La memoria individual o colectiva conserva los sufrimientos o alegrías vividas, pero no es el único reflejo de la verdad.
La historia no puede estar atada a la memoria, ni a la política partidaria inmediata, ni debe hacerse de manera ideologizada.
Esta historia comienza cuando Uruguay tenía una de las democracias más estables de Latinoamérica. ¿Comienza ahí, realmente? Toda historia remite a otra historia anterior, que, a su vez remite a otra historia. Hay historias que se proyectan sobre otras historias. Hay historia que son contraseña de múltiples historias personales.
Es cierto, la historia no comienza de forma aislada, sino que está interconectada con la historia anterior y con la sociedad en la que se desarrolla. La memoria individual y colectiva puede influir en la percepción y en la narrativa de la historia, pero es importante considerar múltiples perspectivas y buscar fuentes lo más objetivas posibles para entender la verdad lo más completa posible, y no sólo una versión parcial de los hechos.
Además, la política partidaria y las ideologías también pueden influir en la forma en que se escribe y se enseña la historia, lo que puede llevar a una narrativa sesgada. Es importante que la historia tenga la aspiración de objetividad y se base en hechos verificables, para que pueda ser transmitida de forma justa y precisa a las generaciones futuras.
En resumen, la historia es un relato complejo y multidimensional, que está influenciado por muchos factores, incluyendo la memoria individual y colectiva, la política partidaria y las ideologías. Es importante abordar la historia con un enfoque crítico y equilibrado para lograr una comprensión precisa y completa de los hechos y su contexto.
Un hecho verídico puede dar lugar a una serie de interpretaciones. Cuando esas interpretaciones se llevan a la ficción, mediante la literatura, las canciones, surge la leyenda. El mito. Bajemos estos conceptos a tierra con preguntas concretas referidas al período de referencia:
—¿Cómo era el Uruguay previo al golpe de Estado del 27 de junio de 1973?
—¿Era la ¿«Suiza de América», cómo se popularizó por entonces?
—¿Quién denunció los «pueblos de ratas» existentes en los intersticios del latifundio uruguayo? El libro Detrás de la ciudad, escrito por dos católicos, fue una advertencia acerca de uruguayos que vivían en condiciones muy duras.
—¿Cómo incidió la «Guerra Fría» en los golpes de Estado dados en el Cono Sur en los años 60 y 70?
—La respuesta de Fidel Castro a la expulsión de Cuba de la OEA, ¿fue fomentar la lucha armada en toda la región, excepto en México?
—¿Qué fue la Ley de Seguridad del Estado votada por la mayoría del parlamento uruguayo en 1972?
—Los partidos de izquierda reunidos en el Frente Amplio ¿cómo actuaron ante la insurgencia militar de febrero de 1973?
—¿Cómo reaccionaron los partidos Colorado y Nacional ante la disolución del Parlamento y lo que después ocurrió en el país?
—¿Por qué la guerrilla del M.L.N. (Tupamaros) contribuyó a que se diera un golpe de Estado en Uruguay?
—¿Qué hizo la guerrilla tupamara contra la dictadura de Bordaberry y los militares?
—¿Quiénes resistieron durante trece años una dictadura que asesinó uruguayos dentro y fuera de fronteras, robó niños; encarceló a miles de ciudadanos secuestrados y torturados en dependencias estatales y clandestinas; despareció a opositores de los que nunca más se supo hasta hoy, medio siglo después?
—¿Qué fue la clasificación de la ciudadanía Uruguay en categorías «¿A», «B» y «C»?
—¿Cómo fue la solidaridad desplegada en diferentes países del mundo para con el Uruguay bajo la bota militar?
¿Realmente Líber Seregni, fue el preso político uruguayo más importante de entonces? ¿Fue Wilson Ferreira, el líder político uruguayo que militó desde su exilio? y Jorge Batlle, ¿fue el político que dentro del país no se calló?
Cuando esas interpretaciones son utilizadas por dirigentes de partidos políticos que las requieren para consolidar su presente y ganar un futuro, dejan de ser historias. Pasan a ser instrumentos de una estrategia política.
La verdad no ofrece los hechos recortados sobre un horizonte diáfano, sino que la verdad consiste en no-ocultar los hechos. [Segunda nota de la serie A 50 años del golpe de estado de 1973].
Hugo Machín Fajardo. Redactor Especial del Portal Análisis Latino y del Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL) y Analisiislatino.com, de Buenos Aires. Periodista desde 1969, una forzada interrupción entre 1973 -1985, no le impidió ejercer el periodismo clandestino. Secuestrado en 1981 por la dictadura uruguaya, permaneció desaparecido y torturado hasta 1982, en que fue recluido en el Penal de Libertad hasta 1985. Ex -docente de periodismo en Universidad ORT, de Montevideo. Ex vicepresidente de la Asociación de la Prensa Uruguaya (APU). Jurado del Premio Periodismo para la Tolerancia, 2004, de la Federación Internacional de Periodistas (FIP) /Unión Europea. Coordinó «Periodismo e Infancia-2005». Integró diversas redacciones periodísticas de medios y agencias de noticias en Montevideo, Uruguay. Reside en Colombia desde 2009. 15.05.2023
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