ser toda o parte de la verdad.
Lo cierto es que cuando se habla con habitantes de la ciudad de Rocha, todos tienen distintas opiniones sobre los temas que atañen a la instalación en la ciudad de la referida Terminal (tanto en lo que refiere al lugar, como a la forma de construirse y explotarse, la forma de acceso, el efecto que producirá en los usuarios y en la propia ciudad, como en tantos otros aspectos de la cuestión).
Hemos esperado un tiempo más que razonable para que se contestaran tantas interrogantes, en la vía oficial que resulta pertinente, y que se ha seguido. No era nuestro deseo instalar en esta oportunidad este tema en los medios de comunicación; en su caso, lo hubiéramos puesto de manifiesto una vez obtenida la respuesta del señor Intendente. Como la misma no se ha producido, no se ha agregado a un tema que viene oscuro, el único elemento que existe para terminar con esa situación, que es la información, ella es la luz, nos vemos obligados a adelantar esta incursión en los medios para informar a la opinión pública.
Nos llama poderosamente la atención este silencio, esta falta de información, esta actuación sin las consultas necesarias según todo lo que se expresó en lo que antecede.
En la actividad pública, en un sistema democrático republicano, no es admisible la actuación en temas tan relevantes, sin cumplir con los asesoramientos que corresponde, sin brindar la información a la opinión pública, y sin consultar a entidades que la representan. Inclusive ni siquiera se ha brindado información a la Junta Departamental (aunque ello no resulte preceptivo, pero allí está representada políticamente la sociedad en todos sus espectros).
Hemos tenido paciencia, hemos esperado más allá de lo razonable. Ante el silencio que nos genera muchas dudas y aumenta nuestras interrogantes, analizaremos otras vías si resulta necesario. De lo que si puede tenerse la seguridad, es que no acompañaremos el silencio. El tema es demasiado importante para la ciudad de Rocha, ya que después que los hechos se concreten, “cuando la liebre se ha ido, de poco vale dar palos en el echadero”.

Humberto Alfaro Mendoza
Ciudadano de Rocha y Edil Departamental


Lista 84 Por El Camino De Wilson

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