sábado, 1 de abril de 2017

LA FAMILIA 2° PARTE Por Carlos La Banca



En la fiel observancia de las noticias que se divulgan por diversos medios en nuestro país, es alarmante la proliferación de actos delictivos, que muchas veces resultan incontrolables por parte de las autoridades respectivas dentro del mayor empeño que presten, ya que la raíz primaria de esta alarmante situación de descomposición social, está en la malformación de los hogares en que lejos de que los padres eduquen a sus hijos con el buen ejemplo, es notorio que los padres rompan con los deberes y obligaciones dentro del matrimonio que se convierte en numerosos conflictos, desapareciendo la armonía y paz en el hogar, con la abrupta separación, camino seguro hacia el divorcio, donde dicho sea de paso los Tribunales de Familia dan cuenta de que las estadísticas aumentan cada vez, elevando a los mismos diferentes causales.

Cualquier persona que haya tenido un poco de experiencia en la tener una familia, ha podido enterarse de las enormes diferencias que existen en los hogares populares y muchos de clase media en que, aun permaneciendo el matrimonio bajo el mismo techo, hay una marcada diferencia en que los cónyuges no conviven como parejas, surgen las intrigas entre los propios hijos, insultándose entre sí en los términos más inenarrables por la baja catadura moral en que generalmente se dan unos puños, con algunas contusiones, cuando no, peor cuando salen a relucir arma blanca, hasta disparos con armas de fuego, escenas estas dantescas que tienen sus inicios dramáticos, cuando .se produce el femicidio, ya que la pasión ha sentado sus reales y ya separados los cónyuges, el hombre no renuncia al amor de su vida y no acepta que otro ocupe su lugar que no supo administrar.

Se me dirá que paso por alto los factores económicos en que muchos hogares cuando tienen enormes carencias, tales circunstancias son una invitación a la desintegración familiar. Sin entrar en contradicción, admitamos que en todos los tiempos han existido problemas económicos, pero en esos casos deben imperar en el matrimonio los medios morales para superarlos y no tomar las vías desvergonzadas del consumo de licor y mucho menos inclinarse por el consumo de drogas.

Todo esto es de no poder cumplir aquello de que el cabeza de familia debía de ser el que trajese el sustento a la casa, ya que un empleo no da y viene el multiempleo y nuevamente no da y sale la esposa a trabajar y los hijos quedan en manos de extraños.

Pero no se puede cumplir aquello de las 8 horas de trabajo, 8 para el descanso y las restantes eran para recreación y distracción con la familia.

Por años mi mayor aspiración ha sido que tengamos un mejor sistema político que eleve la conciencia del pueblo, pero como todavía estamos muy lejos de alcanzarlo, debido a la corrupción, lo indicado es buscar los caminos éticos que enseñaban nuestros mayores.

Pero nunca estos gobiernos populistas tratarán de que las familias estén unidas y tengan un bienestar, ya que en la tapa del libro ellos practican en primer término la destrucción de la familia por todos los medios, destrucción de la enseñanza, droga, pérdida total de los valores, etc.

Y al tener esa destrucción implantada se crea la creación de los vagos mantenidos por el gobierno (350.000 en este país que no estudian ni trabajan y son mantenidos por el resto de la ciudadanía) con más impuestos.

Y siempre con soberbia, arrogancia y despotismo le hablan al pueblo que todo esta bien, mientras este está quebrado y al borde del default.



Carlos La Banca

OREJANO

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