jueves, 29 de septiembre de 2016

BLANCA BENDER. POESIA DESDE “SAN MIGUEL”. Por Julio Dornel

                                 Escritor y periodista Julio Dornel

En enero de 2004 recordábamos a la poetisa Blanca Bender, señalando que había nacido junto a las Sierras de San Miguel, que había estudiado en Montevideo, se había casado  en la ciudad de Pelotas y que residía   en Porto Alegre, donde integraba  la Academia Femenina de Letras y la Academia Literaria de Lengua Española con sede en los Estados Unidos. Dedicada durante muchos años a la absorbente pasión por las letras ha publicado varios libros de poesía, rescatando un mundo espiritual que tuvo su origen sobre la margen derecha del arroyo San Miguel. Respetando su pasado histórico podemos decir que durante el siglo pasado fueron muchos los hombres y mujeres que transitando por distintos caminos del arte y la cultura se ganaron un lugar destacado en el plano individual y colectivo de esta población. La mejor prueba que podemos ofrecer está en la
Poesía inédita o poco difundida de muchos escritores que pese a sus méritos personales no lograron trascender en el medio que los vio nacer. Tal el caso de Blanca Bender que nacida junto al arroyo nos ofrece varios libros que son desconocidos para la gran mayoría de los lectores rochenses. Pese a la problemática económica que significa una publicación y su posterior comercialización en un mundo que ha ido perdiendo su sensibilidad espiritual, esta mujer ha puesto en cada edición una cuota enorme de tenacidad, talento y perseverancia. Se trata de una de las más prestigiosas poetisas del MERCOSUR, con varias publicaciones y que sin embargo no ha tenido la promoción que se merece.
 Su infancia transcurrió en el maravilloso entorno de San Miguel, vinculada al ambiente rural de la época, lo que facilitó su creación poética que pasando por la geografía ofreció una riqueza que fue siempre más allá de las descripciones. No la conocemos, pero el contacto telefónico sugerido por el Dr. Anselmo Amaral, nos permite visitar su infancia en la estancia paterna y revivir recuerdos de la niñez que todavía permanecen en el mundo encantado de la fantasía. Por allí pasaba la vida cotidiana de San Miguel que le permitió ganar un lugar destacado en el Torneo Internacional de Poesía Gaucha realizado en Vacaría con MI GALPON DE ESTANCIA:
Pero el lirismo testimonial sigue su curso para señalar en una publicación de la Academia Femenina de Río Grande del Sur que “la poesía y el amor a nuestras tradiciones gauchas nos une nuevamente y aquí estamos en nuestra condición de mujeres, abriendo espacios y representando dos patrias- la brasileña y la uruguaya, con idénticas raíces y nutriéndose de la misma savia y sentimientos, exigiendo mucha garra para que los pueblos de nuestra pobre América Latina sobrevivan a las presiones internacionales.” La publicación de varios libros en español, entre los que podemos destacar PEONCITO DE PATIO Y BARRO Y CRISTAL, demuestran una constante de Blanca Bender y un trabajo de muchos años que al margen de de redactar el manuscrito de sus poesías ha sido necesario la revisión detallada, diagramación y otras actividades previas, que culminan con su publicación. Por muchas razones podemos decir que las Sierras de San Miguel y su entorno junto al arroyo que le dio su nombre, representan una zona muy especial para su poesía, habiendo recogido allí algunos testimonios y circunstancias sociales que se dieron en el pasado, pero que en algunos casos se mantienen en el presente con las mismas características. Allí está el dolor colectivo y la explotación del hombre por el hombre como lo sintetiza en JUAN PUEBLO:
Es posible que la obra de Blanca Bender no sea conocida ni esté valorada en su justo término, pero no por eso deja de tener la virtud de haber señalado el camino a los nuevos valores culturales del norte rochense. En sus libros que nos llegaron recientemente podemos valorar una grandeza superior y un deseo enorme de vivir, de soñar, de construir y de luchar para que las cosas pequeñas del pago chico puedan trascender. Nota publicada en enero del 2004 en Informe Uruguay, evocando a   la poetisa de San Miguel.

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