miércoles, 12 de julio de 2017

Más y mejor INDDHH Opinión





En las próximas semanas el Parlamento habrá de renovar el Consejo Directivo
de la Institución Nacional de DDHH y Defensoría del Pueblo. Creada por la Ley
18 446 de diciembre de 2008, es una unidad dependiente del Parlamento pero
autónoma con el cometido específico de defender y promover los DDHH. En
estos días finalizan su mandato los primeros directivos que la misma ha tenido.
Dejan una institución funcionando y establecida. Salvo hechos puntuales que
han merecido reparos formulados por escrito, como corresponde, por parte de
Crysol, el balance es ampliamente favorable y positivo.
La libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento
de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los
miembros de la familia humana, como reza el Preámbulo de la Declaración
Universal de los DDHH. La plena vigencia e implementación de las normas ya
establecidas y aprobadas es un salto sustancial en la calidad de vida de la
ciudadanía. La creación de la INDDHH ha sido un elemento importante, más
allá de los logros y/o fracasos, del mejoramiento de la calidad de vida de la
institucionalidad democrática.Dados algunos comentarios que han aparecido en la prensa en las últimas
semanas y que desnudan una muy escasa cultura en el plano de la normativa
en este plano, es necesario reiterar, una y otra vez, que las normas de DDHH
han sido aprobadas para proteger a los ciudadanos de los abusos que suelen
cometer los Estados y sus funcionarios. Es el sentido básico y esencial de
dichas normas: proteger a los ciudadanos de los agentes estatales, de milico y
de paisano. Las acciones de los privados, individuales o colectivos, se rigen por
las leyes generales de los diferentes códigos. Esas acciones son un ámbito
exclusivo de la justicia.
La INDDHH es una gran herramienta de la democracia para afirmar las normas
destinadas a dignificar la vida de todas las personas. Es un instrumento
fundamental y decisivo para aquellos ciudadanos más vulnerables, más
desprotegidos, que no tienen acceso a la propia organización, a conocer,
reclamar y demandar derechos.
La integración del próximo Consejo Directivo no es, por lo mismo, un tema
menor para quienes apostamos a fortalecer la institucionalidad democrática del
país para seguir avanzando. Sus futuros integrantes deben tener un sólido y
efectivo conocimiento y compromiso, indubitable, con las normas de DDHH, en
lo declarativo y también en cuanto al compromiso de vida. La dictadura cívico
militar y su terrible legado sobrevuela a la hora de promover, apoyar y
examinar candidaturas. No hay justificaciones ni explicaciones para las graves
violaciones a los DDHH. Quienes las aplican para el pasado reciente pueden
reiterarlas para el presente y el futuro. Y ser un peligro si integran el órgano
de conducción de la institución que tiene que defenderlos.
Vivimos en democracia y existe plena libertad de conciencia y de expresión.
Quienes hasta el día de hoy, a pesar de las múltiples evidencias en contrario
cultivan la “teoría de los dos demonios” para explicar el proceso uruguayo,
están en su legítimo derecho, sin importar su sexo, adhesión político-
partidaria, trayectoria académica o religiosa. La dictadura cívico militar fue una
verdadera tragedia para el país. La “teoría de los dos demonios” es la excusa
de los golpistas para disminuir las culpas por lo ocurrido. En Uruguay hubo un
solo demonio desatado: el terrorismo de Estado.
Continuidad y desequilibrio de género femenino
Tal como lo recomienda la propia ley sería recomendable que existiera
continuidad entre el Consejo directivo saliente y el nuevo para que no haya
que recomenzar de cero. La experiencia acumulada es importante. El
Parlamento debe tener muy presente este criterio al igual que lo reclamado por
decenas de organizaciones sociales: sería sumamente positivo mantener el
actual desequilibrio de género, es decir que haya mayoría femenina,nuevamente, en el próximo Consejo Directivo. Esta integración le hizo bien al
anterior Consejo Directivo y demostró que un organismo con mayoría de
integrantes mujeres puede funcionar perfectamente, aunque aún haya
resistencias en el Parlamento para aceptarlo.
Son insumos básicos a tener en cuenta, junto con la necesidad de seleccionar
integrantes que pongan de manifiesto su disposición a trabajar efectivamente,
de manera comprometida, por la causa de los más desvalidos, demostrando
independencia de criterio y disposición a hacer frente a las potenciales
presiones que puedan ser recibidas, tanto desde el poder como de los medios
de comunicación.
El desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han originado
actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad. Con el
propósito de contribuir activamente al fortalecimiento de la Institución Nacional
de DDHH y Defensoría del Pueblo, Crysol presentó formalmente cuatro
candidatos para el proceso eleccionario de nuevas autoridades. Tres de los
candidatos son mujeres. Queremos Verdad, Justicia, Memoria y Reparación
para el pasado reciente como lo establece la Resolución 60/147 de las
Naciones Unidas, para que los hechos no vuelvan a reiterarse. Estamos
comprometidos con el fortalecimiento de la institucionalidad democrática, con
el presente y el futuro. Y con los más vulnerables. Por eso más y mejor
INDDHH.
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Opinando N° 9 – Año 6 – Miércoles 12 julio de 2017
crysol2003@yahoo.com.ar

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