Cada vez encontramos más jóvenes y personas en general descreídas con la política, y no porque ella fuese lo peor, sino porque han pasado malos dirigentes, que se han encargado de jugar con la esperanza de la gente. Y la esperanza es lo último que debemos perder. Es por eso que insisto en que los jóvenes no podemos quedarnos con los brazos cruzados, y debemos acercar la política a la gente y ser los impulsores del cambio.
Hay quienes optamos por la militancia, y pertenecemos a un partido que siempre se ha nutrido de ideas y principios como lo es el Partido Nacional con 180 años de vigencia, y desde esa trinchera es que elegimos trabajar para cambiar.
A veces gastamos más saliva cuestionando lo que puede hacer el otro y no pensamos en lo que podemos hacer nosotros. Desde este espacio se pueden hacer muchas cosas en beneficio de todos .
Tenemos que ver la política como lo que es, una herramienta para poder hacer cosas por la gente.
Necesitamos mucha voluntad, y tenemos que cabalgar ante toda adversidad, con la misma rebeldía que nos caracteriza.
Debemos de demostrarles a nuestros dirigentes que podemos.
Ya no somos el futuro, somos el presente, la nueva generación que quiere cambios y cambios verdaderos, y hay quienes estamos dispuestos a ser partícipe de ellos.
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